Capítulo XVI

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Han pasado 2 días, estábamos de nuevo en el avión. Amerie dormía en el asiento frente mío, Evan también dormía, pero a mi lado. Vi a la azafata, mirándome mal yo solo hice un gesto de amabilidad, solo tendré paciencia no me puedo rebajar a su nivel.

Después de varias horas de vuelo, llegamos a Dark Kingdom. El cielo estaba gris, pronto lloverá, es lo mejor. Ya me imaginaba leyendo en mi alcoba un buen libro y tomando un poco de café.

—Evan, cuidado con la bebé— gruñí frustrada, todavía seguía con leves mareos desde que me dieron de alta, a pesar de eso quería llegar también rápido para ver a papá y mi hermano.

—Lo siento, tranquila— se sintió apenado.

Subimos a la limusina, dejamos a Evan en su castillo y me despedí de él con un beso en la mejilla. Eran las 5:20pm, poco a poco las gotas resbalaban en la ventana, los árboles verdes llenos de vida y el clima le dieron un toque nostálgico.

—¡Mi niña, estas devueltas en casa! — Mi papá me abrazo. Mas atrás uno de los guardaespaldas con la bolsa y la bebé; me la entrego en mis brazos.

—Que bella es mi nieta será muy consentida por mí, pero no tendrá novio— con cierta burla.

—¡PAPÁ! Todavía es una niña, ni yo se lo permitiré — reí con una carcajada, había extrañado a mi padre, él es una de las razones que me da fuerzas para seguir adelante.

—A ver a mi sobrina— Rubén tomando a la bebé.

—Es hermosa, eres más hermosa que tu madre— lo miré mal.

—Pero soy mucho más hermosa que tú.


Subí las escaleras con ella en mis brazos. Entre a mi habitación, al parecer papá compro una cuna para ella, estaba cansada. Mañana era la coronación de César, mis doncellas vinieron por la bebé para darle de comer.

Mire a través de la ventana de mi balcón, la ciudad estaba iluminada, escuchaba a los niños jugando y a los vendedores gritando. Deseaba tener un día ser alguien normal en la ciudad, sin la necesidad de usar el collar.



|EVAN|


Vine ayudar al Rey Anthony del Reino Demonio, para la coronación de César. Todos estaban de un lado a otro, llevando cosas de aquí a allá sin descanso.

—Evan, pásame eso— le pase un jarrón para las flores.

—Gracias, por ayudarme faltan estos dos jarros por decorar— se los pase.

—De nada Eli, sabes que siempre estoy dispuesto a ayudar

—¿Cómo van las cosas con Sao? —pregunta sin mirarme. Estaba concentrada arreglando las margaritas en el jarrón.

—No sé, creo que bien— titubeé mucho, rayos ya debe ver que las cosas están un poco inciertas.

—Tal vez la conseguirás, solo ten confianza en ti mismo

—Gracias, bueno me voy, nos vemos mañana.

Me despedí de todos, subí a mi carro y me dirigí a la joyería del pueblo lobo, llegué en 20 minutos, sin tráfico ni contratiempos. Había banderas doradas y blancas en casas hasta locales representado los colores del reino, cierto pronto es la celebración de la luna llena. Será otro día sentado en frente del pueblo bailando y felices y solo puedo limitarme a observar.

—Su alteza, ¿A qué se debe el honor? — saluda, una mujer mediana edad de cabello rubio y ojos azules, haciendo una leve inclinación hacia mí.

Dark SecretWhere stories live. Discover now