Amarte es mi destino

Capítulo 32

La maldad hará lo posible para conseguir sus objetivos así quite de su camino a personas inocentes.

Anastasia

Han pasado ocho días que salí del hospital. Me dijeron que Christian me llevó y estuvo al pendiente de mi hasta que dieron la noticia de que me encontraba estable. Me duele, claro que me duele, pero es mejor así, el su camino y yo el mío.

—Señora le hablan.

Observó a Gretchen y me pregunto quién será.

—Es su abogado.

Me contesta la pregunta que no hice, asiento y voy hacia la sala.

—Señora —me tiende la mano— estuve de viaje y ayer llegué por eso no le había traído esto.

—¿Qué es? —lo miro con duda, el me extiende el sobre.

—Es su demanda de divorcio —lo miro con sorpresa, siento una extraña sensación— el señor Grey firmó los papeles. Desde este momento ambos son libres.

La noticia me cae como agua de balde fría, firmo, me dejo. Me dejó con su hijo, ni siquiera me dio el beneficio de la duda. Suspiro, es lo mejor. Desde hoy Christian para mi está muerto.

Dos meses después...

—Ahí se encuentra el pequeño juguetón o pequeña—la doctora Green nos indica a Kate y a mí. Ambas lo vemos—. Esperemos y ahora si se deje ver si es una hermosa niña, o un varoncito ya que las últimas veces no se ha querido dejar ver y ya casi es su nacimiento. Tal vez nos quiere dar la sorpresa hasta que nazca.

Sonrió. No dejo de ver el ecógrafo. La doctora me sonríe.

—Es un niño. ¡felicidades Anastasia!

No dejo de mirar la pantalla. Mis lágrimas empiezan a correr por mis mejillas. Estoy esperando un niño. Mi padre se va a volver loco con la noticia.

—Tienes 36 semanas de gestación, es hora de ir viendo cómo quieres que sea tu parto y también programas las fechas aproximadas al nacimiento del pequeño.

—Quiero tenerlo por parto natural —sonrío. La doctora lo anota y me va dando indicaciones de como irme preparando.

Salimos del hospital, estoy emocionada, pero a la vez nerviosa, queda menos tiempo para que conozca a mi pequeño. Al ser que voy amar con toda mi alma. Al llegar observamos que esta la policía y una ambulancia ¿Qué paso?

Kate y yo nos miramos. Bajamos del coche y caminamos hacia la entrada. Gretchen y Mia se encuentran llorando.

Observo como los paramédicos sacan una camilla de la casa. Se van acercando a nosotros.

—Señora —el paramédico me habla, no dejo de observar que arriba de la camilla se encuentra una bolsa negra—. ¿Este es su padre?

Baja el cierre de esta y veo a mi padre muerto. Mia y Kate lloran. Yo niego, no esto no puede ser. Me acerco al cuerpo y lo abrazo.

—¡PAPÁ! —grito, el alma se me desgarra— ¡TU NO, PAPÁ! ¡DIME QUE NO! —grito lo más fuerte que puedo, esto no puede estar pasando.

Me aferro al cuerpo de mi papá ya sin vida.

—Papá —mis lágrimas no se detienen, siento que las piernas en cualquier momento me van a fallar.

Elliot se acerca hasta donde estoy y me sostiene.

—Ana...

—Señora —habla un paramédico— nos lo tenemos que llevar.

—No —Elliot me aleja y veo como lo suben a la ambulancia. Y se alejan poco a poco. Esto es una maldita pesadilla. Mi padre no puede estar muerto. El no.