Presagio del clan Usui.

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Me dispuse a atravesar la puerta de una manera veloz y posteriormente le azote la puerta en la cara. No necesitaba un espejo para saber lo colorada que estaba. Seguro Kakashi pensaba que era un bicho raro y además infantil. Me deje caer al suelo con mi espalda pegada en la puerta de acceso. ¿Cómo lo vería a la cara mañana? Justo recordé un importante detalle. No sabía dónde quedaba la Academia. Bien, era lo menos que me merecía por el ridículo que acaba de pasar.

Una vez por fin tranquila mire la fachada de la casa. Era un estilo japonés tradicional, casi me recordaba al territorio del clan. La nostalgia comenzó a invadirme. Comencé a avanzar por el patio hasta llegar a la entrada, deslice la puerta corrediza. Ya adentro del recibidor me despoje del calzado y deje el equipaje que traía conmigo. ¨Estoy en casa¨ Hable claro, aunque sabía de antemano que no habría respuesta. Tal como dijo Kakashi la casa estaba lo suficientemente limpia, amueblada pero notoriamente aún no se sentía como un hogar.

Continúe caminando para conocer el interior. Era más grande de lo que aparentaba. Varias habitaciones estaban vacías, un baño completo para visitas y el patio trasero contaba con un bello jardín a pesar de no haber estado habitado por años. Regrese para tomar otro corredor, llevaba directo a la habitación principal, la cama era grande, un tocador, armario, su propio baño. En uno de los muebles había un portarretratos, en él había un collage de fotos de mis padres y hermanos. La tome en mis manos para observarla mejor. Representaban tal cual los recordaba.

Mi madre con un porte elegante y su hermosa cabellera recogida, siempre mostrando una sonrisa. Mi padre relajado y a lado de la mujer que siempre amo, siendo un protector. Mis hermanos con esos peculiares y bellos ojos. En nuestro clan había ciertas características que median el grado de pureza. Un cabello castaño claro y ojos color esmeralda. Mi padre poseía ambas. Mi madre era de ojos color ámbar. Siempre me pareció romántico el hecho que mis hermanos tuvieran ambas extrañas tonalidades, era prueba irrefutable del amor que mis padres se profesaron. Era, hasta cierto punto, considerado normal que unas cuantas generaciones nacieran solo con uno de estos genes, y después de un tiempo naciera un heredero con ambas. Cuando esto ocurría, era un buen augurio para el clan. Tiempos de grandeza se avecinaban. Por eso mi padre era tan apreciado y respetado desde joven. Sin embargo, un hecho inusual ocurrió. Poco después una niña nació con ambas peculiaridades. Desde los inicios del clan Usui había existido la espera del miembro con la ¨mayor pureza¨ dentro de sus miembros y por eso, mi llegada al mundo no fue bien vista. Que dos generaciones seguidas hayan generado ambas características era insólito pero lo más asombroso fue que estaban en una mujer. Mi familia lucho por hacer entender a los demás que esto podría tratarse de un bien mayor que venía. Hubo personas que lo aceptaron y otros que aun recriminaban mi existencia. Mis padres hicieron lo posible por mantenerme alejada de esa gente. Mis hermanos siempre estuvieron escudándome. Quien osara ofenderme enfrentaría la furia del cabecilla del clan.

¨Madre, padre...¿Saben? Poco después de lo sucedido comencé a estar de acuerdo con los demás. Mi nacimiento quizá fue un mal augurio. Perdón por mancillar la gloria de nuestro clan. Si yo no hubiera llegado al mundo, todos ustedes, los demás miembros...estarían vivos¨

Me estaba lamentando con amargura. Entonces a mi mente llego los rostros de mis familiares, decepcionados por lo que acaba de decirles. Alguien más me estaba reclamando...Kakashi.

¨Lo lamento...No debí decir eso. Es solo que me puse melancólica. Prometo no volver a pensar en eso. De hecho, de ahora en adelante solo les hablare de las ganas que tengo que sea mañana. Porque su amada hija aún tiene una persona que quiere seguir viendo¨

Deje el portarretratos de nuevo en su lugar. Hasta cierto punto me sentí más ligera de repente. Durante bastante tiempo había cosas que quería decir, pero nunca lo había hecho. Pero en esta ocasión, fue como si mis pensamientos fueran escuchados y respondidos.
El cansancio me comenzó a cobrar factura así que procedí con prepararme para ir a dormir. A la mañana siguiente antes del mediodía, salí por unos ingredientes básicos a una tienda cerca del área residencial. Las personas alrededor lucían simpáticas y alegres, eso me animo a preguntarle a la señora  en la caja registradora por la dirección de la academia.

― Oh cariño – Exclamo – Recién te gradúas y con esas bromas – Rio levemente
― Disculpe, de verdad es que acabo de mudarme a Konoha.
― ¡Cielos! – Casi grito – Perdóname tu a mí – Se disculpó – Es que emanas un aura tan familiar como si toda tu vida hubieses estado aquí. Aunque viéndote mejor – Me examino con la mirada – Una lindura tan exótica no puede ser de por aquí, reconocería esos genes.
― Gracias – Dije apenada.
― Seguro tus padres deben ser guapos.
― Bueno, es cierto que me parezco a ellos – Admití.
― Asegúrate de saludarlos de mi parte y decirles que hicieron una preciosidad – Me sonrió una vez más – Ahora, la academia queda al este del edificio del Hokage, no deberías tener problemas si vas en esa dirección.
― De verdad muchas gracias – Di una reverencia y procedí con el pago – Me ayudó mucho.
― Vuelve cuando quieras.

Después de un desayuno en forma y acomodar mi equipaje inicie mi camino a la academia. A pesar de lo distraída que estaba ayer camino a casa, pude recordar zonas importantes para ubicarme y orientarme. A unas calles pude visualizar el edificio del Hokage. Salte a un tejado para ver si podía reconocer una zona escolar. Unas 6 cuadras por delante había un edificio amarillo con rojo y un amplio campo. Debía ser ahí. Continúe mi camino y en dirección allí pude distinguir a unos niños de mi edad acompañados de diferentes ninjas. Seguro se trataban de los equipos que comenzaban a formarse. Pude dar unas vueltas por las aulas pero no me topé con más chicos o con Kakashi.

Me asome por una de las ventanas del corredor y en el techo de un edificio distinguí un cabello plateado puntiagudo. Me apresure para acercarme. Hábilmente salte entre los edificios para aterrizar en la la terraza donde se encontraba el que sería mi equipo y mi Sensei, se percataron de mi presencia porque así lo quise, los otros tres genin voltearon a verme, mientras el Jounin dio un ligero vistazo de reojo.

― Sensei, que malo – Reclame juguetona – estaba apunto de iniciar las presentaciones sin mi ¿Verdad?
― ¿Sensei? Esta chica lo llamo Sensei – Hablo un chico rubio, su cabello erapuntiagudo, portaba un traje anaranjado.
― Disculpa, tal vez te equivocaste, los equipos ninjas están formados por tres geniny un Jounin, ya estamos completos – Explicaba una chica de cabello rosado,trate de disimular que miraba su gran frente.
― ¿No será que tú te confundiste? – Quise molestarla un poco
― ¿Qué? Imposible, yo debo estar en el mismo equipo que Sasuke – Parecíaasustada ante la idea.
― Todo es su culpa Sensei – Lo mire – Aun no les ha explicado nuestra situación especial – sonreí
― ¿Situación especial? – Cuestiono la peli-rosa – Sensei, explique qué está pasando
― No hay mucho que explicar – Hablo monótono – A diferencia de un equipo estándar, el equipo 7 estará integrado por 5 personas, ella al igual que ustedes es una genin.

Cautivaste mi corazón. (Kakashixtú) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora