Increasing Love

Cuentas Pendientes

"Esa cálida sensación nerviosa, una excitación extrema"
—Blackpink, Kill This Love—

Entre besos salvajes y tropezones volvieron al auto, el pelinegro estaba cegado por el deseo insaciable que crecía en él, el rubio en cambio, sabía muy bien lo que hacía y quería.

—Vamos a mi casa.—susurró Zhan alejándose un poco de Yibo.

Yibo se quejó apresandolo contra el auto, comenzando a besar su cuello, Zhan casi se derrite cuando la tibia lengua de su acompañante se deslizó por su piel.

—Te deseo tanto que me atrevería a tomarte aquí mismo, te suplico que cuando lleguemos a tu casa no te arrepientas.

—No lo haré Wang, también deseo esto.—Zhan se mordió los labios y abrió la puerta del auto cuando Yibo quitó el seguro.

Y para responder a que no se echaría atrás, el rubio se aprovechó de la situación y llevó una mano hasta el pantalón de Yibo, comenzando a acariciarlo sobre la tela, haciéndolo restregarse contra su mano.

—Joder Xiao, detente.—gruñó extasiado.

El pelinegro tenía miedo de que Zhan fuera a negarse, no podía creer que estaban a punto de tener sexo, por eso cuando se detuvo, se quitó el cinturón de seguridad y se inclinó al rubio y lo besó, succionando su labio inferior, introduciendo sus manos dentro de su sueter, subiendo hasta tocar sus tetillas.

—Vamos dentro.—susurró Zhan.

Pero su felicidad duró poco, porque el teléfono de ambos comenzó a sonar al mismo tiempo, lo que podría ser solo una cosa, una emergencia en el hospital y no se equivocaron al pensar así, porque efectivamente estaban en lo cierto.

—Estaré allá en unos minutos.—comentó Zhan colgando el teléfono.

El pelinegro apretó sus labios y respiró profundo volviendo a colocarse el cinturón de seguridad, Xiao Zhan se miró en el espejo y se arregló el cabello, se fijó en lo inflamado que  estaban sus labios y no le importó, porque sabía que él era el terror del hospital, además de que si sospechaban el se estaba enredando con Yibo, nadie se atrevería a mirar al pelinegro, lo que le impediría que tuviera algún amorío y así sí decidía vengarse sería mucho mejor.

Puntos extras para mí. Pensó Zhan.

Al llegar al hospital corrieron a emergencias, donde habían dos pacientes heridos de balas, se dieron cuenta desde que vieron a los pacientes el porque los llamaron.

Y la razón era que las balas estaban muy cerca de los órganos vitales, de hecho una de las balas se veía muy cercana a la aorta abdominal, y sí hacían algo mal, el paciente tendría una hemorragia interna que lo haría morir en cuestiones de segundos.

—Preparen el quirófano cinco ya.—gritó Zhan remangandose el suéter.

Uno de los internos le tendió un estetoscopio y el rubio lo auscultó, al mismo tiempo que contaba la frecuencia respiratoria y el pulso del paciente.

—Sus vitales están disminuyendo rápido, debemos llevarlo a quirófano.

Zhan junto a otros médicos arrastraron la camilla hasta el ascensor, tocando el botón y esperando que abriera, Yibo atendía el otro paciente, dándose cuenta que ese podía esperar, así que lo dejó a cargo del residente de cuarto año de cirugía y corrio al lado de Zhan.

—Te asistiré.

El rubio asintió y entraron al ascensor, ambos tenían la adrenalina corriendo por su cuerpo, así que se pusieron las pijamas médicas con suma rapidez, en una misma habitación, para Yibo no pasó desapercibida la pequeña  cicatriz en el vientre de Zhan, sin embargo no era momento para preguntar, fueron al lavabo y comenzaron el lavado de sus manos.