CAPITULO 4

514 57 43
                                    

Dos semanas después.

Un obsequio cortesía de...

Elena.

Siento la alarma sonar por tercera vez en mi oido, pero no le presto atención, la siento tan lejana, como si no estuviera sonando junto al lado mio, como si los hermanos no me estuviera esperando abajo del complejo, como si no tuviera un examen con mi sexy profesor que odio como...

—Mierda el exámen. —Me levanto tirando las sabanas lejos, dejo caer mi celular y tambien mi libro el cual me pase todo la noche leyendo, leer hasta altas horas de la noche no es de mi agrado pero el trabajo consume mi tiempo y les juré a mis padres que podría mantenerlo bajo control y eso es lo que haré.

Me lavo los diente con la mano derecha mientras con la izquierda cepillo mi cabello y mi mente piensa en donde deje mis plumones la noche anterior, no puedo olvidarme de nada, ayer el profesor pidió un par de cosas, como la característica bata de quirófano, así que supongo que entraremos en él, el año pasado yo le cosí el estómago a una rata sedada. Mi asco por las ratas es evidente pero de todas formas realicé la cirugía con exito, no sé que paso con el pequeño roedor después de eso pero ver a una rata por más de una hora me ayudo aminorar mi repudio hacia estos animales.

Abro mi armario pero en el reflejo de éste puedo ver la hora y lo unico que tomo son unos tenis blancos, me los pongo y cuando me estoy anudando los cordones me doy cuenta que olvide por completo los calcetines.

—He tenido dias peores...—Termino con mis tenis y recojo las cosas que deje caer al suelo,  guardo mi celular y mi libro dentro de mi bolso, las llaves de la habitación y tambien las llaves de la biblioteca y al abrir la puerta me encuentro con los gemelos. Fruncen el ceño al ver lo que traigo puesto.

Antes de que Giovanni abra la boca digo. —No pregunten.

Le entrego mi bolso al mayor y tomo la mano del menor para ponernos en marcha. En este corto tiempo me  acostumbré a que Giovanni llevara mi bolso y a tomar la mano de Matt así que ya no pregunto, me volví una desvergonzada con los hermanos.

—¿Esa es tu pijama?— La curiosidad de Giovanni no me sorprende, Matt tambien me mira intrigado y después de unos segundos decido contestar.

—Si.— Me limito a decir.

—Deberíamos hacer una pijamada.— Estoy acostumbrada a pensar que Giovanni es un pervertido sin remedio alguno, pero entender de inmediato esa frase con doble sentido me hace pensar que estoy igual o peor que Giovanni.

—Suena bien.— Dice el menor y yo me río levemente.

—No tú no estas invitado.— Giovanni palmea el hombro de Matt y este rueda los ojos.

—No lo sé, sin Matt creo que seria aburrido.— Decido seguirle el juego al mayor y esta niega esbozando una pequeña sonrisa.

—Será de todo menos aburrido...Jugaremos twister.

—Y veremos Netflix. — Matt me guiña regalándome una bonita sonrisa característica de él, y ahora no sé que pensar.

—Tal vez, algún dia.

Entramos a nuestra facultad y subimos con rapidez la escaleras doblo el pasillo pero rápidamente me escondo detrás de los gemelos al ver a todos salir del aula, de seguro ya van al quirófano.

—Se están acercando, tú solo únete nadie se dara cuenta de que te incorporaste.— La voz de Matt me tranquiliza y asiento.

—No lleva ni un mes aqui y una rubia acosadora casi la persigue por todas partes, llamo hijo de puta al hijo de puta y por si no te das cuenta esta en pijama, yo creo que si se darán cuenta.

CAUTIVADORAWhere stories live. Discover now