Llueve sobre mojado

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"¿Por qué lo golpeaste?" regañó Luo Binghe a Mobei-Jun

Éste simplemente levantó los hombros como diciendo "¿No él lo pidió?". Luo Binghe solo pudo sentir pena por este 'creador suyo'.

Luego de un par de minutos, Shang Feiji recuperó el conocimiento. Esta vez fue él el sorprendido, al darse cuenta de donde estaba durmiendo.

Mobei-Jun lo miró desde arriba, preguntando con voz fría.

"¿Ya estas mejor?"

Shang Feiji no sabía si responder o quitarse del ragazo de Mobei-Jun, lo segundo era mejor. Pero antes de siquiera poder levantarse, Mobei-Jun puso una mano sobre el hombro de este y desvío la mirada mientras murmuraba algo.

Shang Feiji no alcanzó a oír la disculpa de Mobei-Jun, aun así, esto no evitó que se sintiera acalorado. Luego se dio cuenta de que un par de ojos carmesí lo miraban finamente.

¿Hace cuanto estas mirando? Quería preguntar, pero la carita de Luo Binghe le robo las palabras.

"¿Shang Qinghua?"

"Sí, quiero decir no"

Shang Feiji pudo ver como la expresión de Luo Binghe se torcía, no quería tener que lidiar con un demonio enojado, menos con dos. Así que se puso de pie como pudo (curiosamente Mobei-Jun no quería dejarlo) ¿Qué había pasado en él tiempo que no estuvo a su lado? Agitó la cabeza, tratando de centrarse en lo principal.

¿Cómo diablos habían llegado allí?

Luo Binghe, siendo alguien más platicador le comento lo sucedido. Shang Feiji lo analizó desde cierto ángulo.

Okey, tenía sentido... un sueño onírico y la espada Xin Mo, espera ¿la espada Xin Mo?

"Binghe" notó como su expresión se volvió severa y corrigió "Luo Binghe, ¿dónde está tu espada?"

Luo Binghe miró a un lado y luego al otro, que curioso, no la traía. Pero lo más curioso para Shang Feiji, fue saber que a Luo Binghe ni siquiera le importaba, hasta ese momento.

"DaWang" llamó, quizás debía llamarlo Mobei, pero la costumbre ya estaba allí, difícilmente se la sacaría "¿Y su espada?"

Mobei-Jun palpó su cintura, sabía que allí estaba su espada, pero curiosamente no la encontraba.

Shang Feiji notó algo más, caminó hacia uno de sus cajones y sacó un espejo redondo, lo puso frente a Luo Binghe y dijo:

"Mira, tu marca casi ha desaparecido" luego miró a su DaWang "pero la de DaWang sigue intacta ¿Será que tus poderes se están debilitando, por ser mirad humano?"

Luo Binghe no respondió, tomó el espejo de las manos de Shang Feiji y miró su marca por más tiempo, ciertamente ahora era menos roja y casi era totalmente transparente.

¿Qué estaba sucediendo? Pero como si fuera tan poco importante para él, aparto el espejo e hizo la pregunta que asaltaba su cabeza cada cinco segundos.

"¿Dónde esta Shizun?"

"Eh? No sé"

Shang Feiji pudo notar como el ligero aire de entusiasmo que tenía se redujo dos niveles por debajo del suelo, agitó las manos intentando remediar su respuesta rápida y brutal.

"Digo, no lo sé... pero tal vez... ya haya vuelto a casa..."

La voz de Shang Feiji se hizo más débil en la última palabra, ¿por qué? Sencillo, por que ahora que recordaba, en su salida del hospital había cruzado caminos con un chico joven y, curiosamente, con un aspecto similar al Shen Qingqiu que conoció. Sólo que más joven y más vivaz.

Pero no quería que su "hijo" hiciera un alboroto en un hospital por alguien que ni siquiera sabía cómo se llamaba, así que se limitó a no decir acerca  de sus especulaciones.

"Si su regreso fue similar al mio" explicó "ya debe haberse dado de alta, tal vez ahora este con su familia..."

Shang Feiji lo pensó un poco, no sabía nada de ese "Hermano Pepino" las pocas veces que se digno a contestar sus comentarios terminaban hablando de cosas banales y muchas veces terminaba en discusión. Era el único usuario que se atrevía a darle pelea, pero, ¿qué sabía realmente de él?

Tal vez era un chico rico, tal vez uno de nivel medio o quizás y hasta era una chica... no, no, no, ¿cómo podía decir eso? Si lo conoció en persona... figurativamente.

La cabeza de Shang Feiji dolía por tanto pensar, hasta que se le ocurrió la brillante idea.

Caminó hacia su escritorio, pero cuando su mano estuvo sobre su ordenador una sensación de temor le recorrió la piel.

"¿Qué pasa?" preguntó Luo Binghe al notar su extraña expresión

Shang Feiji les dio una sonrisa tambaleante.

"Ahora que recuerdo... mi madre me ordenó no tocar esta cosa sin su supervision"

Mobei-Jun y Luo Binghe intercambiaron miradas, ¿así que la autoridad de 'la madre de este tipo' era muy superior a la de su DaWang? La respuesta era obvia.

"¿Por qué?"

"Um..." retrajo su mano y bajo la mirada "así fue como acabe en la novela... morí electrocutado"

Luo Binghe miró el aparato ¿Tan peligroso era? ¿Cómo podía tener algo tan peligroso en su hogar?

Mobei-Jun por otro lado camino hacia Shang Feiji y lo tomó de la cintura, para luego alejarlo del aparato. No dejaría que se transmigre a otra novela de nuevo, estando él allí.

Se sintió avergonzado.

"Em... DaWang"

"No te acercarás a eso"

Shang Feiji se sintió acalorado ¿Su DaWang era más protector?

Dejando el aparato de lado los tres salieron de la habitación. Sólo en ese momento, Shang Feiji se dio cuenta de que ambos demonios llevaban la ropa de su mundo, demasiado llamativo.

"Em... em... ¿Qué tal si salimos de compras?"

Ambos demonios se miraron, luego miraron la ropa regada a su alrededor, ninguna era lo suficiente grande para alguno de ellos. Así que Shang Feiji se había dado por vencido luego de vaciar sus dos primeros cajones de ropa.

"Definitivamente, compremos ropa" presionó el puente de la nariz de solo intentar recordar cuanto le quedaba en la cuenta bancaria

Después de una llamada rápida a su madre y que ambos demonios se quitaran las capas más llamativas de su ropa. Shang Feiji y los dos demonios salieron de la humilde vivienda.

"Creo que debieron atarse el cabello" comentó a medio camino, recibiendo la mirada de ambos demonios "no dije nada"

La percepción de Shang Feiji siempre había sido mala, eso sumando los rasgos de los ojos de ambos demonios que siempre se veían como rasgos de odio. No evitaron que su imaginación volará pensando que lo odiaban.

“Quiero volver a la novela” pensó con lagrimitas en los ojos, al menos allí era innecesaria su presencia y siempre podía ausentarse de cosas sin sentido haciendo ojitos de cachorro a su DaWang. Por supuesto que él para nada sabía que esos empujones o golpes leves que Mobei-Jun dejaba caer en su cabeza de vez en cuando, luego de ausentarse, eran los afectos más tiernos que el demonio de hielo conocía.

Suspiró.

"¿Qué le diré a mi madre ahora?" gimió escondiendo su rostro entre sus manos al momento de entrar al centro comercial


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A la chingada, actualizaré los sábados por que siempre se me olvida actualizar los viernes 😂 😂😂

Chayito~ o(〃^▽^〃)o

Cuando el sistema dijo: "Error"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora