IMPERIO:2WISH

EL COMIENZO.

Todo había comenzado de manera tan rápida que apenas y habían tenido tiempo suficiente para actuar, era de madrugada cuando un mozo entró a sus aposentos, después de presentar sus respetos se había posicionado delante e él, y aún con la cabeza gacha había murmurando.

---Majestad, un grupo de rebeldes han entrado al palacio.---La voz del joven hombre hizo que todo rastro de sueño se fuera de su cuerpo, de inmediato se puso de pie. Reaccionando alerta ante el peligro.

---¿La Reina?, ¿mis príncipes?---Fue lo primero que salió de su boca, refiriéndose a su hijo y hermanos.

___El general ha ido por ellos su señoría, los llevará al harem donde los guardias les cuidaran hasta que todo haya pasado.

---Bien, trae mi armadura.

El mozo salió de su habitación, el rey dio pasos rápidos pasa vestirse con propiedad dejando la fina ropa de dormir olvidada.

En poco tiempo salió a pasos feroces por el camino dorado, la armadura de oro reluciente sobre él tintineaba al mismo tiempo que sujetaba la espada con fuerza listo para hacer frente al ataque a su palacio.

El era el rey Mean Phiravich, comandante supremo y gobernante, no permitiría que nadie pensara siquiera en poner un pie en su territorio sin obtener un castigo.

Caminó hasta su prioridad, el harem donde no sólo se encontraban las odaliscas y omegas, si no también la familia real que por tradición tenían sus aposentos ahí, separados del ala real.

---Mi rey---Un guardia imperial se presento ante el, bajo su espada para inclinarse con respeto, el pequeño ejército a sus espaldas imitó a su comandante.

---God, Dime que ha pasado.---Rigió siguiendo con su camino, a medida que salía de los pasillos privados, escuchaba el caos que había por todo el palacio.

---Son al menos cincuenta enemigos, los guardias están peleando en la entrada norte para impedir su acceso al...

Entonces escucharon a la perfección los gritos histéricos de lo que creyeron eran varias mujeres.

El rey reaccionó antes que todos, corriendo por donde creía el sonido se había escuchado, el olor a miedo estaba en cada esquina haciendo que fuera más fácil saber a dónde ir, sentía el sudor frío bajar su frente los pasillos parecían interminables y su desesperación comenzó a incrementar.

Cuando llegó se dio cuenta que era la entrada del harem, justo a donde quería llegar en primer lugar. Su corazón se heló al ver la escena. La reina estaba siendo acorralada por un grupo de hombres que apuntaban sus espadas hacia ella, su propio hermano el príncipe Bass intentaba calmar al niño en sus brazos al cual ambos protegían, a sus pies estaban cuatro cuerpos femeninos a quienes reconocido como las damas de su consorte.