Xiao Zhan es un omega de 25 años, está en su último año de universidad. Es un omega alegre, hermoso, inteligente, talentoso, pero sobre todo único en su especie aunque debe ocultarlo de la sociedad. Pero no por mucho tiempo.
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―Buenas tardes señorita, ¿se encuentra el señor Wang Yibo en su oficina?―pregunta Zhan a la secretaria de Yibo.
―Buenas tardes. ¿Tiene una cita con el señor?
―No la tengo, pero dígale que Xiao Zhan quiere hablar de manera urgente.
―Espere un momento por favor―la señorita beta tomó el teléfono―Señor Wang, el señor Xiao Zhan quiere verlo―esperó un momento y luego colgó.―Siga por favor, le espera en su oficina.
―Muchas gracias―le dio una sonrisa que la hizo suspirar. Se dirigió a la puerta de la oficina y golpeó dos veces.
―Adelante― Xiao Zhan entró y la primera imagen que recibió fue a un Yibo sexy. Sentado detrás del escritorio su mirada fría y calculadora. Xiao Zhan casi cae de rodillas al adentrarse más, el aroma de Yibo estaba en todo el lugar.
―Buenas tardes, señor Wang―dice Zhan mientras se sentaba en la silla de clientes.
―No soy tan viejo, dime solo Yibo. Tengo 29― sonrió coquetamente.
―Bueno, Yibo, por lo que pasó hoy vine a... disculparme― soltó sin más.
―Vaya, pensé que vendrías a pedirme que no hablara de tus ojos― Xiao Zhan se tensó.
―También estoy por eso aquí. Sabe que si habla de mi... diferencia, acabará con mi vida ¿cierto?
―No exageres, Xiao Zhan. Si mostraras tus ojos plateados serías el centro de atención. Todos quisieran tenerte en sus empresas como modelo.
―No pienso mostrar mis ojos a otros, desgraciadamente usted es el único que sabe de esto. No quiero ser el centro de atención, sabe que no voy a recibir comentarios buenos.
―Todos reciben malos comentarios, pero dudo que tú los recibas. Eres realmente hermoso, Zhan― el mencionado se sonrojó por las palabras coquetas.
―De pequeño fui el centro de atención en mi escuela por mis ojos, no sabe cuántos insultos recibí, solo el recordarlo hace que quiera... no sé― suspiró. ―Tuve que escapar con mis padres para poder salir de mi depresión a mis 10 años. Soy muy sensible, si demuestro quien soy sé que no voy a salir bien de esto.
―Acaso... ¿eras el niño de cabello blanco?― Yibo se levantó de su asiento. Xiao Zhan respiro profundamente, no iba a negarlo, confiaría en Yibo ―Pero el omega de cabello blanco no tenía de ese color de pelo. Ahora eres castaño.
―Usaba tinte, mis padres me lo dieron porque el color negro era normal pero recientemente me lo pinté de castaño. Mis ojos también los oculto pero sin necesidad de lentillas, puedo controlar muy bien eso, pero no sé qué me pasó contigo, me descontrolé y ahora lo sabes.
