13: Triángulo.

1K 188 110
                                    

  

   Solo durante un momento me pareció una broma de mal gusto. Luego, de pronto, se me abrieron los ojos.

   – Lo siento. Denki iba a venir a decírtelo en persona. Creo que se ha llevado una sorpresa como tú... Pero tenia trabajo que no podía aplazar, así que...

   – Ya... siempre deja todo para último momento.

   – Le dijo a Momo que iba a venir, que así te sería más fácil, que era mejor que te enterases antes de que ella te lo dijera– alargó la mano por encima de la mesa y cogió la mía– Te vendrá bien un trago ¿Te apetece un gintonic?

   – No quiero nada– me sentía tan frío y tan desapegado a todo que aparté la mano– Tú lo has sabido en todo momento. Durante todo el tiempo que has estado allí sentado.

   – No era lo más sencillo del mundo, llegar y echártelo encima.


   Me sentí un perfecto idiota. ¿Cómo demonios no me había dado cuenta? ¿Cómo no había sabido interpretar la única pista que ahora veía con total claridad? Pensé en Denki: a sabiendas de que me sentiría como un imbécil, sintiendo lástima de mí, se lo dijo a Katsuki. Pensé en lo ridículo que tuvo que ser decirle a Katsuki, por mi parte, que Dabi quería volver. Pobre iluso, cómo se engaña... Pensé en Denki diciéndole a Momo que yo pensaba que Dabi me quería devuelta con él; pensé en Momo diciéndoselo a Dabi; pensé en Dabi, que habría pensando... Pobre iluso, cómo se engaña...

   En dos palabras: descubrí qué se siente cuando uno reconoce que está vilmente humillado.

  

   – ¿Y cómo ha sido la cosa? ¿Se veían a mis espaldas? ¿Se la estaba tirando a la vez que se tiraba a Himiko?

   Katsuki parecía haberse quedado en blanco.

   – Himiko. Fue por ella por quien me dejó.

   – Denki no me dijo nada. Parece ser que, según Momo, no pasó nada antes de la boda.

   – ¿Nada? ¿Cómo no va a haber pasado "nada"? ¿Han tenido una relación virtual? Venga ya...

   – Yo solo sé lo que te acabo de decir. Solo estuve cinco minutos allí. Denki estaba histérico. Quería que te enterases antes de que ellos te lo dijeran. Deja que te pida una copa de whisky antes de que...

   – ¡No... no quiero un maldito whisky!– era mentira. Si que lo quería. Y algo más– Podría matar a alguien por un cigarrillo.

   – Voy a comprarte tabaco.

   – No, no puedo. Aquí esta prohibido fumar.

   – Entonces vamos fuera– llamó a un camarero– ¿Nos trae la cuenta, por favor?

   Solo tardo unos segundos y se la entregó a Katsuki, quien evidentemente  pensaba pagarla. Me di prisa.

   – Ya te lo dije, te debo una...

   Y cuando estaba a punto de firmar oí a Katsuki murmurar:

    – Oh, mierda...

   Miraba por encima de mi hombro. Seguí la dirección de su mirada, me volví y vi a Dabi. Nada más entrar, repasó el comedor, nos vio y se quedó parado. Con una expresión que solo acertaría a decir que parecía afligida, se acercó a la mesa.

   Por suerte el comedor ya estaba casi vacío. Solo los camareros que preparaban las mesas para el día siguiente asistieron al espectáculo.

Please, be my boyfriend.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora