Capítulo 13

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Anastasia

Mientras me peinan toda mi vida pasa como una línea de tiempo, desde vagos recuerdos que tenia de pequeña, la muerte de mi madre, el día que me gradué, cuando conocí a Luke, su muerte, cuando acepte ser novia de Christian, la propuesta de matrimonio, la primera vez que me entregue a él, hasta hoy, el día de mi boda. 

El recuerdo de mi madre me pone triste, sé que ella sería la más feliz porque me case, por ver a su hija vestida de blanco y entregarse toda la vida al hombre que ama, pero... ¿lo seria sabiendo el motivo del porque me voy a casar?

—Lista —me indica la estilista yo me miro al espejo y doy una pequeña sonrisa, me gusta cómo me veo—, quedaste hermosa, el novio va a quedar embobado—. Me sonríe mientas me coloca el tocado junto con el velo—. Cuando ya vayas a entrar a la iglesia te cubres la cara.

Asiento y ella con sus ayudantes recogen todo su material, al terminar me dan una felicitación y salen. En ese momento Grace entra con Cloe para ponerme el vestido.

—Muy bien aquí estoy para que te pongas mi mejor diseño —Cloe sonríe mientras se acerca al maniquí, retira el vestido muy lentamente y con mucho cuidado.

Poco a poco el vestido se va amoldando a mi cuerpo, con mucho cuidado sube el cierre y lo oculta para que no se vea, después cierra los botones, acomoda con mucho cuidado el vestido y ve los pequeños detalles. Acomoda el velo y me miro al espejo, simplemente soy otra

—Te ves hermosa —menciona Cloe y mi suegra asiente.

Grace sonríe mientras noto como quiere llorar, me entra sentimiento de culpa por mentir en esto, porque ella no sabe las verdaderas razones del porque me caso con Christian, si se enterara jamás me lo perdonaría, me vería como una mujer ambiciosa que se caso por no quedar en la ruina.

—Hija —me toma de las manos— porque ya eres una hija para mi quiero desearte lo mejor y que siempre vas a poder contar conmigo. Gracias por llegar a la vida de mi hijo y hacerla mejor. Jamás lo había visto tan enamorado como lo esta de ti.

Me abraza y quiero llorar. Esto hace que me sienta aun peor de lo que me siento.

—Muy bien, hay que dejar a la novia a solas.

Grace asiente y ambas salen, doy un largo suspiro. Ya está todo listo, me acerco al tocador y tomo el ramo. A partir de hoy empieza una nueva vida para mí, voy a tratar de sobrellevar esto. El tiempo para decir que no ya paso, ayer aún tenía la oportunidad de decirle a Christian que no aceptaba, pero simplemente mi cobardía fue más fuerte.

—Ana hija —entra mi padre, pero se calla al verme— te ves hermosa, te pareces tanto a tu madre —da un largo y melancólico suspiro, como si estuviera recordando—. Ella estaría tan orgullosa de ti...

Alzo mi mano para que se detenga, como se atreve a decir eso cuando sabe perfectamente bien que mi madre jamás hubiera permitido que me casara con un hombre solo por su dinero y para salvar a la empresa de la ruina.

—Lo dudo mucho padre, ella al contrario de lo que tú piensas se sentiría decepcionada y desilusionada de la hija que tiene, que acepta casarse por unos cuantos dólares y para salvar el nombre de la familia.

Mi padre de inmediato cambia su expresión y me mira seriamente.

—No estamos para reproches ni arrepentimientos, Christian ya pago todo y por el sigues teniendo la vida que tienes y la boda de ensueño que siempre deseaste tener.

—Pero no de esta manera —reprocho—, y ¿a cambio de qué fue? —mis lágrimas empiezan a salir— a cambio de que el pagara todo y salvara la compañia, ¡me vendiste al mejor postor!

Amarte es mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora