2. Tarta de manzana

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Bajó al gran comedor con Hermione, era muy temprano, por lo que había muy pocos alumnos, bastante somnolientos, desayunando. Comió a toda prisa, sin esperar a Ron y salió, dedicándole una mirada a Hermione, que de inmediato comprendió y no dijo nada. Regresó a la enfermería, bajo la capa invisible. Vió a Malfoy desayunando, con la señora Pomfrey a un lado, hablando con él.

-Sé que no es de mi incumbencia, Draco, pero...

-Tiene razón, no es de su incumbencia- espetó éste, interrumpiéndola.

Ella frunció el seño y lo miró sin decir nada, luego se levantó y se alejó a su oficina.

-Apresúrate a desayunar, que tengo que cambiarte los vendajes- dijo ella, con un tono que demostraba molestia.

Malfoy hizo una mueca y picoteó su avena con gesto consternado. Harry se acercó lo más silenciosamente que le fue posible y se sentó en una silla frente a la cama del rubio. Deseaba quitarse la capa, decirle a Malfoy lo mucho que lo sentía. Éste, se presionó el tabique nasal con los dedos anular e índice y soltó un suspiro. Desde donde estaba, Harry pudo notar que tenía los ojos vidriosos.
Entonces, alzó la mirada hacia donde estaba Harry, mirando con el seño fruncido. Dirigió su mirada a su avena, la retiró de su regazo, colocó el plato casi sin tocar sobre la mesita de noche, y dijo:

-¿Tus estúpidos tíos muggles no te enseñaron a no meter tus narices donde no te importa, Potter?

Harry se quedó de una pieza, no sonaba particularmente molesto, pero sí agotado. Luego, lo miró de nuevo, como si supiera exactamente dónde se encontraba.

-Quítate la capa- dijo en un suspiro, Harry, sin saber qué hacer, obedeció- Espléndido, ¿qué tan tonto crees que soy, Potter?

-Amm, yo...- dijo Harry, completamente descubierto.

-Me parece inverosímil que hayas creído que no iba a notar que la silla frente a la cama había desaparecido.

Se miraron un momento que pareció durar eternamente. Los ojos grises de Malfoy, bajo los cuales habían unas prominentes ojeras, a penas parpadearon. Harry no sabía qué podía decir.

-Malfoy, yo...

-No te culpo, Potter- lo interrumpió.

Harry se armó de valor, e intentando no alzar la voz, le dijo:

-Lo lamento en verdad, Malfoy, fuí un maldito estúpido. No sabía lo que hacía ese hechizo, no debí utilizarlo, en verdad, perdóname. Todo fue mi culpa.

Los ojos grises del chico, se cerraron, como con hartazgo. Luego, respondió:

-Espléndido, ya te disculpaste, es lo que querías, ¿no? Porque de otro modo, la conciencia del elegido no podía descansar tranquila. Pues entérate que a mí no me importan tus patéticas disculpas, así ya te puedes ir.

-No, Malfoy, no me iré- lo miró fijamente, retándolo, y no sabía bien porqué hacía aquello. Era como si su cuerpo respondiera por sí mismo.

-Entonces llamaré a la señora Pomfrey para que venga y te saque de aquí- espetó- eres la persona a la que menos quisiera tener enfrente ahora mismo.

-Necesito saber qué ha estado sucediendo- le dijo, intentando imponerse.

-Sucede, Potter- dijo Malfoy con la voz cargada de odio- que me has interrumpido el desayuno.

Harry soltó un bufido.

-Claro, como si hubieras estado comiendo correctamente de todos modos...

-¿Y éso a tí qué te importa, Potter?- espetó.

-¡Pues me importa!- respondió, casi a gritos.

Legeremens (fanfic drarry/harco)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum