Increasing Love

No Será Fácil

"Todo está en mis manos"
—Taemin, Famous—

Gotas de sudor bajaban por la espalda de Zhan mientras intentaba reconstruir la aorta abdominal de una mujer de unos treinta años, había sido herida de bala por su esposo, el hospital estaba en tensión, porque la mujer había sufrido bastante a manos de su esposo, la policía no tomó en cuenta jamás sus querellas, ya que su marido era alguien que tenía un buen cargo, sin embargo ese día todo había terminado.

Porque pese a todos los esfuerzos del doctor Xiao, las máquinas dieron a demostrar la realidad, la mujer murió a causa de la hemorragia, sin embargo Xiao Zhan no se quería rendir, con sus ojos rojos tratando de retener las lágrimas intentó reanimar a su paciente, pero no pudo.

—Xiao ella está muerta, da la sentencia.—habló el médico que estuvo con él en ese momento.

Las manos de Zhan temblaron y sus ojos vieron todo borroso, tanto las enfermeras como los médicos allí no se atrevían a mirarlo, porque sabían que el había dado todo de sí, sin embargo ninguno quería enfrentarse a la explosión del doctor Xiao podía detonar en cualquier momento.

—Doctor Xiao por favor, diga la hora de la muerte, hizo todo lo que pudo.—está vez la que habló fue Lusi.

Lusi tenía una opresión en su pecho, porque antes de estar con su actual novio, alguien la maltrató, además sabía que su amigo estaba sentimental, tenía las hormonas alborotadas y de por sí Zhan solía sentirse muy atado a sus pacientes, eso lo hacía mejor médico, no obstante cuando perdía uno no podía superarlo fácilmente.

—Hora de la muerte 3: 47 pm. —susurró con voz ronca.

Su voz se rompió, le dio un último vistazo al cadáver y se alejó de allí, Yibo y Haikuan lo estaban mirando a través del cristal de observación, el doctor Liu bajó su cabeza apenado tanto por la paciente como por Zhan, no obstante todos sabían desde que la fémina llegó al hospital que sus probabilidades de sobrevivir eran muy pocas,  Yibo sintió un nudo en su garganta por el padre de su hijo, lo vio romperse en mil pedazos cuando sentenció la hora de la muerte.

Yibo salió detrás de Zhan, lo vio lanzar a la basura la pijama quirúrgica y recostarse de la pared, sus miradas se encontraron y Xiao rompió en llanto, se dejó envolver en los brazos de su ex y lloró, lloró por la mujer que murió en la sala del hospital, víctima de amar a alguien abusivo, como muchas alrededor del mundo, porque no abrió sus ojos y salió del peligro a tiempo.

—Mu-murió en mis manos.—sollozó Zhan aferrándose a los brazos de Yibo.

El otro cirujano quería quitarle el dolor que tenía dentro, tomarlo para él, pero no podía, solo se limitó a abrazarlo, acariciar su espalda, Zhan temblaba en sus brazos, había empapado su hombro con su llanto.

—Zhan.—Yibo tomó el rostro de Xiao en sus manos.—No fue tu culpa, sabes que las hemorragias de ese tipo son letales, ella llegó en muy mal estado, hiciste lo que pudiste, en algún lugar sí ella te ve, sabe que diste más de lo que podías.

Xiao Zhan frunció sus labios y se mordió las mejillas.

—Además debes dejar de llorar, no le hará bien a nuestro bebé.—Yibo posó una mano en el vientre de Zhan, sintiendo  un bulto ya allí.

Y ese era otro punto, el embarazo estaba siendo notorio, pese a que Zhan trataba de ocultarlo habían comenzado a murmurar de que el médico estaba aumentando de peso de forma extraña.

El doctor Wang limpió los restos de lágrimas que tenía Zhan, apretó su nariz y lo vio sonreírle a medias y joder algo en él tembló, lo amaba, amaba a Xiao Zhan y sufría al no tenerlo a su lado,  aunque las cosas estaban mejores entre ellos, se sentía pendiente de un hilo, porque nunca se sabía nada con el doncel, especialmente por su pasado, se dejó llevar y bajó su cabeza, rozando ligeramente los labios del padre de su bebé, quería seguir pero escuchó como alguien carraspeando detrás de él.