Capítulo 17

3.2K 319 168
                                    


DoYoung despertó con el olor de pasteles de arroz en el aire, sonrió, aquello olía exquisito y la cama esponjosa en la que se encontraba lo hacían estar en un estado entre dormido y despierto demasiado cómodo.

Escucho como la puerta se abría y el dulce aroma de pasteles de arroz se extendía por toda la habitación, luego escucho pasos acercarse a la cama pero no quería abrir sus ojos, se quería quedar todo el día en esa esponjosa cama con pasteles de arroz y helado de menta con chispas de chocolate y ahora que lo pensaba también con mucho ramen.

Sintió la cama hundirse y una mano grande y cálida acariciar su cabello delicadamente. JaeHyun miraba con ternura la figura de DoYoung entre ese montón de sabanas; desde que el más bajo había aceptado ser su novio quería darle algo significativo para él a DoYoung, así que se saco el anillo que su madre había hecho para él, tomo la mano de DoYoung y lo puso en su dedo anular después dejo un tierno beso en su dedo.

JaeHyun jamás le había dado su anillo a nadie, ni siquiera a Joy con la que consideraba casarse pero con DoYoung era diferente, demasiado diferente.

–Arriba perezoso, hice pasteles de arroz, vamos a comerlos antes de que se enfríen.

–Estoy dormido. –contestó DoYoung.

–Si claro eso se nota, anda bebé los traje y todo, solo abre tus ojitos y siéntate.

DoYoung hizo un adorable puchero antes de abrir sus ojos, cuando lo hizo ahí estaba JaeHyun sonriéndole solo que esa sonrisa era diferente, era como solo para él porque DoYoung podía jurar que nunca había visto a JaeHyun dedicársela a nadie más.

Automáticamente DoYoung le devolvió la sonrisa provocando que JaeHyun se abalanzara a por sus labios. Lo beso tan dulce y tiernamente que DoYoung sentía que en cualquier momento se podría esponjar y flotar a una nube de algodón y fusionarse con ella.

–Eres hermoso. –le susurro JaeHyun sobre sus labios. –Y solo mío.

–Todos tuyos. –susurro DoYoung acariciando su vientre.

–Cierto. –dijo JaeHyun posicionando sus manos encima de las de DoYoung. –Todos míos.

–Los pasteles de arroz.

–Cierto ¡Se enfriaran! Toma estos dos. –dijo JaeHyun tendiéndole uno en color rosa y otro en color verde.

DoYoung tomo ambos rápidamente y llevo el rosa a su boca; lo noto al tercer mordisco, tenía algo en su dedo anular que no era de él, termino su pastel y se puso a observar ese anillo. Las iniciales JJH brillaban intensamente en la superficie haciendo que DoYoung se atorara con el poco pastel que le quedaba en su boca.

–¡Dongs! –grito asustado JaeHyun. –Toma, bebe agua. 

DoYoung tomo pequeños sorbitos hasta que logro pasar los trocitos de pastel que estaban atorados en su garganta.

–¿Mejor? –pregunto JaeHyun.

–Si ya, gracias.

–Está bien, ¿Qué te paso?, ¿Quisiste comerlos muy rápido? 

–No, fue esto. –dijo levantando su mano. –JaeHyun ¿Por qué tengo tu preciado anillo en mi mano?

JaeHyun sonrió.

–Ah ¿Fue por eso?

–¿Y lo dices así de tranquilo?, JaeHyun es el anillo que tu mamá te hizo, el que andas día y noche en tu dedo anular de la mano derecha desde que te conocí, por favor ¡Ni a Joy se lo diste nunca!

–Eso no importa DoYoung, te lo di porque para mí tú eres tan importante como ese anillo. Ok no. Eres más importante que ese anillo, más importante que cualquier cosa y quería darte algo que valoro mucho a ti para así tener a mis tres cosas más valiosas juntas.

–¿Tres?

–Tú, el bebé y ese anillo de mi amada madre.

La vista de DoYoung se nublo un poco, no fue hasta pasar sus manos por sus ojos que descubrió que eran lágrimas; se abalanzo a JaeHyun abrazándolo fuertemente mientras seguía sollozando. Rayos las hormonas iban a matarlo.

–¿Doddie?, ¿Por qué lloras amor? –preguntó JaeHyun acariciando su espalda.

–Es… es… es demasiado amor JaeHyun y estas malditas hormonas.

–Bebé. –susurro JaeHyun, apartándolo suavemente de él, limpio sus lagrimas. –Mereces todo mi amor DoYoung porque yo… –dudo. –Te amo.

DoYoung se quedo mirándolo en shock… ¿Había escuchado bien?, ¿Lo amaba?

–Si Kim DongYoung.  Te amo. Te amo desde aquel día en el que viniste a mi casa todo empapado porque a Johnny se le ocurrió quedarse más tiempo en su dichoso curso de preparación de aves avanzado y no podías esperarlo más en la universidad y tuviste que venirte a mi casa. Temblabas tanto, lo recuerdo, tus labios estaban azules así como tus uñas y tus manos estaban mas pálidas que de costumbre, te veías tan pequeño, indefenso y titiritando que mis sentimientos por ti se desbordaron como una represa cuando se quiebra. Te ame en ese entonces y nada ah cambiado, solo que se ah incrementado.

–Eso fue hace tres años.

–Es cierto.

–Yo también.

–¿Tu también qué?

–Te amo desde ese día. También lo recuerdo. Me hiciste entrar como rayo, me guiaste a tu habitación y me metiste a tu baño, esperaste que me bañara y cuando salí secaste mi cabello y me pusiste tu secadora. –DoYoung ríe. –Tomaste mi mano, no sé si consciente o inconscientemente y me llevaste abajo. Preparaste chocolate y me hiciste sopa, eso calentó todo mi ser, calentó mi corazón, te ame, ese día te ame a ti… pero tú estabas con Joy y yo con Johnny y no podía ser. Pero habían días en los que me permitía amarte aunque después me sintiera mal por Johnny.

JaeHyun atrajo el cuerpo de su amor a sus brazos. ¡Rayos!. Se amaban desde siempre, se amaban en secreto, se amaban aunque no fuera correcto.

Los pasteles de arroz acabaron por enfriarse pero JaeHyun no dejo ir a DoYoung, lo tenía entre sus brazos y sinceramente no tenía ganas de soltarlo.

–¿Jae?, ¿Estás bien?

–Junto a ti siempre.

–Si lo sé yo también pero nuestro bebé tiene hambre.

–¡Jeno! ¡Cierto!, soy un pésimo papá.

–¿Jeno?, ¿Quién es Jeno?

JaeHyun sonrió.

–Bien es como solo una idea pero es el nombre que le eh puesto al bebé; no te molestes por favor se que debemos escoger el nombre entre los dos pero en un libro venían algunos nombres de bebés y salió Jeno, me encanto por que es hermoso, aunque claro es nombre de niño.

–¿Quieres que el bebé sea niño?

–No se trata de eso, niño o niña lo super amo y lo super amare.

–Pero…

–Aaah está bien, me gustaría que fuera niño, un niño hermoso como su madre.          

–Un niño hermoso como su padre.

–Claro que no, que sea como tú. Ya mucha platica vamos a desayunar, los pasteles de arroz se enfriaron.

DoYoung rio porque aquello no fue realmente su culpa si no del alto pero lo dejo así de todos modos debían tener ese momento, fue hermoso a decir verdad y deseaba que mas confesiones así salieran a la luz pero con esa se sentía satisfecho, JaeHyun lo amaba como él lo amaba desde siempre y eso solo le transmitía seguridad y confianza a DoYoung que las cosas iban a salir bien. 

Rezo también porque Johnny encontrara el amor, ese incondicional que él tenía ahora junto a su JaeHyun y junto a su Jeno. 








VIVA EL JAEDO.

Perfect Disaster ---- JAEDO Where stories live. Discover now