Ignis, una pelirroja que llega a Forks justo cuando termina la batalla contra los neófitos.
Ella demostrará su poder y dejará en evidencia las verdaderas intenciones de Bella, así como también, hará ver a cierto cobrizo que se ha equivocado de comp...
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Narrador Omnisciente
El vampiro, la pelirroja, la manada Quileute y los del consejo se encontraban llegando a la playa la Push para debatir lo que los invitados tenían por decir.
El cobrizo estaba ensimismado, sin prestar atención a su alrededor. Solo pensando en que tiene que hacer hasta lo imposible por proteger a su amada. No quería que le pasara nada y pudiera salir herida como lo hacía su ex-pareja. Sin darse cuenta del error que estaba cometiendo al, inconscientemente, comparar a su novia con la humana.
Ignorando el hecho de que la pelirroja a su lado leyó sus pensamientos, lo que hizo que creciera un gran enojo en ella al verse comparada con una humana.
—Yo no soy Isabella, deberías tenerlo claro —habla en un tono casi inaudible para que solo el lector de mentes pidiera oírla. Con paso lento Ignis se aleja de él.
—¿Para qué querían hablar con nosotros? —pregunta el alfa cruzado de brazos.
—Necesitamos su ayuda —responde el cobrizo con tono serio—. En menos de un mes habrá una batalla, contra los Vulturi.
—¿Los Vulturi? —inquiere con confusión el viejo Quil—. Es el más poderoso clan de vampiros, ¿no es así?
—Así es. Ellos quieren matar a Ignis —todos los presentes voltean a ver a la nombrada, la cual, se encontraba comiendo unas papas fritas.
Cuando se percata de las miradas en ella, solo encoge sus hombros con desinterés y sigue comiendo.
—¿La grandiosa Ignis no puede cuidarse sola? —cuestiona Paul con burla.
— Claro que puedo cuidarme sola, cachorro —le responde la pelirroja dando una rápida mirada al cobrizo—. Sin embargo, los Cullen han insistido.
—Son demasiados, nos superarán casi al triple de lo que nosotros podríamos ser, por esa razón los necesitamos —habla el lector de mentes con notable desespero mientras que la pelirroja solo rueda los ojos.
Para todos es evidente que a la pelirroja le fastidia todo lo que está pasando. Los del consejo se voltean a ver y asienten.
—La manada ayudará —habla Billy con decisión, mientras que los lobos se comienzan a quejar.
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