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Las grises y espesas nubes que adornaban todo el cielo solo eran preámbulo de una fría tormenta, pero eso no era ningún impedimento alguno para que aplazara su cita con el hermoso pecoso que esperaba dentro del bosque

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Las grises y espesas nubes que adornaban todo el cielo solo eran preámbulo de una fría tormenta, pero eso no era ningún impedimento alguno para que aplazara su cita con el hermoso pecoso que esperaba dentro del bosque. Así, se equipo con todo lo necesario para sobrevivir a esa tormenta, cargando en su espalda una gran mochila repleta de cobijas y un gran toldo para proteger a Izuku y a él; ni la tormenta más caótica le quitaría la felicidad que experimentaba a lado del peliverde.

La densa oscuridad del bosque se vio lentamente remplazada por la tenue luz que filtraba el pequeño paraíso que le esperaba a unos pasos de distancia, y esa fue señal suficiente para dejar la tranquila caminata y empezar a correr lo más rápido que sus pies le permitieran, mientras en su pecho se instalaba aquella emoción que solo sentía cuando estaba junto al alado ser. 

Y ahí estaba él, sentado en el césped, con una gran sonrisa, mirándole directamente a los ojos como si lo hubiera estado esperando en ese lugar todo ese tiempo; le pareció ver que su pecoso rostro se iluminó cuando lo vio llegar entre aquel centenar de arboles, que hermosa ilusión.

-¡Shou! ¡Te estuve esperando!- y quizá estaba delirando, talvez había muerto y aquello era el cielo que tanto prometían en los libros- ¿Shou?

-Tú ¿me estabas esperando?- el corazón se le detuvo por un pequeño instante a la expectación de la respuesta del contrario, observaba embelesado sus delgado labios, esperando al más tenue sonido que de ellos saliera.

-¡Por supuesto que sí! Shou es mi compañero de juegos predilectos, siempre te estaré esperando- y su corazón danzo de felicidad, sintió como retumbo de manera estrepitosa en su pecho, como si las palabras del peliverde fueran las más especiales que hubiera escuchado nunca ¿aquello era estar perdidamente enamorado?.

- Yo... yo vendré aquí siempre Izuku, hasta que los días de mi vida se terminen, así que por favor espera mi llegada- tomo con la más grande delicadeza las suaves y regordetas mejillas del más bajo, y las acarició con ternura. Juraba por cualquier deidad que en ese momento le estaba mostrando a Izuku el rostro de un tonto enamorado, podía verlo reflejado en ese par de esmeraldas que tenía por mirada, y eso no le molestaba, todo lo contrario, le encantaba verse reflejado en ese par de ojos, ojalá esos ojos siguieran reflejándole hasta que su efímera vida terminase.

-Shou- la cara del peliverde se acurruco aún más entre sus manos, como un pequeño gatito en busca de mimos- te estaré esperando por siempre

Y si esa promesa se cumplía su felicidad estaría asegurada, sería el hombre más libre sobre la tierra, porque a lado de Izuku podía ser él, el torpe Shouto, el infantil y egoísta Shouto, aquel Shouto que oculto casi toda su vida por temor, aquel que solo podía brillar a lado de Izuku, Izuku era su luz, su libertad.

Y si esa promesa se cumplía su felicidad estaría asegurada, sería el hombre más libre sobre la tierra, porque a lado de Izuku podía ser él, el torpe Shouto, el infantil y egoísta Shouto, aquel Shouto que oculto casi toda su vida por temor, aquel q...

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En el corazón de bosque [Dekubowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora