Ecos

12. Después del incendio ()

Wei Wuxian no sabe cuánto tiempo ha estado en esta habitación abandonada. Lógicamente, sabe que solo han pasado un par de días, una semana como mucho, pero se siente como una eternidad.

Los primeros días, se había perdido en el dolor que corroía su cuerpo y devoraba su corazón; las pesadillas están teñidas de negro y rojo, y le provocan dolor cada vez que se duerme. Cuando Lan Zhan estaba con él, podía mantenerlos a raya, su guqin protegía sus sueños, pero sin él empeoraban cada noche. Lotus Pier arde y Cloud Recesses está rojo de sangre. Jiang Yanli muere y sus cenizas se esparcen por el viento (¿o no? Las cenizas de una mujer son irrespetadas, eso él lo sabe. ¿Quién más podría ser, si no ella? ¿Quién otra mujer podría importar tanto?)

Todo es confuso cuando se despierta; las imágenes se dispersan rápido, pero no lo suficientemente rápido para que no pueda captarlas, y el dolor persiste durante tanto tiempo que cree que se quedará para siempre con él. Todo es confuso pero, al mismo tiempo, todo parece estar más claro ahora, como si la espantosa historia que cuentan sus sueños finalmente tuviera sentido, de alguna manera.

Lentamente, quizás demasiado lentamente, pero aún así. 

Wei Wuxian se esfuerza por no quedarse dormido, pero está tan débil que no puede evitarlo. Ni siquiera tiene forma de saber si afuera es de día o de noche, atrapado como está. Ellos, esos malditos perros Wen, cubrían las ventanas casi por completo, solo un pálido rayo de sol tratando de iluminar la oscuridad de su fría prisión. El clima en Yunmeng, sus mañanas brillantes y sus crepúsculos coloridos, dificulta adivinar la hora del día con solo ese destello del sol. Su cuerpo duele de una manera terrible, al igual que su corazón.

Lotus Pier había sido un lugar tan encantador. Lo que una vez estuvo lleno de luz y risa ahora es cenizas y sangre, fantasmas que recorren los pasillos contando historias fallidas de guerra y recuerdos de días soleados que nunca volverán.

Ahora es el único loto en Lotus Pier.

El pensamiento aplasta su alma.

Casi todo un clan desapareció, solo para mostrar poder.

Esta no es la primera vez.

El dolor de su cuerpo es intrascendente cuando recuerda que ahora, en su pecho, solo late su corazón cansado, ya no acompañado de una luz sagrada y dorada.

Valió la pena, piensa, aprensivo. Puedo vivir sin un núcleo dorado. Ni siquiera lo necesito.

Pero, en verdad, lo hace, y todavía duele, incluso cuando no cambiaría su elección por nada en este mundo, no si ese sacrificio hubiera mantenido a su hermano a salvo. 

Este sacrificio lo ha hecho dos veces, después de todo, y lo volvería a hacer si fuera necesario. 

Incluso si Wei Wuxian siente que podría permanecer donde está por la eternidad, enterrado por la culpa, el dolor y los sueños, sabe que no puede. Tiene muchas ganas de hacerlo, ceder y perderse en el olvido, pero todavía no puede permitirse ser derrotado. Wei Wuxian no puede rendirse ahora, debe escapar y reunirse con Jiang Cheng (que está vivo , no importa lo que muestren las pesadillas), y deben encontrar a su hermana (que respira , cuyo corazón todavía late con fuerza en su pecho,)( cuyas cenizas ni siquiera existen), que debe estar sola y asustada, ignorante del destino de sus hermanos.