6.

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Narrador protagonista

Todos estábamos cenando, yo bebía de mi jugo de calabaza mientras mi hermano estaba sentado a mi lado comiendo. Dando por terminando la cena el prefecto de nuestra casa se levantó y empezó a llamarnos, todos nos dirigimos hacia el para seguirlo a las mazmorras donde se encontraba la sala común y las habitaciones de Slytherin.

Ya estando en la entrada a la sala común el prefecto se volteo a nosotros y hablo.

— Es aquí, cuando quieran entrar deberán decir la clave para que esta se habrá y recuerden que la clave no puede ser compartida con miembros de otras casas. — Dijo para después darse la vuelta hacia la entrada y decir las palabras que hicieron que esta nos diera el paso.

— Sangre pura. — Dijo lo suficientemente alto para que todos los alumnos de primer año escucháramos.

— Sigamos. — Dijo adentrándose a la que era la sala común.

Ya estando dentro me detuve a observar detenidamente la sala común la cual estaba iluminada por lámparas de techo de color verde con sillones de cuero negro, sillas y mesas de madera tallada cubiertas de manteles detallados, el clima allí dentro era frio, pero era agradable para mi suerte prefería el frio al calor. Dirigí mi mirada nuevamente hacia el prefecto quien se había parado frente a nosotros una vez más.

— Las habitaciones de los niños están por aquí y las de las niñas por allá. — Dijo apuntando hacia cada dirección que se encontraban las habitaciones.

No había pensado en eso, ya no dormiría con mi hermano durante los siguientes meses, era verdad que no siempre dormíamos juntos pero las veces que estaba sola en la oscuridad de mi cuarto no me sentía segura, se sentía frio, pero no uno agradable si no uno que te hace temblar hasta sentir dolor en los huesos y pensaba que algo saldría de debajo de mi cama para hacerme daño. Actualmente ya no creo eso claro, pero aún me asusta la oscuridad, me asusta ser consumida por ella... Tenerlo a el cerca me hacía sentir a salvo, ahora solo me queda arreglármelas sola.

— Notaran que sus pertenencias ya están aquí adelante vayan. — Apenas termino de hablar todos los niños y niñas corrieron hacia donde estaban los cuartos, yo mire hacia mi hermano que al parecer había pensado lo mismo que yo.

Me dedico una pequeña sonrisa para después irse siendo jalado por Goyle, me di la vuelta y me dispuse a ir a buscar la que sería mi habitación. En el centro de las puertas había unas pequeñas decoraciones plateadas y en el medio de ellas estaban los apellidos de los que dormirían dentro de estas, busque por unos minutos hasta llegar a una la cual solo tenía el mío.

"Malfoy."

Lo mire un momento algo confundida hasta recordar que los padres de los miembros de Slytherin podían conseguir una habitación sola para sus hijos a cambio de algunas aportaciones, esto era injusto si, pero a veces así son las cosas. Le enviaría una carta a mi madre preguntándole el porqué de que yo no compartiese cuarto, no me molestaba, pero me hubiese gustado que tomaran mi opinión en cuenta.

Entre en la que ahora era mi habitación y como dijo el prefecto antes ahí estaban mis pertenencias junto al uniforme de mi casa, me dispuse a ponerme el pijama la cual era una camiseta con los colores de slytherin y un pans cómodo de una tela que era realmente suave. Acabe acostada en mi nueva cama la cual era una matrimonial, una vez estando cómoda cerré mis ojos e intenté dormir.

• • •

Eran las 6:00 Am y yo ya estaba arreglada para las clases, aún era temprano pues la primera era con la profesora Mcgonagall era a las 7:30, tenía tiempo de sobra como para ir a desayunar al gran comedor y después ir a su clase a tiempo. Me gustaba ser organizada y no andarme con prisas además de que no había podido volver dormir desde las 4 de la madrugada, tenía sueño, pero nada que no pudiera controlar.

The Malfoy TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora