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Hacia frío, Jade se encontraba secando su cabello con una toalla. Ella miraba hacia el suelo, no quería cruzar miradas con el chico con heterocromía.
— Ya está. — Le dijo este, al segundo, retiro la toalla que le había puesto en su cabeza. Yuu solo se limito a asentir.
Vio como este se alejo. Para después volver con varias prendas de ropa.
— Levanta los brazos. — ¿Qué?
— ¿Eh? — Una pequeña risa escapo de sus labios. Leech levantó sus brazos con cuidado. Yuu se tenso al sentir sus guantes sobre su piel.
Se le fue quitando de apoco su camiseta. Su plan era...
— Jade... — El mencionado le estaba mirando. Probablemente escondiendo en sus ojos el deseo que ahora le carcomía.
— Lo siento, lo siento. Fue grosero de mi parte. — Yuu río ante esto. ¿Hasta donde llegaban los modales del chico?
— No, esta bien. — Se dio la vuelta, dando varios pasos hacia atrás. Chocando con el torso del chico. Su uniforme estaba un poco húmedo.
— ¿Yuu-San? — Ella le miró. — ¿E-estas intentando provocarme? No es divertido... — Agregó escondiendo su cabeza entre su hombro y cuello.
Yuu se quejó. Sintiendo el frío cristal del arete del chico descansando en su hombro.
— N-no sé. — Se volteo en dirección donde se encontraba Jade. Juntando inconscientemente sus labios.
Un beso dulce y pequeño. No tardo demasiado en romperlo la que lo había empezado.
— Supongo que para mí, eso es un si. — Susurró en su oído. La tomó de los hombros, haciendo que le diera la cara. — Mírate, sin duda quiero hacer un desastre contigo. Y hacer que tus mejillas se sonrojen más de una vez... Esta noche — Yuu sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
Sintió una de las manos del mayor en su espalda baja. Él la acercó, atrapando sus labios en un beso con lengua.
Yuu apretó los ojos al sentir el como este tenía cuidado de no atrapar cualquier zona de su boca. Sus dientes de anguila eran ciertamente un problema. Claro, si es que él no la quería lastimar.
— A-ah~... — Se separo. La falta de aire había podido más esta vez. De inmediato apartó la mirada. Jade tomó su mejilla, acariciando con su pulgar esa zona.
— Es.. Relajante, es una suerte que la cama esté detrás... ¿No crees? — Fue levantada sin el más mínimo esfuerzo. No pasaron ni dos minutos cuando su cuerpo sintió lo suave del colchón.
Yuu se levantó un poco, observando como el chico de cabellos aqua se quitaba su camiseta. Después la lanzó hacía cualquier lado de la habitación.
El color rojo inundó una vez más su cara. Ahora ella lo estaba mirando demasiado.
Su mano fue tomada por el chico, deposito un beso en esta, para después pasar la pequeña y pálida mano de la chica por sus hombros.
