Obsesión - Naruhina

SIETE |parte II

— Y se supone que tú eres el héroe de Konoha, y no puedes ni siquiera hacer algo tan fácil. —

— ¿¡Qué!? ¿Qué estás tratando de decirme? —

— Qué eres un cabeza hueca Naruto. —

— ¡No soy un cabeza hueca! —

Sai comenzaba a irritarme en cierta forma. Había tenido cosas en mi cabeza que me impedían ver a mi alrededor, no era un idiota.

— Tsk. Aún así no tienes que preocuparte por Sasuke. Si Kakashi te ha dicho que meterá cuchara, ¿Cuál es el problema? —

No había un problema que resolver, al contrario. Con él en la aldea ya tenía un peso menos.

— Creo que tienes razón. Tal vez debería dejar de preocuparme y resolver mis problemas. Tengo que confiar en la abuela Tsunade y en Kakashi-sensei. —

— Por ciertos, necesito que me hagas un favor. —

...

— Sakura, necesito hablar contigo. —

La quinta Hokage solicitó a hablar a su discípula. Solo habían pasado unas cuantas horas desde que la había llamado. Pero está vez, solo iba ella. La ojos jade no tenía idea de lo que la Hokage quisiera decirle. Nunca le había llamado de tal manera, siempre era directa, nunca le gustaban los rodeos. Pero tenía que ser algo grave para tal situación.

Mientras tanto la godaime veía a su estudiante con ojos desafiantes. Estaba preparada para tal reacción. Quería ser fuerte para lo que estaba a punto de hacer, incluso en ese momento deseo no ser la líder de Konoha.

...

Hinata veía el cielo azul y suspiraba. El día estaba soleado y muy bonito. Si pudiera describirlo en un color, diría que estaba color amarillo. Como Naruto.

Desde que Sakura-chan le contó sobre Naruto y ella perdió la alegría de verlo. No deseaba verlos juntos en la aldea derrochando amor. Tampoco quería decir en voz alta que se sentía derrotada, acabada. Que todo el amor que sentía era por aquel rubio de ojos azules.

La morocha se sentía triste. Había estado entrenando desde que Naruto se fue de la aldea hace tres años, juró que algún día ya no vería su espalda y estaría junto a él, como siempre lo quiso.

Pero ya no podía negar el hecho de que su amor no era correspondido. Ella sabía sobre los sentimientos que tenía Naruto hacia la kunoichi de cabello rosa. Pero su terquedad la había hecho pensar que si se esforzaba lo suficiente tal vez él se fijaría en ella.

En un bicho raro.