Prologo

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Levántate Jaspe, una fusión no nos arrebatara la victoria...

La nave: destruida; las prisioneras: liberadas por aquella obscena transformación de Rose Cuarzo; Peridot: la muy cobarde había escapado, no importaba, esa inútil no era un soldado; su cuerpo: perfectamente magullado.

¿Su estatus? Lo suficientemente alto como para ponerse de pie y continuar luchando.

Los escombros ardían y quemaban, pero apenas y se daba cuenta, era imposible que hubiera sobrevivido y ahí estaba ¿No era señal suficiente? Jaspe sentía como su furia quemaba más que cualquier otro escombro ardiente de la nave, ahí estaban, las insurgentes de pacotilla que le habían hecho morder el polvo, y se reían de ella.

—¡Eh, maldito trozo de escoria! —La fusión cubrió a sus compañeras.—¿Te crees fuerte? Solo haz ganado porque eres una fusión...si tuviera a alguien con quien fusionarme...

Lapis salió de entre los escombros e intento escapar volando, pero Jaspe fue más rápida, la detuvo y la obligo a quedarse a su lado con una interesante propuesta.

—Lapis, fusiónate conmigo...

Todo ese poder, esa fuerza, toda su vida la había pasado destrozando gemas como esa ¿Serian todas así? Podía sentir como absorbía todo ese poder, luego de hacer pedazos a esa estúpida gema, tomaría la de Rose Cuarzo ¿Qué diría el glorioso Diamante Amarillo cuando viera a su mejor guerrera y a su peor enemiga unidas en una misma forma? Las rebeldes del exterior perderían la esperanza, ver a su líder convertida en un casco, en un guantelete, en una herramienta sin voluntad. Jaspe consideraba haber superado a la fusión, había convertido a Lazuli en algo mucho más efectivo que un aburrido casco o un desestabilizador de gemas.

Y luego llego el dolor, algo andaba mal, podía sentir como el calor que hacía segundos hacia hervir su ego ahora la cortaba como el más filoso cuchillo, no podía apartarse, no podía moverse.

Lazuli había tomado el control.

La táctica barataWhere stories live. Discover now