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Domingo

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Domingo

Xiao Zhan se encontraba en el patio trasero de su casa pintándose el cabello, pero su madre decidió comprarle el tinte castaño. No se dio cuenta hasta cuando ya salió del baño gritando maldiciones mientras buscaba a su progenitora para que le explicara por qué lo hizo.

―¡Mama!― gritó cuando la encontró en la cocina tomando un vaso de agua. ―¿Estás loca? Sabes cómo me van a ver los demás.

―Claro que lo se cariño, cuando te vean van a babear por ti― Zhan se acercó más y sin importarle comenzó a sacudir a su mamá haciendo que riegue todo el agua.

―Qué parte de que tengo que pasar desapercibido no entendiste― seguía agitando a su mamá.

―¡Basta!―suspiró cansada.―Un cambio no hace mucho daño cariño. No es mucha diferencia.

―Todos van a decir que soy un oxigenado. Van a pensar que siempre me pinto.

―Eres peliblanco natural, no exageres. Un día tendrás que dejar de tinturarte―sin más la señora Xiao se fue dejando a su hijo llorando en la cocina.

Zhan no fue a clases desde su celo por precaución. Los tres primeros días fueron de su celo doloroso, el cuarto esperó a que desapareciera totalmente, el quinto por vaguería y el fin de semana pidió las tareas a Dylan, en quien confiaba un poco más.

(...)

Ya era lunes por la mañana y Xiao Zhan estaba camino a la universidad en su moto, decidió ponerse un gorro de lana para cubrir su cabello.

Fue alegre escuchando música hasta la entrada de la universidad. Cuando estuvo a punto de entrar sus tres amigos se pusieron delante de él evitando que pasara.

―¿Se puede saber por qué no viniste una semana entera a clases?― preguntó Zhoucheng.

―Déjenme me termino de estacionar―se bajó de la moto y se sacó el casco sin que se saliera el gorro.

―Ahora responde cobarde― habló Haikuan.

―Mi celo se adelantó―dijo como si nada.

―Que yo sepa solo dura tres días. Pero es preocupante que se te adelantara.

―A-Cheng, no te preocupes. Me siento genial. Los demás días decidí descansar.

―Pudiste llamarnos, ni nos dejaste entrar a tu casa, bueno, esa fue tu mamá.

―Quería tranquilidad. Mi mamá solo quería que no me vean en ese estado.

―Está bien― dijo Zhoucheng en un suspiro.

―Y... ¿por qué el gorro?― pregunta HaoXuan mientras van caminando.

―Hace frío. Además me queda bien― Xiao Zhan aceleró su paso.

𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗒 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹 ! 𝗒𝗂𝗓𝗁𝖺𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora