CUATRO

5.8K 454 251
                                    

Hace otros dos meses desde la última vez que vi a Hinata. Lo último que supe fue que fue a una misión de rastreo al país de las olas con sus compañeros de equipo.

Hoy era el día en que tenía que llegar y dar su reporte a la Hokague. Así que estuve esperando sin darme cuenta a que llegarán. Tenía que hablar con Hinata y saber por qué me estaba evitando desde hace un tiempo.

¡Ya eran casi seis meses!

Estaba distraído en mis pensamientos cuando Sakura-chan se acerca hacía mi rápidamente. Ni siquiera me había dado tiempo de esconderme cuando lo hizo.

— ¡Hola Naruto! — saludó mi amiga de forma energética.

— H-hola Sakura-chan, ¿vas al trabajo hoy? —

— Oh no, pedí el día libre para saber si quieres ir conmigo a acampar el día de hoy. —

— Lo siento. Pero hoy tengo cosas que hacer. Tal vez otro día con más calma. —

Mi amiga hablaba sin parar sobre los planes futuros, para ser más específicos, sobre nuestras futuras citas. No sabía cómo decirle que no deseaba salir con ella.
No tenía ya ninguna intención romántica con ella, pero no deseaba lastimar la.

Estaba pensando huir cuando veo llegando al equipo Kurenai dirigiéndose a la torre Hokage.

Me disculpe con Sakura-chan y me dirigí hacía ellos. Kiba y Shino me saludaron como siempre. Pero Hinata desvío su mirada al suelo una vez más.

— ¿Cómo les ha ido en su misión?— pregunté a los tres, pero mi mirada estaba fija en Hinata.

— Bien, gracias por preguntar. — Respondió Kiba Inuzuka.

— De hecho acabamos más rápido de lo pensado. — Shino se unió a la platica a pesar de casi no hablar.

Ambos chicos del equipo ocho me contaron sobre su misión de resguardar unos artefactos hacia el país de la arena. Incluso Kiba comentó del calor que hacía allá en la zona, y de lo agradecido que estaba por estar en casa.

Siguieron hablando e incluso haciendo pequeñas bromas que hicieron a Akamaru ladrar. Todos conversaba menos ella. Su mirada era triste, no de enojó. Antes su sonrisa era cálida, con solo verla sabía que todo estaba bien. Pero ahora no sabía nada.

— Bueno Naruto, Shino y yo tenemos que irnos, te encargamos a nuestra linda Hinata.

—¡K-kiba- kun! — exclamó la Hyuga avergonzada por el comentario de su amigo.

Los tres miembros se fueron y después de mucho tiempo pude estar a solas con la protagonista de mis sueños.

Su contacto visual era un poco más atento a otros días anteriores, pero aún se podía notar sus mejillas coloradas.

— Hinata-chan, ¿Puedo hablar contigo? —

— C-claro Naruto-kun.—

— ¿Por qué has estado evitando me? — Había ido directo al grano. No sabía realmente cómo sacar el tema a frote, estaba tan desesperado por saber que haría lo que fuera.

— B-bueno yo Naruto-kun, no he estado evitando te. —

—Claro que lo haces... Ya no sueles saludarme de la misma manera en que lo hacías, incluso Shino lo hace más que tú...

— Si te he hecho algo dímelo y me disculpare, solo por favor no me ignores. —

¿Estaba haciendo el ridículo? , si. ¿Estaba suplicando? Tal vez, pero no me retractaria a mi palabra.

Obsesión - NaruhinaWhere stories live. Discover now