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LIAM

Abrí los ojos con lentitud, lo primero en recibirme fue el olor a humedad y suciedad. Todo estaba oscuro y con trabajo podía ver algo.

Solo logré distinguir una figura un poco alta y aquel inconfundible cabello rizado.

—¡Alec! —Grite y el chico se acercó a la poca luz que había en el lugar, suspire de alivio al ver que se encontraba en perfectas condiciones. —Mierda Alec, nos preocupaste mucho. —Me levante del suelo para darle un fuerte abrazo, me alegraba como el infierno que este bien. — Ahora debemos pensar un plan, salir de aquí e ir con los chicos para hace rostro plan y detener a este psicópata...

—No podemos. — me interrumpió el adolescente luego de escucharme. —Ya lo intente. Es imposible salir de aquí. Ni hay ventanas, puertas o algo, estábamos prácticamente atrapados en cuatro paredes.

Su ánimo decayó un poco, le regale una sonrisa tranquilizadora. Ilumine mis ojos y gracias a la vista de lobo pude ver mejor, me encontré con el hecho de que en el suelo estaba una puerta. Sin pensarlo mucho me agaché para querer abrirla, comencé a jalarla pero era muy pesada, incluso con mi fuerza de lobo no pude abrir.

Suspire desganado, busque otra cosa que pudiera ayudarnos pero no encontré nada, solo algunas cuerdas y otros raros artefactos que se asimilaban mucho a los de tortura. Trague saliva al ver el un charco de sangre fresca aún en el piso, me acerque un poco, aguante la respiración y solo quise llorar en ese momento al ver la causa. 

El cuerpo de un pequeño niño de no más de cinco años estaba en el suelo, muerto y con muchas marcas de haber sufrido en sus últimos minutos de vida.

—Lo siento tanto. —Murmure en dirección al cadaver. —Lamento no haber llegado antes y no haberte protegido.

—Fue horrible. —Escuche decir a Alec desde atrás. Su voz sonaba temblorosa y sin voltear a verlo sabía que tenía un horrible y doloroso nudo en la garganta. —Yo estaba en otra habitación, y desde allá podía escuchar los gritos y llantos del niño. Quise ayudarlo pero no podía salir... No pude hacer nada.

Sollozo lo último, deje de mirar el cuerpo para ir con el chico rizado y abrazarlo. Frote su espalda y solo deje que se desahogara y sacará todo. 

Sabía lo que sentía, la impotencia, el coraje y la tristeza que sentía al saber que pudo haber hecho algo para ayudar pero no lo hizo o no pudo.

Lo sabía perfectamente al vivirlo en carne propia cuando los Talbot murieron.

Trate de tranquilizarlo pero nada pudo hacerlo,  solo se aferraba a mi como un niño pequeño que necesita protección.

En mi mente solo podía pensar en Theo, en como estará, si me estará buscando o haciendo un plan para venir por nosotros. Estaba desesperado pero no iba a demostrarlo para no alterar más a Alec.

Estaba desesperado porque necesitaba estar cerca de él, odiaba que emocional y mentalmente dependiera de él pero también amaba eso. De alguna manera podía sentir lo que Theo sentía y Theo sentía lo que yo. Por parte de Theo solo sentía furia y desesperación. 

Quería estar con él y quería abrazarlo, decirle que todo estaría bien y que se tranquilizara.  Sentí como el muchacho en mis brazos poco a poco se iba durmiendo, seguí arrullándolo hasta quedo finalmente dormido. Lo acosté en el suelo con cuidado, acaricié su cabello y seguí buscando la manera de poder salir de ahí.

No encontré nada.

••••★••••

Un rugido más salió de mi boca al sentir las descargas eléctricas recorrer cada célula de mi cuerpo. La risa de Connor solo hacia que mi furia aumentará.

𝐒𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 𝐅𝐫𝐮𝐬𝐭𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 | ᵗʰⁱᵃᵐWhere stories live. Discover now