Capítulo XXV

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—Señorita Saori, la solicita su padre— escuche a Anna gritar desde el otro lado de la puerta. No veo a Amerie en su cuna. —Tranquila, ella está bien jugando con su abuelo— adivinó mis pensamientos.

Baje a la cocina, mi padre jugaba con la bebé. Akira con 5 meses ya, es una chispa andante. Sabe lo que quiere y lo que no. Por ejemplo: No le gusta la papilla de carne de cordero, tiene que ser carne de res.

—Hola papá— lo saludé con un beso en la frente. Ya los años se le notaban, sus pómulos marcados y las canas. No sé qué sería sin él.

—Mi niña, toma asiento— Rosa me pasa el desayuno de Amerie y se la empecé a dar. Beth se servía agua, cuando paso a mi lado olía a recién duchado, todavía estaba en su turno de guardia.

—Tenemos una pista del ataque, al parecer es alguien del castillo del reino lobo, mañana a temprana hora revisarán a los guardias— me quedé muda por unos minutos.

—¿Qué pasará si lo encuentran? ¿Qué le harán él o ella? — sus ojos demostraban nada de compasión

—Lamentablemente pasar 586 años en prisión.

—Padre, eso es mucho tiempo— se el daño que me hizo esa persona, pero eso es demasiado tiempo. Bethwel me interrumpe.

—Señorita Saori, su padre tiene razón, es justo cuando salga te buscará, te va a querer matar— se apoyó de brazos cruzados en la encimera.

—Escucha a Bethwel, lo hacemos por tu bien— me besó la mejilla — Iré arreglar unos papeles de unas mercancías de Shanghái y tomare una siesta— se retiró de la cocina.

—Voy a hacer seguir haciendo guardia hoy Kaia— se despide de mí y de Amerie también.

Recordé de lo que tenia que decirle a mi padre, ya son las vacaciones de dos meses y quería viajar a Japón, tengo parte de la plata ahorrada de la plata que recibía en mis cumpleaños y diversos torneos que ganaba, solo me faltaba poco para llegar a la meta que quería. Voy al despacho de mi padre y estaba viendo los papeles justo como había dicho.

—Papá, te tengo una propuesta— me siento en una de las sillas que estaban al frente de su escritorio. —Puede que no te guste o puede que me la rechaces.

—Ángel, todo lo que sale de tu boca, a veces me da la impresión de que será algo que no me esperare— me mira con una leve sonrisa. — A ver, ¿Cuál es tu propuesta?

—Sabes que siempre he querido ir a Japón y me falta poco para llegar a mi meta y necesito que me ayudes, no quiero que sea gratis, puedo trabajar dentro del castillo— lo suelto sin tomar pausa.

Se volvió un silencio de espera, él voltea su mirada a la ventana y yo movía mis manos nerviosas a su respuesta. Tomo de nuevo los papeles y comenzó a revisarlos nuevamente, solo espero pacientemente, esperando un no mas que un sí. Toma su celular y teclea algo lo cual no se que puede ser. A los minutos alguien toca la puerta y era Josh.

—Josh, a partir de esta semana Saori te ayudara con las tareas de los establos y otras que necesites, no la trates como la princesa, si no como una empleada más— ordena mi padre.

Por dentro sentía emoción, pero a la vez sabia en lo que me había metido. Josh era de mi misma edad, aunque parecía mucho mayor de lo que no es.

—A sus ordenes su majestad, si quiere puede empezar hoy— me mira de arriba abajo— Princesa creo que debería cambiar su atuendo ya que será un trabajo pesado, le daremos su uniforme.

—Ah sí, voy enseguida— corro hacia la puerta y me detengo en umbral, regreso y le doy un beso en la mejilla a papá. —Gracias por confiar en mi papá.

Dark SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora