-Imposible! Debieron quedar pruebas, siquiera alguna pista!
-No me malinterprete su majestad, pero la declaración de numerosos testigos entrevistados avalan el hecho y además tiene...-
-Ja! Mentiras, la investigación debió arrojar la verdad tras este acontecimiento. Un ser vivo no puede actuar así y desplomarse de un día para el otro para luego estallar sin más dejando asqueado al reino entero. Acaso no se nota que algo no cuadra en todo el asunto?!-
Espin estaba irritado, le habían surgido dudas sobre la muerte de la mano derecha de Sophia y no podía dejarla pasar como el resto de los investigadores hizo. Su oficina había sido un caos desde el caso de Fersa pero con el asunto de Ashley, se había ido todo al demonio. Desde esntonces no había podido conciliar el sueño y no tardó en poner a trabajar a todos para dilucidar el caso.
-Mi señor, como le dije, los peritos forences y los rastreadores mágicos no encontraron rastros de ninguna huella mágica salvo la de la viscondesa Ashley Bluer. Si algún agente externo hubiese causado su muerte, mínimo hubiese dejado un rastro mágico o leve de que ella estuvo con algo o alguien alli esa noche y esa marca permanecería a lo sumo por diez dias. Pero no hubo tal cosa durante el período en que el reino estuvo en alarma y tampoco el día de su muerte, si hubiese habido algo sería perceptible enseguida-
-Me estás insinuando que esa mujer con tal estado fisico se enfermó de repente, padecio por menos de un mes, colapso y nadie, pero nadie escuchó la explosión ni vió nada el día que ella murió, salvo por el olor putrefacto que emitió al dia siguiente! Phillip por única vez te pido que entiendas que este no es un cuento que surge de un delirio, algo esta mal...mal!-
-Su majestad incluso la reina y la sub-jefa Emily que trataron con ella directamente, declararon y todo lo que obtuvimos fue la misma historia. Incluso en todos y cada uno de los interrogados fue igual, la viscondesa ya estaba enferma de antes y puede ser que ya estuviera en sus últimos dias y calló sobre su estado de salud para no afectar en sus labores-
-No...aquí hay gato encerrado y voy a averiguarlo Phil-
La fatiga se mostró clara en el rostro del rey Espin y un "Ya es Suficiente" no era opción. Espin apoyó una mano en el reposabrazos del sillón agarrándose con fuerza y con la otra mano se tapó los ojos. De repente un pensamiento iluminó su cabeza, parecería una locura para algunos pero a este hombre no le dejaron alternativa.
-Phil por ahora oficialmente cesaremos todo dando por cerrado el caso y manda llamar a la Comisión de Ginebra, diles que tengo un trabajo para ellos-
Phillip se quedó helado y tragó saliva al escuchar la petición de su señor.
-Su..Su majestad no es necesario ir hasta ese extremo ni que estuviesemos en guerra o algo peor-
-No me hagas repetirlo Phil-
-Si su majestad los llamaré enseguida-
**
Esa misma tarde, del otro lado del palacio.
-Oh quieres que te trate suavemente! Pero que impertinente de tu parte!-
-Mhhhhggg-
-Mi señora no cree que debería usar las tijeras, el abrecartas podría dañar sus inmaculadas manos-
Otra joven estaba siendo torturada por la reina Sophia y su nueva compinche Emily. La pobre víctima de esta vez, estaba maniatada y amordazada a la silla mientras Sophia le apuñalaba las manos al haberla encontrado pintándose las uñas a escondidas con uno de los esmaltes que había deshechado a la basura.
-Mmmm...Ok... Tienes razon Emily casi daño mis bellas e impecales manos♡!-
En un estado de euforia total, tomó las tijeras suministradas por Emily y comenzó a cortarle los dedos a la maid. Imposible era ahogar a la bestia que sentía hambre de satisfacción por generar dolor implacable. Sophia se estaba descarrilando cada día que pasaba en su palacio temporal.
De repente llamaron a la puerta. Era un mensajero del rey con novedades para ella sobre el asunto de Ashley y su nuevo palacio. Bajó las tijeras y le pidió a Emily que fuera a buscar el sobre mientras ella se limpiaba las manos manchadas de rojo, dejando desangrándose hasta morir a la joven en la silla.
Emily abrió el sobre y empezó a leer la carta del rey Espin. Sophia se sentó en el sofá admirando sus manos, ahora limpias.
-Y que noticias me envía ese fanfarrón, no querrá que vaya a declarar de nuevo o si? Maldito inútil bueno para nada, no ha cumplido con lo que le pedí y cree que puede tenerme de aqui para allá como a él se le canta...esto es un insulto!-
-Al contrario mi señora, parece ser que la investigacion llegó a su fin y caratularon el caso como "Deceso Natural por enfermedad". Además que el nuevo palacio estara listo para fines de la semana que viene, puso a trabajar a todos los obreros día y noche para darle lo que usted pidió en los planos de construcción -
-Jajaja! En serio? Por fin está moviéndose ese despreciable altanero! Ya era hora, me estaba cansando de ver el rostro de los investigadores y estar encerrada en este agujero. Seré libre para festejar. Emily podrias hacer el favor de buscar corderos frescos para el banquete, Ashley no logró conseguir nada la última vez y me desilucionó -
-Encantada lo haré mi señora, me pondré en marcha para traer la mejor carne de cordero- inclinándose, Emily se retiró.
[Si tan solo ese hijo de puta no hubiese incendiado el lugar, sabría que hacer con los corderos]
Emily se retorcía de rencor por dentro mientras se comía las uñas.
“Carne de Cordero”, era el nombre clave para las jóvenes a sacrificar y como bien habia dicho la reina, estaban escaseando el último tiempo. Emily pretendía encontrar lo mejor aunque no tenía la menor idea de como las conseguía Ashley sin levantar sospechas, ni los traficantes con quienes ella negociaba actualmente. Toda esa información se encontraba en la habitación de su prima bajo siete llaves, pero Espin había mandado a quemar el lugar, lo que hizo que ella terminara odiando al rey tanto como Sophia. El rey anuló por completo los medios de referencia o datos de los que pudo haberse adueñado.
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Motivos Para La Destrucción
Mystery / ThrillerSe suponía debia ser el héroe que salva al mundo, pero mis logros fueron robados y otorgados a mi hermano. La santa me acusó de violación y homicidio para que sus camaradas testisficaran en mi contra. El rey me condenó y acabé como carne para los ex...