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Si no tuviera registrado sus propios celos gracias con sus pastillas y su aplicación, habría sabido en el momento en que se despertó que hoy era el día de todos modos. Louis se siente listo para saltar fuera de su propia piel. Su cuerpo está caliente por todas partes. Las sábanas de su cama se le pegan un poco, especialmente alrededor de su trasero, donde ya puede olerse a sí mismo.

Se masturba y se mete los dedos en la ducha, luego se afeita un poco la cara y se arregla un poco. Como siempre está solo durante sus celos, a menudo se empolva las pelotas para evitar rozaduras, pero está bastante seguro de que Harry no lo apreciaría.

Mierda, Harry. No se habían dicho mucho más al respecto y solo se habían hablado por mensaje de texto. Louis había pasado siglos componiendo su respuesta inicial para parecer tan indiferente como Harry al respecto:

Gracias, sé que no es ninguna de nuestras primeras opciones, pero mi carrera (y Liam lol) te lo agradece. Te lo compensaré de alguna manera. Solo dilo.

Harry había respondido, después de unos minutos:

Haha, tal vez puedas recomendarme cuando necesites un fotógrafo en tu nuevo trabajo

Y entonces,

Solo bromeando haha

Louis había respondido con un 'haha' de inmediato, luego siguió adelante y se puso manos a la obra, ya que nunca habían sido buenos para hablar entre ellos. Le había preguntado si Harry estaba limpio y si podía llegar el próximo miércoles por como lo señalaba la aplicación de seguimiento de celos, y que él se ocuparía del resto. Harry había dicho que sí a ambas cosas. Y eso fue todo, entonces, y de repente el momento es ahora.

Harry llegaría a la hora del té, y todavía queda mucho por hacer. Louis abre todas las ventanas de su piso hasta que le castañetean los dientes, en un intento de ventilar el lugar, aunque sabe que pronto será inútil. Enciende algunas velas de tabaco de vainilla, la versión alternativa de las costosas velas que Harry guarda en el piso de los chicos. Se pregunta si su calor lo hará oler más atractivo para Harry. En realidad, podría ser lo contrario.

Hablando de aromas, guarda sus atuendos de trabajo de los primeros días en una bolsa de ropa en su armario (que puede o no estar lleno hasta el borde con toda la mierda que ha recogido del piso de su habitación), para que no estén tan saturadas del olor de su celo. También cambia las sábanas de la cama y deja otro juego limpio en la silla del dormitorio, junto a una pila de toallas mullidas, por si acaso.

Tiene la nevera llena de bocadillos rápidos y botellas de agua en la mesita de noche.

Nunca ha estado tan preparado para un celo, ni siquiera cuando ha tenido pareja, y siempre se arrepiente de aquello al final, cuando sale de la niebla hambriento sin nada para comer y exhausto hasta los huesos sin sábanas limpias en las que caer.

Se prepara un sándwich, luego se masturba en la ducha por última vez, lavándose el trasero inútilmente. Después se pone sus pantalones de chándal más cómodos y fáciles de quitar y espera. Está nervioso, inseguro de cómo Harry se comportará con él, cómo reaccionará ante Louis en celo. Si es que llega a aparecer.

Harry aparece, justo cuando dijo que lo haría, golpeando suavemente la puerta. Cuando Louis le abre la puerta, frunce el ceño.

"Deberías encontrar un lugar con más seguridad. Ni siquiera necesité permiso para entrar"

"Hola a ti también." Louis pone los ojos en blanco. "Y tú no vives en un edificio con seguridad".

Harry le lanza una mirada que dice: "No soy un omega que vive solo".

Where you lay | l.s | traducciónWhere stories live. Discover now