Preparativos para el bosque de la muerte.

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Ambos sonreímos, felices del tiempo que habíamos pasado juntos, compartiendo una comida con el otro, era una buena manera de estrechar lazos , cuando atravesamos la pequeña cortina del local nos dimos cuenta que la noche ya había caído. Naruto insistió un par de veces en acompañarme a casa, pero me negué, quería caminar sola para despejar la mente. Me adentre en el parque central de Konoha, aun había unos cuantos niños corriendo por el lugar e incluso vi una pareja, el camino estaba iluminado sutilmente con los postes de luz. La salida no estaba muy lejos pero preferí tomar asiendo en una banca que estaba cerca. Deje caer sutilmente mi cabeza hacia atrás hasta quedar en el respaldo del asiento, a pesar de tener los ojos cerrados, podía distinguir la luz que aportaban las lámparas del lugar, poco despues mis parpados se oscurecieron, los abri lentamente y un rostro estaba justo arriba del mío.

― ¿K-ka-kakashi sensei? – Eso me había sorprendido, podía sentir mi rostro arder, su cara estaba muy cerca de mi rostro.
― Kumiko, hola – Saludo tranquilo.
― ¿ehh? ¿Debería regresar a mi postura normal? – Cuestione por la pose incomoda en la que estábamos.
― Oh, claro – Se percató de los hechos – Disculpa – Se rasco la cabeza mientras se paraba recto, por mi parte, me incorpore sobre mi asiento, gire un poco la cabeza para ver como caminaba Kakashi hacia mí – ¿Te importa si me siento?
― A-adelante – Aun estaba tímida ante su repentina aparición, me recorrí en el banco para cederle lugar.
― Gracias – Estaba tan tranquilo - ¡Felicidades por aprobar la primera parte del examen!
― Ha, eso – Lo había olvidado, estaba tan relajada hace un momento que me olvide de lo que había pasado ese día
― Los cuatro pasaron, no puedo estar más satisfecho, aunque por lo que se, si uno fallaba el resto del equipo también – Me dio una mirada.
― Así que ya se enteró de que se trataba el examen – Hable mas tranquila.
― Así es, en situaciones requeridas de verdad pueden formar un excelente equipo.
― Tampoco fue como que hicimos la gran cosa, solo pudimos confiar los unos a los otros.
― Y ya por eso, es digno de reconocimiento – Dijo más alto – Un chunin se hace cargo de todo un escuadrón, pero si su equipo no confía en él, las probabilidades de éxito es muy bajo. Ahora mismo pienso que cualquiera de ustedes puede ascender a Chunin.
― Lo dice solo porque es nuestro sensei, además de nosotros mismos, si usted no cree en nosotros nadie más lo hará – Respondí casi decepcionada.
― Uno de los muchos labores de un sensei es creer en sus alumnos – Admitió como si se hubiese rendido – Pero si eso no te satisface...
― Claro que me alegra – Lo interrumpí – Nada me hace más feliz que usted mismo reconozca nuestro esfuerzos
― ¿Pero? – Cuestiono
― Sé que está mal, pero no importa cuánto nos reconozca, para mi – Apreté mis puños para tener coraje de admitirlo – Para mí nunca es suficiente.
― Que exigente – Su mano toco suavemente mi cabeza, comenzó a acariciarla – Eres una chica muy exigente ¿sabías? – Dijo con dulzura
― Soy así – Admití molesta y derrotada por el acto de Kakashi – Lo lamento, no hay mucho que hacer – Hable petulante.
― No es como que quiera que hagas algo al respecto – Dijo tranquilo – Es uno de tus encantos
― ¿Es que...? – Pregunte interesada.
― Por cierto, Ibiki me dijo personalmente que te quiere en su escuadrón si te vuelves chunin
― ¿eh? Espere un momento... – Se levantó, estaba evadiendo el tema.
― Bueno, tendrán que esforzarse en la segunda fase del examen – Dijo sin más, había perdido mi oportunidad de preguntar – Mañana preséntate en el campo de entrenamiento número 44, temprano por la mañana, es todo.

Sin más desapareció en una nube de humo dejándome con mis sentimientos de confusión y felicidad al mismo tiempo. Al día siguiente me encontré con los demás en el punto designado.

― ¡Wow! Qué bonito lugar – Admiraba Naruto los alrededores - ¿Dónde estamos?
― Les doy la bienvenida al campo de entrenamiento número 44 – Explico Anko, animada – Pero lo solemos llamar, el bosque de la muerte.
― Todo este lugar me pone muy nerviosa – Admitio Sakura.
― Muy pronto averguaran porque lo llamamos así – Dijo entre risitas Anko
― Es el bosque de la muerte y muy pronto averiguaran porque – Se burlo Naruto repitiendo lo que había dicho la sensor – Lo hace muy mal si quiere asustarme, yo puedo controlar lo que sea.
― Oh ¿enserio? ¿Y puedes controlar esto?

Anko fue veloz, arrojo un kunai provocándole un rasguño en la mejilla a Naruto y al siguiente momento estaba desde atrás, el rubio estaba completamente anonadado.

― Los chicos rudos como tu suelen dejar su sangre regada por todas partes – Anko se puso a la defensiva por otra persona que se acerco por detrás.
― Solo te devolvía tu kunai.
― Te lo agradezco ninja de la hierba pero te sugiero que te quedes a esta distancia de mi.

Ese ninja no sabía lo que era la distancia personal, y encima utilizar su lengua para regresar un kunai era desagradable.

― Vaya, todos estan de mal humor hoy. Debe ser algo en el aire – Mitarashi regresa al frente de todos – Ahora, antes de comenzar este examen, hay algo que tengo que darles a todos ustedes – De su saco obtuvo un paquete de papeles – Es una carta de consentimiento. Antes del examen todo leerán esta forma y después firmarla.
― ¿Y para que es eso? – Cuestiono Naruto.
― ¿Enserio Naruto? – Lo acuse casi ofendida por no saber leer entre líneas.
― Puede que algunos de ustedes no regresen luego de este examen y yo debo tener su consentimiento por ello – Explico como si fuera algo de todo los días – De otro modo serian mi responsabilidad.

Mitarashi le pidió a Naruto que para las formas y comenzó a explicar en qué consistiría el examen. El segundo examen consiste en una competencia parar obtener dos pergaminos, uno del cielo y el otro de la tierra. Todo está permitido, incluyendo la muerte.

― Entiendo – Hablo Sasuke - ¿Y cómo pasamos el examen?
― Tu equipo entero debe llegar con ambos pergaminos a la torre.
― Eso significa que la mitad quedara descalificada – Anuncio rápidamente Sakura – O puede que más, porque no sabemos qué equipo tiene que pergamino.
― Nunca nadie dijo que sería fácil – Respondió Anko – Y una cosa más, el examen tiene un tiempo límite, deben terminarlo en cinco días.

Después de esa última aclaración toda comenzaron a murmurar, sobre que comeríamos, lo que puede estar adentro del bosque, el poco tiempo para descansar y más tiempo que deberíamos mantenernos alerta. Bien, ahora sí parece un verdadero examen.

― Después de entregar las formas y recibir su pergamino, cada equipo escoja una puerta por donde se les permitirá entrar – Anko parecía estar cansada de explicarnos cada cosa – Ah y quisiera advertirles una cosa más. ¡No se mueran!

Cautivaste mi corazón. (Kakashixtú) [Finalizada]Onde histórias criam vida. Descubra agora