CAUTIVADORA

CAPÍTULO 3

Dos de cinco.

Mason.

—¡Señor, no puede pa...!—Ignoro a la escuálida secretaria de mi hermano y entro a su oficina.

—Pedí una cita hace más de una hora y la incompetente de tu secretaria me dijo que tienes la agenda llena.

—¿Qué acaso no sabés tocar?—Mark ignora por completo mi comentario y ahora puede darme cuenta que el idiota que no sabía la respuesta número cinco se encuentra frente a mi hermano con la ropa toma manchada.

—Fuera.— Ordenó y este se levanta de inmediato.

—Siéntate.— Dice mi hermano y él hace exactamente lo que le dice.

«Idiota.»

—Escúchame bien niño estúpido, si no te vas en este mismo instante voy a tomarte de esa horrible camiseta que traes puesta y te voy a colgar del estandarte que está fuera de la universidad y después de bajarte... Si es que te bajo claro, recorrerás todo el campus diciéndole a todos que quien une al estómago con el hígado es el epiplón, por si no sabías esa es la respuesta a la pregunta que causó la anulación de tu prueba y también la de tu compañera que si no hubiera sido por tí tendría una calificación perfecta.

—¿Qué?— Murmura Mark. Pero lo ignoro. Estoy seguro que se quedó en la parte en la que dije estómago.

—¿Qué esperas?— Él traga saliva y voltea mirar a mi hermano con los ojos suplicantes.

Este suspira y resignando responde.

—Ya vete, pero no te olvides recoger tu reporte y date un buen baño.— Sobra decir que salió corriendo— .Te pago para que enseñes a mis estudiantes, no para que los espantes.

—Estoy seguro que ese incompetente no aprendió nada en estos cuatro años así que le estarías haciendo un favor al echarlo de aqui, es becado ¿Como mierda se supone que lo aceptaste aqui?

—Es hijo de un accionista.

—Te voy a matar.

— No, no lo haras. Ahora si, retomemos nuestra pelea de hermanos, déjame entro en mi papel.— Se aclara la garganta— ¿Qué acaso no sabés tocar la maldita puerta, Mason?

No sé si rodar los ojos o golpearle la cara.

«Ambas ideas suenan tentadoras.»

—Ya dime Mason ¿Qué es lo que quieres? Tengo una reunión en diez minutos y no estoy para tus berrinches.

—Quiero la expulsión de ese niño— Señaló vagamente la puerta para que se haga una idea de quién estoy hablando.

—¿Me estás jodiendo?

Gruño.

—Ok, ok dime porqué lo quieres expulsar y juro que me lo pienso.

—Intento hacer trampa en un exámen y no tuvo los cojones suficiente para defender a su compañera o para simplemente aceptar su error, es un cobarde y la carrera de medicina no necesita cobardes así que es mejor que lo expulses y al hacerlo decirle que estudie para ser profesor de kinder.

—No puedo expulsarlo definitivamente además, ya le envié un reporte por destruir propiedad de la universidad.

—¿Propiedad de la universidad?— Ese chico no tiene cara ni de matar una mosca.

—Rompió un vaso... Y era de colección.

—Mark...

—¿Sabes Mason? Yo creo no estás enfadado por el muchachito cobarde.