Eres Solo Mía (Vergil y tu)

Capítulo 1

◆━━━━◆Pov de narradora◆━━━━◆

Una hermosa mujer miraba con una pequeña sonrisa al mayor de los gemelos de Eva y Sparda, sentándose así a su lado en el sofá del hogar de su amiga de cabellos rubios a la vez del caballero oscuro Sparda, pero por una extraña razón desapareció y no tienen ninguna información sobre su paradero, menos la hermosa mujer que lo puede encontrar con mucha facilidad con sus poderes al ser una de sus compañeras de guerra desde hace mucho años, siendo esta una Diosa en lo que se corresponde, pero esta quería estar con el mayor de los gemelos que siempre se mantenía tranquilo, mientras que este leía muy tranquilo un libro de poemas que recibió de regalo por parte de un hombre que conoció en la biblioteca en la ciudad donde viven.

Vergil: creí que estarías con Dante-susurra para verla de reojo-¿Que quieres saber de mi ahora, Tn?.

Tn: solamente quiero saber como te sientes el día de hoy-suspira un poco ante su actitud fría con ella, para así acariciar su cabeza con cuidado-soy como una tía para ti, a pesar de no ser un demonio como tu padre. Además sabes que te quiero mucho, en verdad quiero que me veas como tu amiga.

Vergil: ¿Porque será ese interés en mi?-dejó a un lado el libro, para así ver a la mujer con mucho cuidado-¿No te gusta más Dante que yo?.

Tn: ambos me gustan, pero debo de cuidar más de ti, Vergil-ríe un poco, para así sonreírle con amor, ya que en verdad es su deber de cuidarlo bien.

Vergil: eres extraña-suspira, para así volver a tomar su libro con calma.

Tn: para muchas personas somos extraños, pero así somos únicos de los demás-ríe un poco para levantarse de su lugar y caminar hacia la cocina-te haré unos aperitivos para que sigas disfrutando del libro a la vez traeré té, solo espera un poco por mi, Vergil.

Vergil: en verdad, eres una mujer muy extraña, Tn-suspira, para así seguir leyendo el libro con un pequeño sonrojo.

El menor no sabía lo que era ese dulce calor que siente en su pecho a la vez ese fuerte palpitar pero se sentía bien con ello, mientras que este sigue sin saber lo que sentía por la hermosa Diosa, la cual preparaba con mucho amor un refrigerio para el menor, pero el menor solo estaría en silencio leyendo el libro que recibió por la hermosa mujer que siempre lo acompañaba en la mayoría del tiempo, a pesar de que su hermano menor siempre quiere luchar con ella para ser más fuerte, así que este aprovechará el tiempo para analizar lo que siente por ella a la vez saber más cosas de ella. La hermosa mujer le sirvió muy feliz todo lo que le había preparado al mayor de los gemelos, aunque también dejó un poco para el menor de los gemelos, ya que en ocasiones suele ser un poco celoso con la fémina al estar mayormente con su hermano mayor, así que la hermosa Diosa tomó un libro para leerlo a su lado no quería molestar su concentración en lo absoluto, siendo así un momento muy agradable hasta que se escucho un fuerte golpe, la mayor suspiro al saber que era el menor, para así dejar su libro para ir a cargarlo con cuidado.

Tn: veo que ya has regresado, Dante-le sonríe muy tranquila, para así llevarlo a la cocina-te he hecho un poco de postre, espero que lo disfrutes mucho.

Dante: ¡Lo siento por venir tarde! ¡Es que fui a dejar a mamá hasta el trabajo! ¡Muchas gracias, Tn!-sonríe muy animado como siempre.

Tn: veo que te fue muy bien, así que es hora de trabajar-ríe levemente para dejarlo comiendo, mientras cuida de ambos gemelos, ya que literalmente los cuida como si fuera su niñera.

Aunque la fémina los cuidaba porque en verdad los quiere a la vez son hijos de uno de sus aliados de esa dura guerra contra Mundus, ya que fueron los únicos que quisieron luchar contra él para salvar a la humanidad, pero ella lo hacía para no estar casada con un ser tan horrible como es el emperador del infierno, así que esta es una de las formas de pagar todo el favor que hizo Sparda para hacerla sentir libre, pero no le molestaba cuidar a sus hijos, ya que para ella son muy tiernos, pero quiere saber más de Vergil, el cual se parece un poco más a su padre. A pesar de que ambos tienen aún ocho años, es su deber cuidarlos de todo mal, a pesar de que suelen pelear por las cosas del mayor, pero la fémina los detenía en ello.