capitulo 8

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Y ya somos cuatro.

Cuando llegaron al departamento de Gwen en medio de Londres y escondiendo como pudieron a Sirius por su estado, ya era hora del almuerzo, Gwen mandó a Sirius a bañarse apenas tocaron el suelo del departamento mientras ella coloco la camisa favorita del azabache cuando eran novios en la cama junto con un jean desgastado que se le había quedado a uno de sus ex.

La ropa interior tuvieron que comprarla en una tienda cercana, al igual que unos zapatos.

Mientras Hestia pedía Pizza, por teléfono. Había estado estudiando diseño en la universidad Muggle y luego pasó a trabajar para una tienda de ropa, poco a poco volvió a meterse en el mundo mágico intentando que los magos y brujas acepten la ropa Muggle.

Más fácil decirlo que hacerlo, pero también iba poco a poco porque no quería encontrarse con Remus, con todo lo que paso hace doce años su relación había terminado y no de muy buena forma.

Remus había estado aterrado con su condición, había estado dolido por la muerte de sus amigos y la traición de otro más, había tenido una pelea fuerte como nunca antes y terminaron la relación.

Ella terminó estudiando en la universidad Muggle para alejarse y descubrió su fascinación por la moda, había intentado tener otras relaciones pero algo había hecho Remus con ella que le hacía imposible el ver a otro hombre, le hacía imposible desear a otro hombre.

Así que sabía bastante del mundo Muggle, incluso tenía una tarjeta de crédito con la que iba a pagar la pizza y pagaron la ropa de Sirius – así descubriste a Peter impresionante – comentó Gwen – ¿pero estas bien cierto? cuando me entere que habías sufrido un accidente casi se me para el corazón.

– Bueno resultó bastante bien si me preguntas – respondió Harry ligeramente cohibido – quien sabe cómo hubieran resultado las cosas sin ese simple momento.

– Por lo menos ahora todo se está arreglando nuevamente – dijo Susan igual de cohibida que Harry.

Gwen los miró a ambos sonriendo – ¿así que son novios? ¿el deseo de Lily y Amelia se cumplió?

Harry y Susan se sonrojaron al instante y comenzaron a tartamudear, las hermanas y Amelia se rieron – ¿el deseo de Lily y mi tía? – preguntó Susan un poco más calmada pero igual de sonrojada.

– Si, cuando eran unos bebes, ellas se pasaban conversando sobre cómo sería su boda y que esperaban que al vivir tan juntos no se quisieran como hermanos y tantas otras cosas – contó Hestia riéndose nuevamente.

Harry miraba a todos impresionado, nunca se imaginó algo como lo que estaba pasando y con el comentario de Gwen se preocupó un poco, quería decirles que era, que le pasaba, que pasaría con Susan.

Pero recién los conocía, no sabía si podía confiar en ellos, contando con Sirius y Remus – "no te preocupes mocoso, huélelas, ya te he dicho guíate por el olfato, solo así podrás saberlo".

Olfateo recogiendo los olores de todos los presentes, le sacaron una sonrisa, esos olores los recordaba, le traían un sentimiento de familiaridad, un sentimiento de cariño y nostalgia – "¿sería bueno contárselo?"

– "Las recuerdas cierto, sabes que son de confianza y necesitaremos un poco de ayuda, Dumbledore y Voldemort son nuestros, pero sus seguidores son más complicados, toda la ayuda que podamos tener es bienvenida, cuéntaselo".

harry potter el retorno del rey dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora