Capítulo 04

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Christian

—¿Christian? —Ethan me saca de mis pensamientos—. Acaso estabas soñando despierto —sonríe.

—Algo así, pero no me hagas caso y dime que pasa.

—Esto no te va a gustar nada —hace una mueca, yo lo miro confundido, se acerca a mí y me muestra la Tablet, es el balance de Steele Holdings.

—Dime que eso es una mentira.

—No lo es, de hecho, yo mismo corrobore los datos.

—¡Maldita sea! —grito— espero y Raymond tenga una muy buena explicación acerca de esto.

Los problemas con Raymond después de ese estado se solucionaron, solo fue un error que no se repitió, las cosas con Anastasia iban mejorando, estuve varias veces a punto de besarla, pero siempre por una u por otra cosa no lo hacía.

—Tal parece que Ana te trae más tonto de lo que pensé.

—Qué cosas dices —muevo la cabeza en forma de negación y me centro en los papeles que tengo delante de mí—. ¿Crees que hago mal en hacerme ilusiones con Anastasia?

Ethan me mira y suspira.

—Ni siquiera lo has intentado—lo miro— Christian no has hablado con Anastasia más que de negocios. Mi opinión es que deberías de comentárselo a Raymond, que opina, que tal si no le parece adecuado o ético que pretendas a su hija.

Terminamos de arreglar unos asuntos y se marcha, yo me quedo pensando acerca de lo que me dijo sobre comentarle a Ray las intenciones que tengo con su hija. Son buenas y quiero llegar con Anastasia algo más que una simple amistad o un noviazgo. Quiero que sea mi esposa, la madre de mis hijos.

Sin terminar mis asuntos salgo de la oficina y antes de decirle algo a mi secretaria veo como un mensajero con un arreglo de rosas rojas se acerca al escritorio donde se encuentra la secretaría de Anastasia y pregunta por ella. Hanna se levanta y le dice que le permita un momento, sale y le dice que las deje en su escritorio.

El mensajero insiste en que se las tiene que entregar personalmente a Anastasia, pero Hanna no lo permite. Deja el arreglo sobre el escritorio y se marcha, enseguida sale Ana de su oficina y todo mi mundo se detiene en ese momento, luce hermosa con ese vestido azul que se le amolda muy bien su figura.

—De nuevo Boyce, ya sabes que hacer —escucho como le dice a Hanna y sin más entra de nuevo a su oficina.

Salgo del encanto en el que me encontraba sumergido al escuchar que cierra la puerta. Espero y nadie me haya visto babear así por ella, voy a donde iba desde un principio, a la oficina de Ray.

Al llegar su secretaria me hace pasar de inmediato, me acomodo bien el saco y entro. Ray se encentra mirando unos papeles. Al verme de inmediato deja de hacer lo que esta haciendo.

—Christian ¿algún problema? —me mira preocupado y yo niego.

—Necesito hablar contigo.

Asiente y me pide que tome asiento.

—Dime Christian en que te puedo ayudar.

—¿Qué estás dispuesto hacer para recuperar toda tu empresa?

Suelto la pregunta sin pensarlo más, me desabrocho botón de mi saco y me recargo en el sofá analizando con sutiliza su expresión.

—¿De qué hablas?

—Te hablaré claro, desde la primera vez que vi a Ana hace más de tres años me gusto, en ese momento no sabía que era tu hija y ahora que la conocí no puedo negarte que me sorprendí, pero también me alegré de saber que es tu hija.

—Me estás tratando de decir...

—Deseo a tu hija, quiero que sea mi mujer, la madre de mis hijos. Pero no creas que me quiero aprovechar de tu situación económica, quiero pretender a Ana y que con el tiempo ella se vaya enamorando de mí, así como yo lo estoy haciendo de ella, claro esto siempre y cuando tú estés de acuerdo.

—Claro que sí Christian por mí no tienes ningún problema en que pretendas a Ana es más me siento alagado y me da una gran tranquilidad de que ella este con un hombre como tú. Anastasia es una buena muchacha y no lo digo porque sea mi hija, pero lo es, claro tiene su carácter, pero es buena. Pero... todo esto ¿A cambio de qué?

—Si tu hija acepta que la pretenda y después entre nosotros surge algo y acepta casarse conmigo, la deuda que tienes conmigo queda saldada, es decir, ustedes vuelven a ser los accionistas mayoritarios, pero Ana será la presidenta y por ende la que mayor porción de acción tenga en la empresa.

Obvio tu hija no tiene por qué enterarse de nuestro trato, esto solo queda entre tu y yo Raymond, no quiero que Anastasia se entere de esto y me acepte porque se sienta forzada. Quiero que ella me ame por lo que soy y no porque voy a liquidar las deudas de su familia. Si tu hija no acepta tener nada conmigo todo seguirá igual. ¿No hay nadie en la vida de tu hija verdad?

—Está bien, acepto los términos que pones, claro todo esto será con aprobación de Ana, yo siempre dije que nunca le iba a imponer un marido y contigo no es la excepción, si mi hija acepta yo estaré más que contento y tranquilo, y respondiendo a tu pregunta, no, en la vida de Ana no hay nadie, así que cuenta con mi apoyo y mi aprobación.

Sonrío, Raymond se acerca a una mesa pequeña que tiene y me sirve un trago.

—Bueno Christian, brindemos por esto. Porque seas mi yerno —ambos chocamos los vasos y sonrío. Ana va a ser mía.

.

—¿Qué hiciste que? —Ethan me mira molesto, sabia muy bien que el iba a reaccionar de esta manera.

—Le propuse a Raymond un trato pero esto solo es si Ana me acepta, si no todo seguirá igual —dejo de mirarlo y bateo la pelota.

—¡Christian te has vuelto loco! Es como si la estuvieras comprando. Como si Ana fuera un trofeo que quieres.

—No es así, Raymond esta dispuesto a lo que sea para obtener de nuevo el poder de su empresa y si no soy yo al primero que le haga la oferta y peor la va a tomar. Además Anastasia va hacer la socia mayoritaria de las acciones, Raymond no va a volver ocupar la presidencia y lo sabe.

—Pues espero y esto te salga muy bien por tu bien y el de ella, porque no se como reaccionaria al saber que su padre y tu hicieron un intercambio como si fuera una mercancía.

Mi rostro cambia completamente, en esto Ethan tiene razón, si Ana se llega a enterar del trato que hice con su padre nunca me lo va a perdonar.

—Lo sé, pero ella no se debe de enterar de esto.

Ethan niega y me deja de mirar.

—Y ¿Qué paso con Leila?

—Mi madre dice que me ha ido a buscar, yo no sé qué quiere en serio.

Ethan ríe y después me mira serio —¿Tu qué crees que será? Le dabas una vida de ensueño, lujos, viajes, carros, cosa que tú hermano no le puede dar.

—Ni me lo recuerdes —tomo una botella y le doy un trago— no se como pude enamorarme de ella, si solo es una mujer interesada.

Flashback

Voy llegando al departamento de Leila, al entrar veo por todos lados ropa, me acerco mas a la sala y veo dos copas, en el sillón veo una camisa de hombre, la tomo, esta se me hace conocida, se la he visto a alguien, Jack, no, no puede ser, son ideas mías, de repente escucho ruidos en la habitación de Leila, camino por el pasillo y veo un bóxer, no que no sea lo que estoy pensando, los ruidos se van aclarando y son gemidos.

La puerta esta abierta y veo a Leila encima de un hombre. Esta se agacha y lo besa. Se esta revolcando con otro hombre en la cama donde conmigo pasa las noches. De repente este la coloca bajo de el y observo que es mi hermano. Estos no se percatan de mí. Sin hacer ruido salgo del departamento.

Maldita Leila y maldito Jack, de mi hermano lo creo capaz porque me odia, pero de Leila no, ella no. 

Amarte es mi destinoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon