sanctuary // joji [En Edición]

𝟑𝟕

—Estoy nerviosa, muy— Pasé mis manos por mis piernas.

—Tranquilizate y deja que te maquillen, arruinaras todo— Amy habló desde la cama donde estaba sentada.

—Perdón— Me dirigí a la maquillista y dejé que continuara.

—No es como que Joji se vaya a arrepentir— Me vió a través del espejo. Yo solo sonreí— Créeme que esa idea ni siquiera pasa por su mente.

Después de casi una hora la chica terminó de hacer el maquillaje, en realidad le había pedido que no fuera algo tan pesado, solo algo sencillo debido a que la ceremonia será sencilla. Así que las sombras eran de un tono tenue, casi del color de piel, lo único fuerte y llamativo del maquillaje eran los labios color rojo. Me recogieron el cabello en un moño bajo y por un lado colocaron un par de broches en forma de ramas, hermosos. Me sonreí en el espejo al ver el resultado final.

—¡Que emoción!— Amy dió brinquitos de felicidad— Ya pontelo— Se refirió a el vestido de satín color blanco.

Había optado por un vestido no tradicional, una porque nos íbamos a casar deacuerdo a la ley y no a la inglesa, y dos, por lo mismo de que no será la gran fiesta.

—No comas ancias— La puerta nos interrumpió dejándome ver a Chloe ya vestida y arreglada, tenía mucho tiempo sin verla.

—Hola chicas— Saludamos— Te ves increíble Adeline.

—Gracias— Sonreí agradecida.

—Solo vengo a dar el chisme de que Joji ya está cambiándose, deberías hacer lo mismo— Mencionó viendo el vestido y tacones sobre la cama. Sonreí al imaginarme a Joji

—Dime por favor que traes lencería sexy.

—Ni siquiera usaré sostén Amy— Guiñe un ojo— Pero porqué el vestido es descubierto de atrás— Aclaré riendo por ver sus caras.

Me quité el camisón que tenía puesto quedando en ropa interior.

—Dios Adeline ¿Estás embarazada?— Una Chloe confundida habló.

—Si. Pero no te enojes, no le he dicho a nadie porque quiero esperar más tiempo, la única que sabe es Amy porque con ella me hice las pruebas.

—Esta bien, no me enojaré— Sonrió y con una seña me preguntó si podía tocarme asentí y colocó su mano sobre mi estómago acariciandolo— Ay no, me muero— Reímos y proseguí a cambiarme.

(...)

—Hola papá— Hablé penosa acercándome a él una vez que salí de la habitación.

—Hola muñeca, te ves hermosa— Me analizó con su mirada— Que afortunado es George de tenerte— Mencionó nostálgico— Les deseó toda la felicidad del mundo— Me escondió entre sus brazos dándome un fuerte abrazo.

—Gracias papá— Le sonreí una vez que nos separamos— Te amo demasiado.

—Yo te amo mucho más, siempre serás mi pequeña— Acarició mi mejilla— ¿Estás lista?— Asentí y tomé su brazo que me ofreció.

Caminamos hacía donde estaban las personas esperando mi llegada. Tanto la ceremonia civil como la fiesta serían en la azotea de un hotel de Los Angeles, tipo rooftop party. Así todo sería más íntimo y sencillo. Mi papá abrió la puerta de ésta dejándome ver a lo lejos a los pocos invitados y a Joji al pie de la mesa del juez, sonreí automáticamente.

Mi recorrido hacia él se resume en nosotros viéndonos fijamente, George tenía una gran sonrisa y seguramente yo igual.

Se veía jodidamente bien, siempre se ve bien en traje pero hoy se veía aún más espectacular, mis lágrimas querían salir de tan solo verlo ahí de pie esperando por mi.