c a p í t u l o 18

5.4K 633 121
                                    

Su mano aprisionaba las placas que colgaban de su cuello como si fueran su posesión más preciada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su mano aprisionaba las placas que colgaban de su cuello como si fueran su posesión más preciada. Cerró los ojos por unos segundos y se permitió viajar al pasado en donde todo era más fácil, o por lo menos así lo creían. Un pasado donde el futuro estaba lleno de posibilidades, de tener un final feliz. Debió apreciar más esos momentos cuando los tenía.

Necesitaba un momento sola, un buen rato que le permitiera poner en orden sus emociones por muy imposible que pareciera. Fury aún no terminaba de detallar la misión que pronto realizarían, lo que le permitía relajarse un poco.

— ¿Estás bien? —la voz de Steve no la hizo cambiar su posición.

Celine suspiró.

— ¿Recuerdas cuando James insistió en ir a un baile por mi cumpleaños? —comentó sonriendo, como si nada malo estuviera pasando.

Steve sonrió ante el recuerdo. Guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón y se acercó más hacía ella.

— Lo recuerdo. —dijo con una muy pequeña sonrisa.

— Bailamos toda la noche. —siguió contando la castaña— Tanto que tuve que regresar a casa con mis zapatillas en la mano. James me cargó por dos calles creo.

— Tres. —corrigió— Yo llevaba tu bolso.

Celine sonrió aún más y pronto se vio abrumada por las emociones que esos recuerdos le provocaban. Su sonrisa desapareció, sólo quedó una expresión de tristeza. Steve apretó los labios y pasó su brazo por los hombros de la chica.

— Sólo nos teníamos nosotros tres, lo traeremos de vuelta. Te lo prometo.

— Va a estar allí, ¿saben? Sin importar quién era y quien es ahora, no creo que sea el tipo de persona que salvas, es el tipo de persona que detienes.

Las palabras de Sam hicieron que Celine se apartara de Steve, y mirara al recién llegado de mala manera.

— No lo conoces. —refutó la castaña.

— Él tampoco a ti. —le recordó— Natasha tiene razón, todo lo que conocías de él ya no existe. Es una persona completamente diferente, no te recordará.

— Lo hará. —dijo muy segura. Llevaba repitiéndose lo mismo a sí misma por horas como si así fuera a cumplirse— Ya lo verás.

Optaron por mantenerse en silencio porque era mejor a iniciar una discusión entre ellos. No necesitaban eso ahora, debían permanecer unidos porque sólo así tendrían éxito.

Celine respiró profundamente hasta que pudo calmarse. Comprendía todas y cada una de las razones que tenían para rehusarse a ayudarlo, pero ellos no lo conocían en lo más mínimo. Muy en su interior sabía que aún quedaba algo del James que conoció y amó hace tantos años.

— Si me permites preguntar, ¿cuántos años dices que tienes? —preguntó Sam de repente, ganándose miradas nada agradables.

{...}

𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora