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El día de hoy, había estado un poco incómoda con el joven de cabello naranja, la chica lo esquivaba de cualquier forma que fuera posible.
Había pasado la mitad del día con el joven de pica dibujada.
Esperaba que eso, no tuviera repercusión más tarde.
Oh Yuu, que inocente eres.
— ¡Los veo mañana! Tengan un plácido sueño— Dijo antes de irse con su gato, sus dos acompañantes, se despidieron con sus manos.
Luego de aquella despedida, se dirigió a su dormitorio, dónde literalmente se tiró sobre la cama.
— ¿No vas a tomar un baño? — Le cuestionó su felpudo amigo.
La chica, recostada boca abajo, asintió repetidas veces.
— No tienes remedio, ¡sabes! Iré a ver que tenemos para cenar, no estaría mal cenar algo diferente — Escuchó como decía su felino, cuando se dio cuenta, Grimm ya se había ido.
Yuu con todo el cansancio del mundo, se levantó, dispuesta a tomar un baño de una vez por todas.
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— Buenas noches, Grimm— Dijo, el mencionado asintió mientras se hacía una bolita para poder dormir.
La chica cerró sus ojos, no tardó mucho en dormirse.
Se encontraba de nuevo en un lugar oscuro, tenía una linda playera de tirantes y un short pequeño. El vestuario más cómodo para ir a dormir.
Se encontraba leyendo un libro.
— Oh, comenzaste sin mí~— Le Llamó una voz, al tener su vista en el libro, levantó la cabeza, encontrándose con...
— ¿Deuce? — Dijo bastante confundida.
— Solo bromeó— Dijo, luego se sentó en la cama donde estaba la chica. La sorpresa la invadió cuando esté la tomó de su cintura y la sentó en su regazo.
Tenía la cara más roja que un tómate.
— ¿E-eh? — Eso fue lo único que pudo salir de su boca, el chico de pica dibujada sonrió.
