Please, be my boyfriend.

7: Nuevas mentiras.

 

   _ ¿Te acuerdas que tuviste un grave ataque de paperas?

   Me miró como si me fuese a apuñalar.

   _ Por desgracia, han surgido complicaciones. Acaban de descubrir que tienen disfunción eréctil.

   _ Vaya, muchas gracias.

   _ Como es natural, eso me ha supuesto una gran decepción.

   _ Así que tengo que desaparecer ¿no es así? ¿Solo porque no puedo complacerte?

   _ Mucho me temo que sí. Y mamá se va a sentir sumamente aliviada al saber que te he dejado para siempre.

   _ ¿Tú crees?

   _ Sí. Diría que he hecho lo que debía, y que en realidad no le habías caído muy bien.

   _ Y una mierda.

   _ Lo hará. Y es que además no te importaba nada tener DE. A decir verdad, ya me habías dicho que el sexo no era importante para ti. Espero no haberte ofendido.

   _ ¿Por qué demonios iba a ofenderme?

   _ Por tu inminente incapacidad de satifacerme y la consiguiente deshonra de tu hombría.

   _ Deku, si eso te hace feliz, por mí como si me quieres castrar. Gira a la derecha en el siguiente cruce.

   Por el tono en que lo dijo, fue como si dijiera: Si crees que me importa un comino lo que les digas a tu familia, te estás pasando de listo.

   Durante el siguiente kilómetro sentí un hormigueo por todo el cuerpo. Cuando empezaba a reinar el silencio, él dijo:

   _ Tengo la impresión de que empiezas a estar harto de mí.

   _ No sé por qué lo dices.

   _ Creo que desde que se produjo el incidente del ciruelo.

   Por fin lo sacó a relucir.

   _ Supongo que tú también estarás algo cabreado conmigo, porque te gané la partida.

   _ No fue una competencia.

   _ Kacchan, por favor, no me tomes por imbécil. No soy un niño de quince años. Sé perfectamente qué es lo que quisiste hacer.

   _ ¿Ah sí? Ilumíname.

   _ ¡Venga! ¿De veras crees que no me di cuenta? Te dijiste: pobre nerd, está desesperado, así que será divertido darle un poco de acción.

    _ ¡Para nada! Todo esto se te está yendo de las manos. Fue un acto impulsivo.

   _ ¿Impulsivo? Y un pimiento. Sabías perfectamente lo que estabas haciendo. Te estabas divirtiendo a mi costa.

   _ Eso es una gilipollez. ¿Sabes que estoy pensando? Estoy pensando que eres un paranoico. Supones que todo el mundo piensa que estás desesperado.

   _ ¡Ayer por la noche tú pensaste que yo estaba desesperado!

   _ ¡No!_ calló un momento_ Pero si me permites que te lo diga, si vas por ahí comiéndote crudo a todo el mundo, como lo hiciste conmigo ayer, a cualquiera le dará esa impresión.

   Contraataqué con un arrebato de furia.

   _ Solo quise quitarte de la cara esa sonrisa de suficiencia que tenías, eso es todo. Para tu información, te diré que no estoy desesperado por "comerme" nada.