7.2:Como un simple detalle puede arruinar la noche y como otro puede remediarla

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Megan caminaba junto a Violet hacía el vestíbulo, llegaban tarde prácticamente. El sonido de los zapatos de tacón pegando contra el suelo hacía eco, llegaron rápidamente y pasaron por las puertas del Gran Salón, varías parejas ya se encontraban bailando, Violet bajo con elegancia la escalera y en el pie de ella estaba su pareja esperándola.

Megan se repetía por dentro que no sea tan torpe de caerse en público y mas viendo que había varias miradas posadas en ella, en el pie de la escalera, del lado derecho estaba Ihan, no le avergonzaba decirlo, estaba guapísimo.

Al llegar, cuando faltaba un escalón el le ofreció la mano y Megan la aceptó con una sonrisa, el la ayudo a bajar como todo un caballero y luego le susurro al oído: "Estas preciosa" a lo que ella respondió con una sonrisa tímida y un sonrojo en las mejillas.

Luego ambos se ubicaron en una de las mesas donde estaban Jack con su pareja, la chica de Ravenclaw y Violet con el chico de Hufflepuff, Megan le sonrió a ambos.

-Estas muy… Linda.-Comento Jack.

-Lo mismo digo.-Uno de los brazos de Ihan pasar por los hombros de Megan en forma posesiva, ella solo pudo sentir el calor de sus mejillas que posiblemente estaban de un color escarlata intenso, luego de un buen banquete Dumbledore abrió paso a la pista de baile, y una plataforma lo suficientemente alta con algunos instrumentos.

-¿Bailas?-Preguntó Ihan, Megan solo asintió con una sonrisa, el la hacía reír, varías veces la hizo girar haciendo que el vestido aletee a su alrededor, las mejillas de la chica dolían de tanto sonreír, la canción comenzaba a cambiar, se tornaba mas rápida, mas divertida, Ihan era un buen bailarín. Y Megan, en comparación era pésima. Bailaron un largo rato juntos.

-Iré por cerveza de manteca.-Le dijo mientras la dejaba sola, ella se acercó a la mesa en donde estaba Jack y su pareja. Se sentó esperando a Ihan. Sin embargo el no volvió en un largo rato, por lo que se dispuso a ir a buscarlo. No lo encontró en ninguna parte, por lo que empezó a preguntar. Y nadie sabía en donde estaba, suspiró cansada y me fue a sentar afuera en los jardines.

¿Se había ido? ¿La había dejado plantada? Pero ¿Por qué? Suspiró una vez más. Sin duda, no tenía suerte y no servía para estas cosas. Se iba a levantar cuando algo llamo su atención, era un punto brillante, como hecha de chispas, era una pequeña mariposa hecha de chispas doradas que aleteaba hacia ella, extendió el dedo y la pequeña mariposa se poso allí para luego disolverse en chispas similares a fragmentos pequeños de las mismas estrellas.

Era hermoso.

Mas mariposas aparecieron, la rodearon y cada vez que la tocaba, volvían a disolverse, Megan reía. Todo aquello era tan hermoso. Luego las mariposas dejaron de llegar, entonces Megan volvió a sentarse, y junto a ella había una hermosa rosa de cristal, o por lo menos eso aparentaba. A pesar de ser de un material tan poco común al olerla, la fragancia dulce desprendía de ella.  Megan sonrió feliz ¿Habrá preparado todo eso Ihan? Seguramente, si no quien mas había podido ser.

-Hola.-Escucho ella, volteó y se quedo quieta apretando la rosa de cristal en su mano.

-Hola-Le respondió.

-Te ves muy… Bien esta noche.-Megan se sonrojo y miro hacía otra parte mientras carraspeaba la garganta antes de hablar.

-Gracias.-Los ojos de él estaban fijos en ella, como clavados, sin poder desprenderlos.-Lo mismo digo.-Dijo tratando de devolver torpemente el cumplido.

-¿Cómo estas pasando la noche?-Preguntó sentándose junto a ella.

-Bien.-contesto con una pequeña sonrisa mirando la rosa.- ¿Y tú?

-De maravilla.-Sonrío. Eso la dejo embobada.-Supe que el de Durmstrang es tu pareja.-Ella asintió.- ¿No crees que es un poco mayor para ti?-Frunció el ceño.

-¿Qué?-Preguntó incrédula.- ¿De qué hablas Fred?

-Solo digo que, el quizás…-Hizo un gesto dando a entender todo.

-Ihan no es así.-Espetó enojada.-El me respeta, no como otras personas.-Agregó con desprecio. El suspiro.

-Lo lamento no quise decir eso.-Se disculpo.

-Déjalo.-Dijo ella levantándose.-Debo volver, Ihan seguro me esta buscando.-Se comenzó a arreglar el vestido mientras Fred la miraba atentamente.

-Él está… Ocupado.-comentó.

-¿Ocupado con que?-Preguntó ella con el ceño fruncido.

-Bueno, creo que esta descompuesto.-Megan abrió grande los ojos.

-¿Qué? ¿Y tu como sabes eso?-Un tono de preocupación maternal surgió de ella.

-Lo vi en el baño, no es nada grave, se repondrá.-Una sonrisa despreocupada se curvo en sus labios haciéndolo parecer mas lindo, él se levantó.- ¿Te gustaron las mariposas?-Megan lo miró con la boca semiabierta y tuvo que parpadear varias veces.

-¿Tu…?-Él sonreía.

-Cortesía de Sortilegios Weasley.-Sonrió.-Al igual que eso.-Señala a rosa. Megan no podía creérselo, todo eso era obra suya.

-Es… Hermoso.-Cometo ella saliendo del transe. Carraspeo.-Es muy hermoso, muchas gracias.-Luego pensó, él nunca era tan amable o dedicado con ella ¿Entonces?- ¿Qué hay atrás de todo esto? ¿La rosa estallara o se convertirá en una araña gigante o algo por el estilo?-La expresión de el cambió súbitamente.

-No.-Contestó cortante y frío.

-Entonces esta bien…-Respondió bajando la mirada, hacía frio por lo que comenzó a titiritar, el vio su expresión, se quito la capa y se la puso sobre los hombros, estaba cálida debido al calor corporal de él.

-Gracias.-Comentó ella abrigándose mas, paso las manos por las mangas, la quedaba terriblemente grande, el al verla río.

-Te ves tan adorable así.-comentó mirándola, ella se sonrojo ¿Por qué no podía estar un segundo sin sonrojarse?

-¿Y tu cita?-Preguntó ella.

-Con sus amigas, creo que quería un poco de privacidad.-Él puso sus manos en los bolsillos de su pantalón. Ella asintió, metió la mano en una de los bolsillos de la túnica y sintió algo rugoso, como una bolsa, la saco y dentro de ella había una especia de pastillas o dulces.

-¿Qué es esto?-Le preguntó, él le quitó rápidamente la bolsa de la mano.

-Nada, es solo.-Parecía nervioso.-Un proyecto en el que estamos trabajando con George.-Megan alzó una ceja.- ¿Qué?-Preguntó el tratando de sonar inocente, ella suspiró.

-No importa.-Le dio una sonrisa tranquilizadora.-Gracias Fred.-Él le sonrío, se acercó a ella y como siempre ella esperaba lo peor, pero solo le dio un beso en la mejilla y se fue, ella lo detuvo a mitad de camino y le devolvió la capa y así él se fue.

Megan volvió al Gran Salón y allí encontró unas pocas parejas bailando, se acercó a Violet quien estaba roja y cansada, le preguntó por Ihan y dijo que el vino a avisarle que estaba enfermo y que lamentaba que tuvo que haberse ido y que se lo recompensaría después. Pero a Megan no le importó, su mente vagaba en otra persona, el pelirrojo que le regaló la rosa de cristal. Y se preguntaba si ese pelirrojo se parecía al patán que rompió sus anteojos. Pero ahora no quería pensar, solo quería recordar esta noche.

 ¡Te odio Fred Weasley! ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora