La Marca

XXVII

28 de Octubre | Unos minutos antes de la boda

¿Dónde estaba Jiang Cheng?

Jiang Cheng estaba perfectamente listo, vestía su traje y ya estaba en el lugar de la boda. Solo estaba escondido en el baño, tratando de calmarse para no tener ataques de pánico.

La idea de verlo después de tanto tiempo asustó a Jiang Cheng. No sabía cómo reaccionaría si lo viera; su sonrisa, su risa, su olor, su calidez, todo.

Jiang Cheng respiró hondo mientras sentía que su pecho se apretaba. Tenía que verse bien; Wei Ying estaría aquí en cualquier momento.

Puso sus manos sobre el fregadero mientras respiraba profundamente continuamente.

Joder, estoy bien. Estoy bien. Estoy bien.

De repente, la puerta se abrió de golpe y reveló a un Wei Ying frenético, lo que hizo que Jiang Cheng se enderezara de inmediato y sonriera.

"¡JIANG CHENGN!" Wei Ying gritó de alivio.

"¡Wei Ying!"

Inmediatamente echó sus brazos alrededor de Jiang Cheng y lo abrazó con fuerza.

"¡Te extrañé mucho!"

Jiang Cheng se rió y abrazó a Wei Ying con la misma fuerza.

"Te extrañé mucho más."

"Estoy feliz de habernos reunido, pero tenemos que irnos, Huai Sang nos matará". Wei Ying habló, alejándose del abrazo.

Wei Ying tiró de la mano de Jiang Cheng, listo para irse, pero Jiang Cheng no se movió ni un centímetro.

"¿A-Cheng?" Wei Ying llamó, volviéndose hacia él de nuevo. "¿Qué pasa?"

Jiang Cheng tomó una respiración profunda y temblorosa, apretando la mano de Wei Ying con fuerza.

"A-Cheng, ¿estás bien?" Wei Ying preguntó, completamente preocupado.

Jiang Cheng asintió con la cabeza, exhalando mientras lo hacía.

"Estoy-estoy bien, Wei Ying. S-Sólo..."

"A-Cheng, ¿nos reunimos después de meses y lo primero que me haces es mentir?" Wei Ying suspiró, apretando la mano de Jiang Cheng. "Dime qué pasa, por favor."

Jiang Cheng se mordió el labio y miró a Wei Ying en silencio.

"¿Es... es por él?" Wei Ying preguntó con cautela.

Jiang Cheng sin querer agarró la mano de Wei Ying con más fuerza, haciendo que Wei Ying lo tomara como su respuesta.

"A-Cheng", dijo Wei Ying en voz baja. "Está bien. Estoy aquí, Huai Sang está aquí. Estamos todos aquí".

Wei Ying agarró la otra mano de Jiang Cheng y la apretó.

"No tienes nada que temer". Wei Ying le dijo gentilmente. "¿Bueno?"

Jiang Cheng podía sentir que se le formaba un nudo en la garganta y las lágrimas le cubrían los ojos mientras asentía.

Wei Ying lo abrazó y lo abrazó con fuerza. "Aish, no llores. Tú también me harás llorar. Esta ni siquiera es nuestra boda."

Jiang Cheng soltó una risa llorosa mientras se calmaba y se relajaba del abrazo de Wei Ying.

"Realmente te extrañé." Jiang Cheng susurró en voz baja.

"Yo también te extrañé mucho." Wei Ying susurró de vuelta. "Todos lo hicimos".

Jiang Cheng permaneció en silencio por un momento, dejando que su respiración se calmara.