Capitulo 42: Frank Longbotton

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La habitación del jefe de casa de Gryffindor se encontraba iluminada a pesar de la hora, muy pronto amanecería pero Neville no podía dormir, su corazón se sentía como si lo hubieran atado y le costara el doble latir, solo observar a Hannah a lado suyo le daba algo de paz, ella dormía por el efecto de la poción calmante y la luz de la vela iluminaba su cabello rubio, recordando al de su pequeña Eli (Alice) cerró los ojos con calma, esa que siempre lo caracterizo concentrado en Alice y Frank confiaba en que estaban bien, contaban con muchos aliados pero aquella era una época oscura y sus hijos…almas tranquilas.
Pero no débiles se recordó, de darse el caso sabrían defenderse y defender.
Sus hijos su mayor orgullo y lo mejor que le había pasado junto con Hannah su familia era lo mejor que había hecho en su vida.
Encontraremos la manera de traerlos se dijo mientras al fin apagaba la vela y cerraba los ojos.

Tras las cortinas todos estaban confundidos por lo que había pasado, era como haber presenciado algo intimo que solo incumbía a tres, pero era momento de seguir presentándose.
—Es tu turno Frank 
Estaba emocionado, ¿Cuántas veces tendría la oportunidad de conocer cómo eran sus padres a los dieciséis? A demás fuera estaba Lucy ya tenía ganas de abrazarla.
—buena suerte hermanito. – le sonrió Alice
Con paso más seguro de lo que realmente se sentía se dirigió hasta el escenario, no es que sintiera miedo, pero los nervios no dejaban de dominarlo, ¿Cómo reaccionarían sus padres ante él?
Mientras tanto en el comedor todavía se sentía un poco la tensión que había causado la presentación de Liam.
Rose sonreía internamente, no estaba segura de lo que su charla con Liam en la biblioteca semanas atrás había despertado en ella, pero desde entonces no había parado de pensar lo fácil que era estar con él, contrario a lo que siempre había imaginado, Liam era muy serio y, después del primer año de Scor, solía aislarse su circulo de amistades era escaso pero era inteligente y hasta gracioso no del tipo de sus primos sino gracioso sin la intención de serlo además de tener un aura melancólica.
No les habia mencionado sus conversación a Scorp no le habría sentado bien, pero deseaba que las cosas entre ellos se arreglaran.

—Porque estas tan sonriente Lucy – desde que había terminado la presentación una sonrisa se habia instalado en el rostro de la hija menor de Percy.
¬—es turno de Frank – dijo simplemente como si eso lo explicara todo, que en el caso de Lucy lo hacia.

Cuando nadie podía verla Lucy dejaba de sonreír, había escuchado antes decir que todos llevamos dentro algo de tristeza pero ella realmente nunca lo había creído, ella era un huracán, toda llena de energía y caótica desde que había comenzado a caminar, sin embargo tenía unas semanas en las que cuando estaba sola algo se removía dentro de ella, algo que provocaba la mirada de su padre, intentaba que no le importara, pero era difícil, no podía dejar de ser ella misma así que sonreía a todo el mundo como siempre, hacia bromas como siempre y se metía en problemas como…no, más que siempre  fue entonces cuando cometió el error, se metió en problemas en herbologia ¿Quién en su sano juicio haría eso? ni siquiera James, Neville era el profesor favorito de todos nadie era capaz de hacerle algo y ella destruyo el invernadero, no recordaba como había sucedido solo que de pronto las plantas estaban fuera de sus masetas, Neville la observaba con algo de sorpresa y tristeza no le grito ni siquiera levanto la voz cuando hizo salir al resto de la clase y a ella le dijo que tendría que arreglar el invernadero, le habría gustado que él se viera más enojado, no soportaba su mirada de decepción.
Pero había alguien que estaba realmente enojado se encontraba observando el desastre que había causado mientras algunas lágrimas caían por su mejillas.
¬— ¡te volviste loca Lucinda Weasley! – nunca antes habia escuchado a Frank gritar y menos esa furia en su voz y a pesar de que en otras circunstancias ella habría maldecido al chico por llamarla Lucinda en ese momento ni si siquiera volteo a verlo.
El ya estaba frente a ella cuando por fin levanto la mirada a pesar de que hasta hace un segundo el estaba gritando cuando la vio todo todo el enojo se evaporo
¬— ¿Lucy? Estas llorando – el le limpio la mejilla con sus pulgares mientras ella seguía en silencio.
—No era mi intención – el suspiro
¬—Lo se
— ¿Lo sabes?
—Claro que sí, mira se que no debí gritarte pero, este lugar es importante para mi, papa y yo trabajamos en el en los veranos desde que era muy pequeño las plantas que están aquí las plantamos y cuidamos juntos, por eso me molesta y me duele que este destruido pero se que nunca lastimarías a papa ni a nadie de manera premeditada.
Y entonces ella sonrió, no una mueca  exagerada que  se dibujaba en su rostro últimamente si no una sincera que le provocaba la mirada de Frank, por que no la juzgaba y la aceptaba tal y como era.
De pronto mientras Frank la ayudaba con las plantas y a limpiar toda la tierra del invernadero Lucy se encontró contándole como se sentía, como su padre no la aceptaba como era e intentaba convencerla para que buscara una carrera en el ministerio, como su pecho se oprimía al pensar en su mirada de decepción ante los resultados de sus notas, sus continuas discusiones por la manera en la que vestía o hablaba y Frank la escuchaba sin interrumpir, solo dejando que ella sacara todo lo que no le había dicho a nadie más.
Después de ese día Lucy comenzó a ser la misma chica alegre que había sido siempre, y cada tarde iba al invernadero ya que una sola tarde no podía remediar lo que Neville y Frank llevaban años construyendo. 
¬ 
En el escenario apareció un chico de cabello castaño y ojos almendrados, era bastante atractivo, del tipo tierno y tranquilo, sonreía tímidamente y parecía no encontrarse del todo comodo con la atención.
— Hola – saludo amablemente ¬– sé que querrán saber de quien soy hijo y bueno no quiero hacerlos esperar, mi nombre es Frank, Longbottom mi padre logicamnete es Neville.
El chico mencionado palidecio ante la sorpresa, no se había puesto a pensar en que quizá alguno de los chicos del futuro seria su hijo, ¿con quién se habría casado?
— ¿Yo…? – Frank asintió con una sonrisa a su padre, era tan diferente el chico frente al hombre en el que se convertiría, podía ver, ahora con auténtica realidad lo mucho que la guerra había transformado a todos aquellos que habían participado en ella, como su padre que de ser un chico tímido, inseguro y hasta torpe (rasgos que en menor medida había heredado)  era un hombre seguro de si mismo y un mago poderoso sin dejar de lado su amabilidad.
—¿Quién…? – Neville no era capaz de formular una frase coherente
—mi madre es Hannah Abbot  - Hannah desde la mesa de Hufflepuff le dedico una sonrisa a Neville mientras su amiga Susan la codeaba para que se acercara al Gryffindor.
Entonces Neville valiéndose de toda su valentía Gryffindor se puso de pie y se dirigió a la mesa de los tejones, le dio la mano a Hannah para que se pusiera de pie y ambos se dirigieron a la mesa donde se encontraba la tercera generación y los invitados donde se sentaron a continuar escuchando a su futuro hijo
Sonriendo por el pequeño acercamiento  de sus padres Frank continúo con su presentación.
—No hay mucho que decir sobre mí, tengo dieciséis años, soy perfecto de mi casa que es Hufflepuff – Hannah sonrio orgullosa - no juego Quidditch pero voy a todos los partidos, tengo una hermana menor que se presentara después de mí, cuando termine Hogwarts quiero estudiar Magizoologia y tengo la suerte de ser el novio de una chica increíble, inteligente y hermosa como es Lucy Weasley  -
La mencionada le sonrio desde donde se encontraba, a Frank le encantaba esa sonrisa una que era tierna y dulce que mayormente solia dedicarle a el.
Percy Weasley hizo un gesto pero no dijo nada, sentía que la relación con su hija menor no mejoraría precisamente si se ponía en modo padre celoso.
El resto de los Weasley observaron al chico llegando a la conclusión de que no parecía representar un peligro inmediato para su sobrina.
Frank bajo del escenario y se acercó a sus padres después fue hasta donde estaba Lucy para saludar a los jóvenes padres de su novia.
Cuando se sentó junto a Lucy no pudo evitar abrazarla colocando su brazo en su cintura, ella coloco su cabeza en el hombro de él, relajada y tranquila como solo podía estar con Frank.
Lucinda Weasley era una fuerza de la naturaleza, una fuerza que la característica seriedad de su padre, Percy Weasley no había podido apaciguar.
El conocía a Lucy desde que eran pequeños, ella corría por todos lados y siempre estaba llena de polvo y sus pantalones estaban constantemente rasgados por caídas y por ramas de árboles, en esa época ellos no hablaban mucho, donde Lucy era un huracán, Frank era una brisa suave fue solo después del incidente del invernadero cuando el pudo ver realmente, a Lucy y la maravillosa persona que era, había visto como la espontaneidad, la alegría y el carisma de Lucy atraía a otros chicos aunque ella no les diera importancia pero fue cuando Frank vio su fragilidad, cuando la vio realmente como la chica más maravillosa del mundo y durante sus días arreglando el invernadero juntos, observaba su faceta más dulce cuando replantaba y reacomodaba las macetas, también fue testigo de su talento como Bruja, tenía bastante buen conocimiento sobre Herbologia y Encantamientos y ni que decir de Transformaciones, Frank no entendía como era que no lo demostraba en clase a pesar de su carácter más bien reservado Frank no pudo contener la pregunta.
— ¿Cómo es que dices que tus notas van mal cuando eres realmente buena?
Ella sonrió con franqueza.
—  no me importa que mis notas sean malas o buenas lo que me importa es aprender de verdad.
—  pero eso no es lo mismo.
Ella volvió a reír como si Frank fuera demasiado ingenuo
— no es lo mismo aprender de memoria un hechizo o la propiedad de las plantas si no puedes aplicarlo en la vida diaria 
— pero tenemos exámenes y clases practicas
—  puede ser Frank pero la cuestión es que no me interesa demostrarle nada a nadie.
— pero no decías que te dolía la decepción de tu padre por tus notas   ¬       
—Me duele que no me acepte tal como soy, de que me serviría mejorar mis notas si sé que el solo quiere que me parezca mas a él o a Molly, el debería aceptarme por el hecho de quien soy, no de quien el quiere que sea, a la larga eso solo me haría infeliz y el solo viviría engañado.
—  Pero quien eres Lucy – se atrevió a pregunta después de un corto silencio 
¬— de que hablas
— no te das cuenta, creo que incluso tú tienes problemas para  saberlo, ¿eres esa chica caótica que pone de cabeza Hogwarts solo para ver las caras consternadas de alumnos y maestros? ¿Eres la chica de malas notas que aparenta que no le importa nada? ¿Eres la chica talentosa e inteligente que he visto aquí? ¿eres la chica dulce y tierna qué puedo ver cada vez que tomas con delicadeza las plantas y las ayudas a revivir ?
Furia mezclada con dolor se reflejaban en la mirada de Lucy, Frank supo que  había llegado muy lejos deseo haber cerrado la boca, era la segunda vez que veía lágrimas en las mejillas de Lucy y para su propio dolor esta vez él las había provocado.
Frank no le reprocho que saliera del invernadero, el no intento seguirla avergonzado por lo que había causado se quedó observando como poco a poco el invernadero volvía a ser el de antes aunque esta vez Frank veía el lugar con una nueva luz, había tanta LUZ en el.

Los miembros de la tercera generación no entendían muy bien como era que Frank y Lucy eran tan buena pareja si eran personalidades tan distintas los opuestos se atraen pensaban algunos Lucy sabia que esto no era del todo la razón por la que se enamoró de Frank, es verdad que Frank calmaba sus tormentas con su calma, pero era su forma discreta de ser valiente la que más le atraía, nadie la había enfrentado nunca de la forma en la que lo hizo el, con calma y con ternura, otro la hubiera encarado frente a una multitud  de testigos para   jactarse de haberla hecho bajar la guardia al fin de cuentas él la habia visto mas vulnerable que nadie, ella sabia de unos cuantos que hubieran estado encantados de ver eso, pero no el.

¿Quién eres Lucy Weasley?  Se preguntaba ahora la castaña lo que Frank le habia dicho le había dolido  sí, pero le había hecho reflexionar, los dos días siguientes ella no paro de hacerse esa pregunta, dándose cuenta de que realmente de que trataba de ocultar cosas de ella a los demás mostrando solo sus rasgos mas divertidos y fuertes, pero había una parte de ella a la que raramente dejaba salir dándose cuenta que Frank era la segunda persona a la que dejaba ver esa otra parte de ella, la primera era su hermana, Molly como buena hermana mayor sabia escucharla y entenderla a pesar de sus diferencias.
En esos días hasta su despistada mejor amiga se habia dado cuenta de lo extrañamente tranquila que estaba.
¬¬¬— un galeón por tus pensamientos –Catherine Wood era tierna, infantil y hasta un poco ingenua con su cabello color caoba siempre en dos trenzas que le llegaban un poco por debajo de los hombros extrañamente disfrutaba de las locuras de Lucy a pesar de no participar en las bromas que preferia dejar a Lucy, Fred y James era la que más reía de ellas
— Cath, tu crees que no soy lo que todos ven, que intento que nadie vea como soy en realidad
Catherine, la observo con sus ojos enormes, llenos de una expresión de seria que pocas veces tenia.
— creo que todos tenemos una parte que dejamos salir con personas especiales no es como que seas una pose o que seas hipócrita, Lucy solo que hay una parte de ti que reservas para personas cercanas a tu corazón.
— y según tu teoría que seria la parte que tú reservas para personas especiales
—mi lado  divertido, solo lo dejo salir contigo, con los demás suelo ser mucho mas seria, llámalo confianza o una conexión especial no lo se Lucy creo que no hay nada de malo con eso.

Tenia una conexión especial con Frank y solo le tomo esos momentos que compartieron arreglando el invernadero para darse cuenta, con el era fácil sonreir por cosas sencillas como la forma en la que la  miraba como si fuera lo mas maravilloso del mundo, o la manera sencilla en la que disfrutaba de la vida. Dando un paseo por los jardines, viendo el atardecer en la torre de astronomía Frank le había mostrado que no necesitaba demoler el castillo para divertirse.
— Sucede algo Lu, pareces distraída – ella negó con la cabeza aun sobre su hombro
—  solo recordaba – Frank la entendía el  también había estado recordando, era algo que no había podido evitar, estar en esa época le había hecho ver su vida de manera diferente y aunque querían cambiar muchas cosas de su futuro, de ninguna manera queria que algo cambiara su relación con Lucy.

Al día siguiente Lucy no volvió al invernadero, ella apareció a tercer día no parecía molesta más bien algo pensativa.
— Lucy, disculpa por lo que sucedió, no era mi intención hacerte sentir mal no sabes cuánto lo siento.
— No te disculpes Frank, créeme dijiste lo que pensabas y me has hecho preguntarme quien soy desde ese momento, nunca me había puesto a pensar en eso pero ahora no dejo de hacerlo.
¬— Ay Lucy, no tienes que hacerlo, lo dije sin pensar  yo sé quién eres, Tú Lucy Weasley eres  todo lo que dije, eres divertida, inteligente, y eres dulce, eres maravillosa Lu.
Frank se maravilló de la sonrisa que se dibujó en el rostro de Lucy, cuando ella se acercó a abrazarlo y darle un beso en la mejilla sintió como su corazón latía más de prisa.
— gracias Frank.
Les tomo un par de días más dejar el invernadero perfecto, pero algo había nacido entre ellos, solo unas semanas después, rompiendo los esquemas como no podía ser de otra manera Lucy le había  pedido a el que fuera su novio y puede que Frank fuera lento para esas cosas pero no podía decirle que no a Lucy cuando después de todo el mismo había querido pedírselo ese mismo días.

¿Lucy había cambiado estando con Frank? Para nada seguía siendo la misma chica alocada y divertida de siempre, eso era lo mejor Frank la queria tal como era, poniendo de cabeza Hogwarts de la mano de James  y Fred solo desviando su rutina un poco para ayudar a Neville y Frank en el invernadero.

¬—  papa quedara encantado con su princesa.
— pues claro Alice es estupenda.
Todos esperaban a que la siguiente persona saliera al escenario.

La cantidad de personas tras el escenario se iba reduciendo aunque aun faltaban bastantes presentaciones.
¬— suerte Alice
— Gracias, Collin
Alice se acercó con tranquilidad al escenario, estaba feliz de poder ver a sus padre aunque no fueran los de su época, se había asustado un poco cuando se dieron cuenta de que estaban en el pasado, aun le daba algo de miedo pensar que ahí afuera en algún lado Voldemort  planeaba acabar con la vida de un chico de dieciséis años y así gobernar el mundo mágico.  
Aparto ese pensamiento, ellos estarían bien sus padres los ayudarían a volver y con suerte su estadía ahí salvaría vidas, entonces sonrió y avanzo a presentarse.

¿Que ustedes son que? Harry Potter conoce a la tercera generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora