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Lapis suspiro por novena vez.

"¿Qué voy a hacer ahora?".—Pensó mientras recargaba su barbilla sobre el alfeizar de la ventana, el cielo nocturno estaba especialmente hermoso esa noche.

En compañía de Peridot, las noches estrelladas de luna llena la hacían sentir cómoda y segura, y sin embargo, aquella esfera blanca y llenita solo le infundía una sensación de abstinencia, algo se había movido, dentro de ella, o a su alrededor ¿Cómo había llegado a aceptar la propuesta de Garnet? Bien, Garnet sin duda había sido una prueba para ganarse la confianza de las gemas, pero sabía que en el fondo, no se llevaban bien y no entendía porque Steven no fue el mismo a hacer la petición; imaginaba la conversación que habrían tenido, el modo desinteresado en que Steven...

"No estoy siendo justa..."—Se retiró de la ventana y comenzó a caminar en círculos. —"Steven y Garnet no me están castigando con esto, nos están probando..."

¿Y dónde estaría Jaspe? Era aún peor que pasar la noche en vela con su compañía, se hallaba inquieta. Conociéndola como lamentaba conocerla, andaría por ahí, golpeando cosas con su casco y causando problemas, Steven y Garnet decían que había cambiado, que daba signos de mejorar, mentiras, ilusiones que solo las personas inocentes podían creerse, Lapis lo sabía, solo ella comprendía. Los monstruos siempre serian monstruos, sin importar su bando o su guerra, sin importar su sueño ¿No la habían encerrado las gemas del Planeta Madre? ¿Y que habían hecho las Gems al descubrirlo? Nada, la habían metido en un baúl y fingido que no existía; eso era lo que significaba la libertad y los sueños para las Gems: sueños para las Gems, libertad...para las Gems, y las gemas del Planeta Madre no eran bienvenidas.

Se encontró pensando nuevamente en Steven, en su forma inocente de pensar, en su pequeña y reducida visión de ese mundo tan extraño y ajeno que ocultaba un lado cruel. Lo haría por él, no lo dejaría permitir entrar el odio de Jaspe.

—"Los protegeré, especialmente a ti"—Se recargo contra la pared. —"Algún día entenderás, Steven Universe."

Jaspe podría engañar a las Gems, y hasta podía engañarse a ella misma, pero Lapis tenía sus dudas, ese animal salvaje no vendría de la noche a la mañana a querer meterle los dedos en la boca.

Se retiró de la pared y continuo recorriendo la casa, que era pequeña aunque espaciosa y fresca, como no eran humanas, Steven y Bismuto habían hecho un buen trabajo eliminando las áreas adecuadas para los orgánicos, como el baño o la cocina, aunque la cocina no había sido precisamente eliminada, la habían reducido a un pequeño cuarto con estantes llenos de víveres y un refrigerador con bebidas, también había una mesa comedor en la sala ¿Sabría Jaspe alimentarse correctamente ya?

La respuesta estaba dentro del refrigerador, un sándwich seco y lleno de lechuga con mucha salsa y beicon, tomo el sándwich y continuo avanzando. Las escaleras conducían a un armario lleno de ropa, camisas y pantalones y hasta varios vestidos de tamaño adecuado para Jaspe, Lapis se entretuvo un rato, jugando y admirando aquellas camisas y preguntándose como reaccionaria Jaspe ante cada una de esas prendas humanas.

Cayó en cuenta de que si Jaspe no sabía algo sobre la tierra, ella tendría que hacer de maestra.

—"Fingiré ignorancia". —Pensó mientras colgaba las camisas.

Curiosamente había de ambas tallas, para que fueran cómodas para ambas.

Encontró un signo de Jaspe, el primero de muchos otros, una abolladura en la pared, que era de madera, la cual se había astillado hacia dentro, formando un pequeño cráter, sino había golpeado con el puño, lo había hecho con la cabeza. Sonrió con malicia mientras imaginaba a Jaspe intentando abrir un tarro de mayonesa o usar una escoba. Acaricio con las yemas de los dedos la superficie de la herida en la pared.

La táctica barataDove le storie prendono vita. Scoprilo ora