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Dos días. 

Dos días eran los que habían pasado y el pequeño Beta no despertaba, y dos días de que cierto chico de ojos grises no se despegaba de su lado, y si lo hacía dejaba a Mason cuidándolo mientras él iba al baño o a darse una ducha rápida.

Aunque los mejores amigos de Liam iban y venían del departamento al hospital donde Nolan estaba recuperándose. Por su parte, el pecoso despertó luego de horas de ser ingresado al hospital y metido a cirugía por una hemorragia interna que por fortuna, lograron parar.

—Deberías ir y descansar. — Musitó Hayden entrando a la habitación. Tocó con suavidad el hombro de Theo y le sonrió cuando él volteó a verla. —Yo me quedo con Liam, pero tu ve a descansar, no se irá a ningún lado y si despierta te llamaré de inmediato.

—Quiero quedarme, además estas embarazada, no puedes desgastar tus energías. —Dijo excusándose con lo último. Él no quería despegarse de Liam, anteriormente lo había hecho muy a duras penas y porque lo necesitaba, Theo se había duchado hace dos horas y si, tal vez moría de sueño pero, no quería estar lejos de él.

—Hagamos un trato. — Raeken miró a la futura señora Mackenzie confundido.  —Liam tiene un cuarto para visitas a tan solo una puerta de aquí, ¿qué te parece si vas y duermes ahí? yo lo cuidaré, y cuando despierte solo voy por ti. 

Tentador. Esa propuesta era muy tentadora, podía dormir aunque sea unas dos horas y eso sería suficiente para Theo, también estaría cerca de Liam y si él llegase a despertar, no tardaría media hora en llegar, solo lo haría en segundos.

Se relamió los labios y miró con los ojos ligeramente entrecerrados, una señal que le dejó muy en claro a Hayden que había ganado.

—Solo por esta vez, Romero. — Dijo entre dientes parándose de la silla al lado de la cama de Liam, la mujer le sonrió de manera victoriosa y lo tomó por los hombros antes de que saliera. 

Le dió una tierna sonrisa y de alguna manera Theo, sintió ese abrazo con un aire fraternal. 

—Gracias. — Fue lo único que salió de la boca de la pelinegra. La confusión y ceño fruncido reino en la cara del mayor. —Gracias por amarlo como lo haces y por cuidar de él. —Aclaró al ver el estado de Theo.

Las facciones del hombre lobo cambiaron, ¿cómo ella podría saberlo? ¿será que lo vió acariciando su mejilla y diciéndole palabras bonitas? o peor aún, ¿lo vería robándole un pequeño beso de esos hermosos labios que lo enloquecían, a tal manera que con solo un roce se sentía desfallecer?

Una pequeña carcajada suave abandonó los labios de Hayden, sobó su vientre y miró a Theo con una sonrisa pícara, tal vez si lo vio haciendo eso pero, no se lo diría. Pero esa no era la única razón por la que descubrió esos sentimientos hacía él.

Y la verdad es que eran muy obvios, incluso un ciego se daría cuenta, y comenzaba a pensar que ambos eran más ciegos que uno de verdad, incluso más que Scott. Se dió cuenta de que Theo sentía algo por el hombre inconsciente cuando vio como salía con él entre el humo y se lo llevaba de ahí, y también lo vió en la cafetería. 

Fue lo primero que vió la joven al entrar al establecimiento, estaba leyendo algo muy interesado en su laptop, y también lo vió cuando Nolan gritó si Liam había embarazado a alguien, sintió esa mirada plomiza penetrante sobre ellos y cuando giró levemente la cabeza, lo vio aterrado ante la idea. 

—Antes de que digas algo... ambos son muy obvios, son más ciegos que uno de verdad. —Los titubeos que salían de la boca del mayor solo hizo que la mujer riera de nuevo. —Cuando Liam despierte, los dejaré solos para que hablen y se digan todo que lo quieren decirse desde hace mucho. —Tomó la cara de Theo entre sus manos y lo miró con ternura. —Porque estoy segura que él también te ama, ustedes siempre volverán a ustedes mismos porque se aman tanto como el sol ama a la luna y como la arena a las olas del mar.

—¿Cómo estás tan segura de que él siente lo que yo? —Preguntó en susurro. La mirada rota y dolida del chico hizo que Hayden sintiera un ligero ardor en su pecho. —¿Qué pasará si él no me ama?

—Liam de verdad te ama, Theo. — Aseguró con una firmeza que le dio un poquito de esperanza a Theo. — Y lo va a ser siempre.

El de ojos plomo le dio una última mirada a Liam y salió de la habitación, cuando tocó la cama de la que estaba al lado de Liam, todas sus preocupaciones se fueron y el sueño llegó para darle alivio.

∆∇

Las horas pasaron y con ello la oscuridad de la noche apareció, las inmensas estrellas que se veían tan pequeñitas eran apreciadas por Liam quien acababa de despertar hace quince minutos. 

Lo primero que vio al despertar fue a Hayden dormida sobre el sofá que estaba frente a su cama, con una pequeña sonrisa la tapo y dejo un pequeño beso en su frente. 

Sus pies desnudos se fueron por sí solos a la ventana de su habitación y miro los astros en el cielo, y sonrió. De alguna manera al hacerlo se sentía cerca de aquellos que perdió, de aquellos que por desgracia ya no volverán.

Salió de su pieza sin hacer ruido y escuchando los leves ronquidos de Hayden, se preguntaba cuánto tiempo llevaba así, si eran días, semanas o solo unas cuantas horas.

El latir de otro corazón llamó su atención al terminar de cerrar la puerta, no era el de Hayden y al parecer era la única persona allí, suponía que Mason y Corey estaban en el hospital con Nolan y...

¡Nolan! 

No sabía cómo estaba su amigo, no sabía si había sobrevivido o si ya estaba estable, y se sintió un pésimo amigo por eso. 

La puerta a su lado se abrió sobresaltándolo y cuando giró su cabeza vio a un Theo adormilado asomar la mitad de su cuerpo, su cabello estaba un poco largo y enmarañado, sus ojos y cara ligeramente hinchados y sus labios de igual manera. 

¡Joder se ve muy sexy! fue el primer pensamiento de Liam al verlo, el beta estaba estático en su lugar y su corazón latía rápido, a pesar de que el menor hiciera todo lo posible para que parara.

—¿Liam? ¿Qué haces parado? deberías estar descansando. — El mayor terminó de salir de la habitación y se paró frente al ojiazul.

—Debo ir a ver a Nolan. — Respondió este tratando de no sonar nervioso por la cercanía de Theo.

—¿En pijama? —Cuestionó en mayor. Liam miró su ropa y sintió la sangre subir por su cuello hasta la punta de sus orejas avergonzado.

Sus corazones latian a la par, sus ojos estaban en una guerra y ninguno estaba dispuesto a perderla, solo treinta centímetros lo separaban, si se acercaban un poco más sus alientos y respiraciones se mezclarían perfectamente.

Un olor a vainilla y bosque llegó a los olfatos de los hombres lobo, y como si una fuerza invisible los hubiera empujado, ambos quedaron a solo milímetros de distancia. 

La pequeña guerra de miradas seguía, el azul y el gris se mezclaron creando un solo color, y el lobo en su interior les gritaba: Mate, ahí está nuestro mate. 








𝐒𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 𝐅𝐫𝐮𝐬𝐭𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 | ᵗʰⁱᵃᵐWhere stories live. Discover now