Ignis, una pelirroja que llega a Forks justo cuando termina la batalla contra los neófitos.
Ella demostrará su poder y dejará en evidencia las verdaderas intenciones de Bella, así como también, hará ver a cierto cobrizo que se ha equivocado de comp...
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Narrador Omnisciente
La reñida pelea que el Clan de vampiros Cullen tuvieron contra el ejército de neófitos había terminado, sin duda todos se sentían más tranquilos al saber que ya había pasado la peor parte, pero ahora lidiaban con cuatro de los miembros del clan Vulturi.
Los cuatro miembros sin duda alguna intimidaban, los Cullen temían que quisieran lastimar a alguno de los suyos, pues, aunque eran casi el doble que ellos, los dones de los hermanos, Jane y Alec, son bastante letales.
Antes de que pudieran continuar, un olor diferente a cualquiera que hayan olido, inundó el lugar, eso junto a los pasos que daban sobre las piedras que había en el césped.
Todos los seres inmortales se quedaron en silencio y giraron su cabeza hacia donde provenía dicho sonido.
En pocos segundos pudieron visualizar a una hermosa joven, la cual no aparentaba más de 18 o 19 años. Su hermoso cabello pelirrojo y ondulado caía sobre sus hombros hasta su cintura, su piel que parecía de porcelana, era de un color casi tan blanco como la nieve. Sus ojos marrones oscuro tenían un aura oscura, y sus labios gruesos resaltaban por el intenso labial rojo fuego que los adornaba.
Su porte y su aura era un tanto irreal, tan solo verla demostraba un inmenso poder, aún sin conocerla sentían que debían de tenerle respeto.
Esa hermosa joven es sin duda la belleza personificada.
—No se detengan, pueden continuar, queridos —su voz era hipnótica, al igual que la pequeña sonrisa ladina que se formó en sus labios. Hizo un movimiento para que así todos salieran de su pequeña especie de trance.
La mayoría de los integrantes del clan vegetariano la observaban con confusión al no saber de quién se trataba, pero también al sentir que podrían confiar plenamente en ella, aunque claro que también cuidar lo que hicieran o dijeran.
—Como exponía hace unos momentos, los Vulturi no dan segundas oportunidades, espero que lo tengan claro —Jane, la vampiro Vulturi que parecía ser la más pequeña, habla con determinación, aunque sintiéndose un tanto intimidada por la presencia de la chica de cabello pelirrojo—. A Caius le interesará saber que sigues siendo humana —mira fijamente a la única humana que se encontraba entre ellos.
—S-se eligió e-el día —responde tartamudeando un poco, tratando de ocultarse en un sentido de protección detrás del chico cobrizo a su lado, aunque este no parecía prestar tanta atención por estar mirando a la pelirroja.
—¿Tiene problema si Félix se encarga? —preguntó a la chica pelirroja.
—Mi querida Jane —comenzó a decir en un tono que ninguno de los presentes pudo identificar, a excepción de uno o dos, pero no estaban seguros. La pelirroja se acercó un poco a la nombrada—. Son las reglas, y ustedes están aquí para cumplirlas ¿no es así?
