Desayunando con un dios

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-Podrías parar de gimotear. Tu fuiste el que dijo que quería ver un anillo en acción, ahora asume tu error niño llorón-

*Sniff!*

Conteniendo el llanto, quedo estático ante mis quejas y asintió rápidamente dando el indicativo que frenaría su lloriqueo

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Conteniendo el llanto, quedo estático ante mis quejas y asintió rápidamente dando el indicativo que frenaría su lloriqueo. En tanto, revisaba la caja detenidamente para ver si obtenía algún detalle que hubiera dejado de lado.

La caja tenía dentro y fuera, escrituras en enoquiano e idioma común. Pude sacar en limpio los nombres de los santos y sus respectivos anillos. El anillo más fino era Sirius para el santo Canis Maior y el grueso eran Betelgeuse, Rigel y Bellatrix para Orión y un tercer nombre para un anillo desconocido que no estaba en la caja. También visualicé figuras alegóricas talladas en las cuatro esquinas de la caja: Un espejo, una balanza, un reloj de arena y un lirio. En los costados había figuras de nueve hombres, cada uno con una constelación específica.

Mirando de reojo a Meraki que ya había parado de llorar, retomé la vista a la caja.

-Por el momento dejaremos la caja y veremos qué hacer con el anillo. Tengo que estudiarlo en profundidad. Hay algo que huele mal en esto-

-Si...snif-

-Recoge todo lo que quieras y guárdalo, al fin de cuentas es nuestro. Usaremos el rastreo por esencia para ver si hallamos algo más interesante entre todo este dineral-

Comenzamos a guardar todo lo que veíamos que podría servir, pero tuvimos que frenar de golpe cuando sentimos algo más allá de nuestras expectativas. Conocía este sentimiento familiar y nostálgico. Me tiré en una de las colinas llena de joyas y me puse a escarbar como si mi vida dependiera de ello. Meraki estaba sorprendido, ya que era una presencia muy vaga pero bastante peligrosa si se acercaba, casi maldita se diría.

Luego de un momento, saqué una caja de unos 10cm aprox. Era un alhajero de oro, decorado con joyas y estaba cerrada con una barrera especial. Al posar mi mano en el cerrojo, este se abrió solo y lo que había dentro me dejó perplejo.

Dentro había un cilindro portaplanos de vidrio con detalles metálicos,una especie de perfumero arcaico y un suncatcher de cristal en forma de rosa de los vientos

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Dentro había un cilindro portaplanos de vidrio con detalles metálicos,una especie de perfumero arcaico y un suncatcher de cristal en forma de rosa de los vientos. Temblando sostuve en el aire el suncatcher y miré a Meraki que también lucia asustado.

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