5: El anuncio del baile ¿Mas de una invitación?

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Megan despertó al día siguiente sin saber si lo que había pasado la tarde del día anterior fue un sueño o fue simplemente real. Dio un suspiro y se resigno a levantarse, hoy anunciarían quienes eran los campeones que participarían en el Torneo de los tres magos. Megan se levanto sintiendo una extraña pesadez en todas sus extremidades, se vistió y arreglo un poco su cabello y su cara para luego salir y notar que era mas temprano de lo que ella pensaba.

Respiro hondo y salió, lo que quedó del día trato de evitar a toda costa a Ihan, a Violet, a Jack y por sobretodo a Fred. Ella prefería estar en el baño de Myrtle la llorona y escuchar todos sus pesares antes de cruzarse con aquellas personas.

Cuando llego la hora de la cena los campeones fueron nombrados, de la escuela Beauxbatons: Fleur Delacour, de la escuela Durmstrang: Viktor Krum <> Y de la escuela Hogwarts: Cedric Diggory. Los aplausos llenaron el comedor, pero se apagaron rápidamente cuando el cáliz escupió un papel de más, y aquel nombre que muchos no esperaban oír fue nombrado. Harry Potter.

Megan frunció el ceño, no le encontraba el sentido ¿Cómo…? ¿Cómo había podido burlar el hechizo de Dumbledore? Entre el silencio se oían algunos murmullos y palabras como <>.

Cuando todo finalizo Megan podía oír las conversaciones hablando acerca de Harry, hizo una mueca y siguió caminando. Los días siguientes no mejoraron, de hecho al contrario las acusaciones eran peores.

Megan oyó un par de veces hablar a Jack con su amigo Daniel acerca de que si Potter era un tramposo o no, y sacaban deducciones e hipótesis un poco tontas y poco razonadas. Ella se abstenía a todo y a todos, evitaba a todo el mundo y todo el tiempo, pasaba el doble de horas en la biblioteca, y si salía procuraba estar en un lugar aislado. Violet evitaba preguntarle las cosas, conocía a su amiga bastante bien y sabía cuando dar un paso atrás y dejarla sola.

El día de la primer prueba llegó todos se abarrotaban para asistir a ella, Megan sentía curiosidad pero no sabía si quedarse en el castillo o ir, decidió por ir, se abrigo bien puesto a que ella siempre tenía frío y camino mezclándose en la multitud. Se sentó en las gradas mas alejadas del resto y comenzó a ver horrorizada el espectáculo, los campeones tenían que hallar la forma de recuperar un huevo dorado que custodiaba un dragón.

Los cuatro pasaron la prueba. Ya todos los estudiantes estaban en sus salas comunes, en la sala común de Gryffindor todos celebraban la hazaña de Harry Potter, Megan pensaba que el a pesar de todo su valor, bondad, y fidelidad <<Características que posee cualquier héroe>> Él era propenso a arriesgar su propia vida, intencionalmente o no.

Durante el festejo ella cruzó por un segundo una mirada con Fred Weasley, lo que logró ponerla roja como un tomate, salió de allí rápidamente y se dirigió a su respectivo dormitorio compartido donde se encontró con Violet, ella le regalo una sonrisa pero no se atrevió a hablarle, se tapo con sus sabanas hasta la cabeza y se durmió.

Violet conciliaba el sueño rápidamente, y costaba mucho despertarla, en cambio Megan tendría que estar muy cansada para dormirse rápido y ante cualquier ruido se despertaría. Se acostó en su cómoda cama y luego de varias vueltas y pensamientos enredados, se durmió.

El día siguiente Megan caminaba por los pasillos y veía varias sonrisas tontas en las caras de las chicas y expresiones de pesar en las de los muchachos, frunció el ceño sin entender que sucedía, hasta que un grupo de chicas pasaban murmurando algo acerca de un baile.

<< ¿Baile? >> Pensó Megan arrugando la nariz. No le gustaban los bailes, no le gustaba bailar, además sabía que no iban a invitarla, eso era lo de menos, ella no tenía en sus planes ir, paso por los jardines con rapidez, necesitaba alejarse de toda la pesada multitud hablando todos acerca de lo mismo.

Se sentó en un lugar alejado de todos, esperando poder aclarar sus pensamientos, se abrazó las rodillas juntándolas casi a su pecho y apreció la vista del bosque prohibido ¿Qué se sentirá estar ahí? No todo era malvado y peligroso seguramente, sabía que allí habitaban centauros y unicornios quienes son las criaturas más bellas que existen. Ella nunca tuvo el lujo de ver a uno, pero esperaba poder hacerlo.

Sumergida en sus pensamientos no se percató del pasar del tiempo, y muchísimo menos de la presencia de la persona que estaba atrás de ella. Una mano se poso delicadamente en su hombro, ella volteó con lentitud.

Una sonrisa se curvaba en los labios rosados, un brillo especial bailaba en los ojos celestes. Ihan la miraba atentamente, ella se congelo en su lugar, sin decir nada, sin moverse, sintiéndose casi hipnotizada por aquellos ojos.

-Hola preciosa-Rompió el hielo.

-Hola-contestó ella en un susurro, la sonrisa en el rostro de él se ensancho.

-Tanto tiempo sin vernos.-La miraba divertido.-Escucha, iré al grano ¿Quieres ir al baile de navidad conmigo?-Megan frunció los labios.

-De hecho Ihan, pensaba en no ir.-Contesto ella con recelo.

-¿Ah no?-Preguntó el, en su voz no había ni un gramo de decepción, su sonrisa seguía intacta.-Vamos, te divertirás.-Trato de convencerla. Ella hizo una mueca.

-¿Por qué me invitas a mí? Habiendo otras mucho más bonitas y divertidas.-Preguntó ella con el ceño fruncido, solo entonces vio borrarse la sonrisa de Ihan.

-Porque eres simplemente sorprendente y especial, eres como un acertijo esperando a ser resuelto, y créeme cuando digo que eso es lo que espero hacer.-Sintió sus mejillas arder, podría ir al baile con Ihan ¿Qué tenía de malo? Además, se divertiría ¿O no?

-Esta bien, iré contigo Ihan.-Ella sonrío, lo vio levantarse, inclinarse a ella, tomarla por la cintura y levantarla hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo, el comenzó a girar con ella en brazos mientras ambos reían, podría decirse una escena adorable. Ella lo miró directo a los ojos y él se acercó para besarla, y aquel beso, fue el broche de oro.

*

Ya era tarde, Megan paso por alto la cena, estaba cansada, y llena de césped. Había estado todo el día con Ihan, el parecía no querer dejarla ir y mucho menos dejar de besarla, sonrió inconscientemente mientras llevaba su mano derecha a sus labios, aun sentía el cosquilleo y el dulce sabor de los besos de Ihan.

Tenía pareja para el baile, y además él dijo que le gustaba << ¿No era demasiado para un día? Es decir, alguien que nunca esta acostumbrada, como yo a estas cosas, debería estar delirando de alegría>>

-¡Meg!-Escucho a sus espaldas, ella volteó con la sonrisa intacta en su rostro.

-¿Jack?-Pregunto frunciendo el ceño.

-Si-contestó el ya en frente de ella jadeando por la carrera.-¿Cómo estas?-Preguntó con dificultad debido a los jadeos.

-Bien ¿Y tú?-El asintió aun recuperando el aire.-¿Estas bien?-Preguntó ella preocupada, colocó una mano en el hombro de su amigo, el volvió a asentir.

-Escucha.-Comenzó ya cuando recuperó el aire.-Yo me preguntaba si tú em…-Se rascó la nuca nervioso mientras fruncía los labios.

-Jack ¿Qué sucede?-Preguntó ella con una risita. El seguía vacilando antes de hablar, y ella estaba perdiendo la paciencia.-¿No podemos hablar mañana? Estoy cansada.-El abrió sus ojos azules repentinamente.

-¡No! Podrían adelantarse y yo…-Ella frunció el ceño.-Escucha, yo no tengo pareja para el baile, y supongo que aun no te han invitado ¿Qué te parece si vamos juntos?-El habló tan rápido que a ella le costó entender.

-¿Ir al baile juntos?-Preguntó con el ceño fruncido, el asintió, odiaba decepcionar a su amigo, pero no podía mentirle, le hubiera gustado también ir con el al baile, Jack es muy divertido si se lo propone.-Jack, ya tengo pareja, y acepte ir con él-Dijo ella con pesar en la voz, Jack asintió lentamente y se puso en marcha sin decir ni una palabra mas.

 ¡Te odio Fred Weasley! ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora