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GULF

Los pasillos me resultaron confusos, tome el corredor más largo y continúe caminando hasta llegar a un pequeño jardín, el día luce bastante frío a pesar del brillo del sol. Divisé a una enfermera al otro lado. Corrí hacia ella para preguntarle por el consultorio que estaba buscando, ella señaló el final del pasillo al otro lado del pequeño jardín en medio. Un pasillo oscuro y frío, me condujo hasta el final, donde había una puerta marrón con un nombre grabado sobre una placa color gris.

Dr. Khunpol, terapeuta.

Antes de tocar la puerta me pregunté una última vez si estaba en el lugar correcto, fue entonces cuando la puerta se abrió inesperadamente.

"oh, tú debes de ser Gulf". Habló un joven doctor con una bata blanca, que parecía solo algunos años mayor que yo, esbozando una ligera sonrisa. –"P'Bess me hablo de ti, adelante". Dijo señalando el interior de la sala. Hice una pequeña reverencia en silencio y continué hacia el interior del consultorio. La puerta se cerró detrás de mí para luego caminar hacia el asiento frente a mí. Tomo la tablilla sobre la pequeña mesa junto a él.

"Bien, cuéntame. ¿Qué puedo hacer por ti?". La pregunta fue inesperada. Tragué saliva, una pregunta que me hice muchas veces. Antes de comenzar hablar pensé en cómo debería comenzar mi historia, era la primera vez que pisaba un lugar como ese, siempre había lidiado yo con los problemas. Ahora constantemente me preguntaba si esta era la única manera de encontrar alivio.

"Es la primera vez que veo a un terapeuta, así que no sé cómo iniciar". Por fin pude articular palabras después de un corto, pero profundo silencio.

"Empecemos con aquello que te molesta".

Comencé a contar mi historia, las noches con falta de sueño, mis miedos y los problemas que me había generado hasta ahora. El miedo que me genera siquiera la sola idea de cerrar los ojos, el terror de caer dormido en cualquier momento y lo duro que fue mantenerme despierto la mayor parte del día estas últimas semanas.

Él escuchó atentamente mis problemas y a medida que hablaba más sobre ellos sentía que una parte de la presión y el dolor en mi pecho iban desapareciendo. Cuando por fin termine de hablar, amablemente él agradeció que haya podido compartir aquello. – "sé que no es la historia completa, pero agradezco la confianza hasta ahora". Dijo observándome con una pequeña sonrisa. Trague, saliva nuevamente, me habían descubierto. 

Durante toda la conversación había tratado de obviar las pesadillas que se repetían una y otra vez desde que tengo memoria, al inicio decidí no darle tanta importancia, creí que sería otro sueño más, pero a medida que iba creciendo los sueños se convirtieron en una molestia, después de intentar con pastillas para dormir y otras formas para conciliar el sueño, había conseguido burlarlas por un tiempo. Sin embargo, estas regresaron en los últimos meses, de por sí la idea de explicar que una sola pesadilla era constante y que básicamente era el origen de casi todos los problemas, es inverosímil incluso para mí.

El doctor me insto a ser parte de las siguientes sesiones, es así como cada semana, un día a la vez, acudía a la sesión en ese consultorio al final de un pasillo oscuro. A pesar de ello, no pude ver mejoría alguna, en su lugar, cada noche los sueños parecían empeorar al punto en el que comenzaba a pensar que había perdido la cabeza. Llegados a este punto, cerrar los ojos ya no eran una opción, es por ello que intentaba mantenerme despierto la mayor parte del día, incluso por las noches, aun si esto requería de la ayuda de medicinas para conseguirlo. Escuchar los lamentos y quejidos, el sonido de huesos rompiéndose a la distancia, sin que yo pudiera hacer algo al respecto.

La soledad y el vacío interior comenzaron a crecer, comencé a tener miedos irracionales, estar en una habitación blanca, ahora me aterra. Quedarme solo también me asusta. Las noches han sido igual de pesadas, en cuanto mis parpados comienzan a sentirse pesados, puedo sentir esa tensión a lo lejos creciendo cerca de mí, arrastrándose cerca esperando el momento oportuno para atacar, es como un cosquilleo que empieza desde la punta de los pies y recorre mi columna, un sudor frío, que recorre cada centímetro de mi cuerpo, erizándome la piel, la odio. 

El manto oscuro de la noche me envuelve, igual que el cansancio y siento los parpados pesados, en solo cuestión de segundos el sueño hace su trabajo y me encuentro durmiendo, y todo empieza otra vez.

En solo cuestión de horas me obligo a despertar, jadeante y cubierto por completo de un sudor frío, con un dolor presionando mi pecho, haciendo de respirar una tarea sumamente difícil. Al ver el reloj puedo ver que realmente fueron unos escasos minutos los que permanecí del otro lado, pero para mí se sintieron como largas horas en agonía, es oficial, he perdido la cabeza.

.

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.

El doctor parecía tardar hoy, decidí tomar algo de sol en el pequeño jardín. Mis parpados comienzan a sentirse pesados otra vez, comienzo a parpadear, una voz se oye a lo lejos, parece llamar mi nombre, no puedo distinguir la voz, creo que me resulta familiar. De pronto una mano parecía extenderse hacia mí, abrí los ojos de golpe, para encontrarme con la mirada triste que conozco, aquella que no he visto desde la última vez en el set de grabación.

"¡P'Mew!". Grité sorprendido, pestañee muchas veces antes de asegurarme de que fuera real.

"Oh... Nong eras tú... ¿Estás bien? Parecías muy agotado hace un momento". Preguntó, alejando su brazo.

"Estaré bien". Respondí, sus ojos lucen aún más cansados que los míos. Sus ojeras parecen más pronuncias y oscuras que la última vez. Signo de que no ha conciliado el sueño por muchos días, luce aún más delgado desde la grabación.

"Ha pasado un tiempo". Comenzó hablar ocupando el lugar junto a mí. – "¿Qué haces aquí?". Preguntó, mientras regresaba una mirada inquisitiva hacia mí. Entonces supe que no podría escapar, incluso si corría. – "yo... vine a ver a un amigo". Respondí rápidamente intentando evadir la conversación. Me observo un momento y luego desvió la mirada. 

"Lo mismo podría preguntar para usted". Él me observo nuevamente. – "¡oh! Bueno, estoy en un hospital... ¿No es obvia la razón?". Respondió tranquilo, con una ligera sonrisa dibujada en el rostro.

"Lo siento, fue una pregunta tonta". Una risa alborotada llena el ambiente, rompiendo la calma que había en el pequeño jardín.

"Estaba bromeando contigo". Continúo riendo.

"Entonces... ¿Qué hace aquí?"

Mi salvación [REESCRITA]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن