8. A través del espejo

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Aquél día no era mejor que el anterior, y probablemente tampoco el día siguiente lo sería. Había dormido tan poco que estaba consciente de que su aspecto dejaba mucho que desear, las miradas de preocupación de la señora Weasley se lo recordaban de tanto en tanto.

Miró el reloj, las palabras "Peligro mortal" seguían allí, y parecían inquietarle a todos en la casa de diferentes maneras. Por su parte, su madre no dejaba de aparecer en sus pensamientos, el riesgo de que algo le sucediera, de que la encontraran, estaba vigente en su cabeza. Potter era el guardián del secreto de su ubicación, ¿y si le pasaba algo a él también?

De igual modo, Granger miró el reloj, aquellos días también lucía algo descompuesta, se preguntó si estaría preocupada por sus padres muggles. Ellos ni siquiera serían capaces de defenderse si el Señor Tenebroso decidía buscarlos y torturalos para encontrar a trío de oro, para encontrar a Potter y asesinarlo como deseaba hacer desde hacía casi diecisiete años.

El señor Weasley se levantó de la mesa con pesadez, aquella mañana había despertado muy temprano al igual que los demás, la incertidumbre parecía atormentarlos a todos.

Entonces Ginny se levantó también, se acercó a su padre y, acomodando su corbata, dijo:

-Papá, estaba pensando en que sería una buena idea ir a la ciudad muggle que hay pasando la colina, ¿te parecería bien?- el hombre la miró con el seño fruncido- Quisiera comprar un obsequio para la boda de Lupin y Tonks, también para el cumpleaños de Harry.

-Sí, igual Hermione y yo habíamos pensado en éso- añadió Ron Weasley levantándose- ¿Podríamos ir mañana?

-Supongo que no habría problema si van con sus hermanos- respondió él, los gemelos intercambiaron una mirada de resignación- ¿Quieren que les cambie algo de dinero muggle? De todos modos, hoy tengo que hacer una visita al callejón Diagon.

-Señor Weasley, yo también quisiera ir, ¿podría encargarle que cambiase algunos galeones?- saltó Draco, luego de pensar por un momento que sería buena idea comprar algo para el cumpleaños de Potter, de todos modos, él le había dado un obsequio en su cumpleaños.

-Sí, por supuesto- respondió el hombre, con incredulidad.

Draco invocó su maleta con un "accio" no verbal, la cual llegó con elegancia volando hasta sus manos, mientras Ginny subía corriendo los escalones, seguro en busca de algo de dinero también. Sacó una bolsita del interior de su maleta y se la tendió. El señor Weasley la tomó y se la metió en el bolsillo. No era todo el dinero que tenía, pero le pareció que sería suficiente. Ron Weasley lo miró con recelo, mientras le tendía a su padre su propia bolsita de dinero, con apariencia ligera.

El padre de los Weasley salió de la casa despidiéndose de su esposa con un beso rápido. Hermione Granger lo miraba a Draco con curiosidad, mientras la señora Weasley salía al patio delantero, detrás de su esposo.

-¿Seguro que serás capaz de ir a un pueblo muggle sin vomitar, Malfoy?- dijo la bruja de cabello esponjado.

-Ante la situación, Granger, no hay nada mejor- respondió simplemente.

-Pues tendrás que usar algo más, no puedes pasarte por un pueblo muggle en túnicas- se burló Ron Weasley.

-Así lo haré entonces, comadreja- dijo, y se sentó a terminar su taza de café, ocultando una mueca de disgusto.

-¿Qué estás pensando comprarle a Harry, hermanito?- dijo George sentándose a lado de él.

-No tengo idea, pensaba obsequiarle un libro- dijo con frustración.

-Ah, te refieres a "el libro"- dijo Fred sonriendo ampliamente.

-¿De qué libro hablan, Ron?- dijo Granger frunciendo el seño.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2020 ⏰

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Legeremens (fanfic drarry/harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora