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- Dime, ¿Crees que este bien? - Preguntó mientras alzaba un poco el cuello, su mirada se posaba en el techo de aquella habitación. Una habitación que no era la suya.
Oh bien, en términos formales. «Ese lugar no era ni la habitación de Idia o su propio cuarto».
- Ya te lo había dicho, yo no quería venir... - Respondió mientras respiraba sobre el hombro desnudo de la chica.
- Tú nunca quieres salir, cuando decides hacerlo, quieres follarme en medio de una fiesta... - el chico chasqueo la lengua, después mordió de manera fuerte aquella zona donde descansaba.
- ¿Hormonas? ¿Alcohol? No sé, es una terrible combinación... - Susurró alejándose un poco de la menor, ella le miró con ojos cansados.
- Lo es, pero, tú eres mayor de edad, deberías controlarte un poco, si lo ves desde mi perspectiva. -Señaló la puerta- Ese lugar se puede abrir en cualquier momento. Sería horrible que Ortho-kun nos viera... - Idia tenía un puchero, su cara se encontraba totalmente pintada de rojo, seguramente debido al alcohol... Oh no.
- Cállate y bésame. - Y su paciencia estaba en el límite, Shroud era bastante comprensivo con su pareja, pero... Había momentos en los que simplemente no. El instinto de dominar le hacía frente.
Y él, simplemente no podía ignorarlo.
- A-ah, por dios... Te dije que no. - susurró sintiendo ardor en su labio. - Esta es la tercera vez en el mes que me lo rompes... Se un poco más cuidadoso, te gustará. - El chico le había recargado contra la pared. Era claro que no la iba a escuchar.
- No, me gusta ser yo, distinto y... No sé, eso que te gusta... Tanto. - Se había enderezado, pocos segundos después deshizo el pequeño listón que sostenía el cinturón del vestido de la contraria.
- Tierno. - Se acercó a besarlo, claro que no tan agresivamente como antes, Idia terminó por limpiar con la lengua el lugar que había abierto. Yuu se quejo por esto, se comenzaba a sentir caliente y no precisamente por todo el alcohol que se había tomado.
Sintió los hombros vacíos, la mitad del vestido que traía puesto, ahora estaba por su cintura.
Se sintió más liviana cuando el chico la levantó, sintiendo como este abría la puerta del armario que estaba aún lado de ellos.
- Bien pensado, Idia-sama~- El chico rodó los ojos al ser llamado así.
- Claro, claro, ya que a la señorita Shroud le importa su reputación, es lo menos que este nerd puede hacer. - Yuu se río al escuchar el apellido del mayor con su nombre, le dio un pequeño beso en la punta de la nariz.
- Eres más que un nerd, tonto. - Respondió mientras sentía como sus pies tocaban el suelo de nuevo, la diferencia de altura la afectaba de nuevo, ahora no lo alcanzaba.
Yuu movió algunas prendas de ropa que se encontraban colgadas, la falta de luz le afectaba un poco, aunque rápidamente se dio cuenta donde estaban las manos de su acompañante.
