Capítulo 4 - Ataque de risas

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-Hola- lo saludo al llegar frente a el.

-Hola- responde -¿Nos vamos?- pregunta abriendo la puerta del auto. No respondo solo sonrió y subo.

-¿Que le apetece cenar señorita Rodríguez? - pregunta antes de que Carl encienda el motor.

-Digame Paula porfavor- veo su expresión divertida -Y me apetece comida rapida como...¿ Una hamburguesa?, ¿podriamos ir algun McDonalds o Burger King?- el suelta una carcajada -¿Se esta burlando de mi señor Lawell?- finjo estar ofendida, el deja de reir al ver mi expresión

-Disculpe señorita Ro....- se detiene al escucharme reir. La expresión que el ha puesto por pensar que estaba molesta me causo mas gracia -Carl llevanos algun Burger king- anuncia y este enciende el motor rapidamente, Alexander me mira y rie conmigo

-Casi me la creo Paula- mueve su cabeza como si no lo creyera.

-Devio ver su cara señor lawell, fue todo un poema- No puedo dejar de reir, lo miro pero el ya no rie, esta serio observando mi ataque de risa, paro de reir ya que me avergüenza que me mire tan fijamente.

-No te detengas sigue riendo, tienes una bella sonrisa- ahora estoy callada y avergonzada.

Llegamos al lugar, Alexander abre mi puerta caballerosamente. Entramos y el me indica que tome asiento ya que el pedira la cena, voy a sentarme en una mesa para dos personas, Carl se ha ido por ordenes de su jefe y vendrá cuando lo llamen. Aun sigo avergonzada por lo que dijo antes y esta mas que claro que no se como reacciónar es que el es muy guapo e intimidante.

-Le cena esta servida- dice Alexander dejando la hamburguesa frente a mi.

-Gracias señor Lawell- tomo una papa y me la como

-Dígame Alexander porfavor y denada- me sonríe -Hace mucho que no venia a un lugar como este- dice quitandole la envoltura a su hamburguesa.

-Pues yo no tanto- encojo mis hombros -Es decir el trabajo en México no me dejaba mucho tiempo de comer decententemente, aveces tenia suerte si comia con mis padres- doy una mordida a la rica hamburguesa.

-Pues en eso considimos, somos personas ocupadas-

-¿Puedo llamerle Alex?- arquea una ceja pero asiente a mi pregunta -¿A que te dedicas Alex?- espero no molestarlo con tanta pregunta pero esta mas que claro que este hombre me interesa.

-Pues, trabajo para una empresa inmobiliaria-

-Ahora entiendo porque siempre vas vestido de traje- me mira y ambos carcajeamos, lo observo se ve tan joven, guapo y sexy cuando sonrie -Tu también tienes una sexy sonrisa- digo entre risas embriagada por el sonido que esta provoca, el deja de reir al escuchar mis palabras.

-¡Gracias!, pero yo dije bonita no sexy- volvemos a reir.

-Parecemos dos tontos riendo asi- digo cuando ya puedo dejar de reir

-Pues también hace mucho que no reia de esta forma- sigue riendo

-Pues si sigues riendo asi te pondras mas rojo de lo que ya estas- el para de reir y toca su cara asustado -Ven, vamos afuera a tomar aire- me levanto de mi asiento y lo tomo de la mano llevandolo fuera del negocio.

-Llamare a Carl- dice sacando su teléfono que le cuesta trabajo por que aun estamos tomados de la mano.

-Si sueltas mi mano sera mas facil- suelta mi mano mostrandome una sonrisa nerviosa al igual que yo.

-¿Tienes frio?- pregunta ya que me mira abrazandome por el frio

-Toma mi abrigo- dice abriendo su abrigo para darmelo.

-No, solo tengo un poquito- hago la señal con mis dedos -Solo prestame tu bufanda, con eso bastara- me mira no muy convencido pero acepta, quita la bufanda de su cuello y la pasa por el mio acomodandola, detiene sus manos mirandome fijamente mientras desliza sus manos sobre mis mejillas, su respiracion se aselera cuando desliza una mano posandola detras de mi oreja, esta apunto de besarme pero escuchamos que un auto se detiene frente a nosotros. Ambos nos separamos rápidamente, el camina hacia el auto abriendo la puerta trasera para que yo pueda subir.

Todo el camino estuvimos en silencio, creo que ambos tratamos de averiguar lo que paso, quiero preguntar porque lo hizo pero prefiero callar. Llegamos a mi edificio el se remueve en su asiento, supongo que para bajar y abrirme la puerta.

-No- lo detengo poniendo mi mano sobre la suya y el me voltea a ver -No es necesario que salgas. gracias por la cena- quito mi mano para abrir mi puerta, pero el me detiene ahora el tomando mi mano.

-Dejame acompañarte hasta tu puerta-

-No te preocupes, hace frio- sonrió tímidamente.

-Porfavor dejame acompañarte-

-Que no importa- aun no lo veo muy convencido -Ya se, espera hasta que entre y veas que se encienda la luz de mi departamento y te vas ¿Ok?, ademas te salvare de un resfriado-

-Esta bien, lo del resfríado me convencio bueno ambas propuestas lo hicieron- suelta mi mano -¿Cenarias de nuevo mañana conmigo?- se pasa una mano por su cabello.

-Me parece bien, te espero a las nueve- dicho esto salgo del auto.

Cuando entró me encuentro a Sarah en recepción y creo que acaba de ver quien me ha traido pero la ignoro caminando hacia el ascensor pero esta me alcanza y ambas estamos en el ascensor.

-¿Te ha gustado la ciudad?- pregunta sarah

-Lo poco que he visto me a encantado-

-Y... ¿Alexander te gusta?- wow muy directa la chica

-¿Alex?- ella se sorprende al escucharme -Si, creo que seremos buenos amigos- encojo mis hombros.

-¿Como lo has llamdo?- parece estar muy sorpredida

-Alex-

-¿Te permite llamarle asi?- me mira confundida y yo asiento de nuevo con un gesto de cabeza

-No lo puedo creer- susurra, estoy por preguntar porque la pregunta pero se abren las puertas del ascensor y Sarah sale del ascensor casi corriendo. Wow eso si que fue realmente raro.

Entro al departamento y enciendo las luces, corro hacia la ventana para ver que Alex esté afuera, encuanto me asomo parece que el me ve y las luces del auto parpaden y se va. Veo desaparecer el auto y me alejo de ahi; Tomo una ducha para dormir mas relajada, apago las luces de la habitación para despuès acomodarme en la rica cama.

Mi lugarWhere stories live. Discover now