After R.O.A.R- Descendientes

Cap 22: Pervertido acosador

1 mes había pasado desde entonces, todo estaba más calmado y tranquilo.

Por más que Jane no haya podido curar por completo las heridas de Lonnie en el momento, estas mismas habían cicatrizado increíblemente rápido, al punto que el vendaje que debía ser retirado en 2 semanas terminó retirándose en sólo una semana.

Celia constantemente le preguntaba a las cartas si había algo grande que se acercaba, pero no, en un buen tiempo no iba a ocurrir ninguna catástrofe en Auradon.

Nadie supo todo lo que ocurrió, a excepción de Lonnie, Jay, Jane y Celia, que desde entonces intentan evitar el tema.

Lonnie le había contando la noticia de Shan Yu y su hijo a su madre, esta estaba aliviada del tema, odiaría tener que enfrentarlo dos veces. Mientras tanto Lonnie simplemente intentaba olvidar el tema y esos traumantes recuerdos.

Se preguntaran ¿Lonnie y Jay al fin entraron en una relación, o al menos se confesaron tomando en cuenta lo que les dijo Celia?

Pues, lamentablemente la respuesta es no.

Esta vez ya no era el problema de "Me gusta, pero no se si le gusto" ya que prácticamente ambos estaban consientes de que si había algo entre ellos, el problema esta vez era que ninguno de los dos sabía como dar el primer paso, no sabían que hacer, o que decir a la hora de declararse, y tampoco sabían como iba a tomárselo el contrario, así que no les quedaba otra alternativa más que seguir siendo amigos hasta que al fin uno se atreva.

Ese mes que había pasado era tranquilo, al fin Lonnie sentía que podía tomarse un respiro de tanto estrés.

En estos momentos, Lonnie se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, las clases de ese día habían acabado, así que el pasillo estaba repleto de gente que iba y venía, todos metidos en su propio mundo, algunos iban caminando y otros corriendo, los que iban corriendo eran los que se chocaban con cualquier que estuviera frente a ellos.

Lonnie estaba revisado los horarios para los exámenes que venían en su celular, estaba tan concentrada que no prestaba atención a la gente a su alrededor, aunque tampoco le importaba.

Sentía a algunas personas con prisa chocar contra ella, sin embargo no les prestaba mucha atención.

Entre todo el embotellamiento de gente que había, Lonnie sintió una mano en particular...que le tocó el trasero por sobre la falda.

Aquella mano no parecía que lo había hecho accidentalmente, como pasa en la mayoría de las ocaciones, era claro que lo hizo apropósito, e incluso parecía haberlo hecho con ganas.

Lonnie de inmediato volteó atrás suyo molesta, esperando ver a su agresor, sin embargo sólo vió a mucha gente caminando, nadie parecía sospechoso.

Al no encontrar a nadie, Lonnie sólo rodó los ojos y bufó, supuso que la persona que la tocó debió ser un simple pervertido que va acosando por ahí a todas las chicas que le parecían lindas. Así que, de mal humor, fue a su habitación.

A la mañana siguiente Lonnie como de costumbre, hizo su rutina mañanera de ejercicio antes de clases, estaba trotando por la misma ruta que siempre seguía, vestía la típica ropa de ejercicio, unos leggins negros junto a un top del mismo color; la cicatriz de la batalla de hace un mes, a pesar de haber sido grabe en su momento, no era un corte demasiado largo, era profundo, pero corto, debía medir unos 4 centímetros, y como estaba ubicado poco más abajo del ombligo se le hacía fácil ocultarla.

Normalmente a la hora que trotaba no había casi nadie en las calles, se encontraba a gente yendo a trabajar, algunos negocios abriéndose y una que otra vez encontraba a otras personas trotando, sin embargo ninguna de estas personas solían notarla siquiera.