Reacciones, imaginas, type, One Shots °Blackpink°

🐈 "Especial De Año Nuevo" Lisa 4/4

—____, ¿Puedo hablar contigo un momento?

Sorprendida, asentí hacia la mujer. Observé como sonreía ante mí gesto, y tomó su abrigo. Salió tranquilamente del apartamento. ¿Pretende tener esta conversación en el pasillo?

Di una mirada rápida hacia la cocina, Lisa y su padre reían mientras cocinaban juntos. En realidad era el señor Marco quien cocinaba.

No tarde mucho en volverme a topar con la mujer al salir, aunque estaba confundida, no dije nada.
Estábamos fuera del edificio, justo debajo de un templete mientras veíamos la nieve caer. Se veía hermoso. Todo se veía lindo en ese color blanquecino que caracterizaba a la nieve.

—Me alegra que Lisa te conociera. Ahora no estará sola —habló de repente.

—Con todo respeto. Ella nunca estuvo sola. Jennie, Rosé y Jisoo estaban con ella.

—Lo sé, pero amabas sabemos que no es lo mismo —levanté mis cejas— ¿Sabes? Un día ella me llamó de repente. Se escuchaba entusiasmada mientras me contaba que días atrás había conocido a una chica en la tienda de mascotas. Me dijo que era hermosa, que su toque era cálido y su voz tranquila y serena la habían cautivado.

Sonreí, sintiendo mis mejillas calientes a pesar del frío. Escondí mis manos en las bolsas de mi chaqueta, observando las luces de la ciudad mientras esperaba que la madre de Lisa continuara.

—Al principio pensé que ella había encontrado a una nueva amiga, pero —la mire— ella suspiró, un suspiro lento y apenas audible. Y a pesar de que no la veía, podía jurar que estaba sonriendo mientras se acordaba de esa chica —las comisuras de sus labios se alzaron—. No tuve que preguntar, no tuve que oírlo salir de sus labios para saberlo. A mi niña le gustaba una chica, le gustaba esa chica de la tienda de mascotas.

Mordí mi labio, dirigiendo mi mirada a mis zapatos ¿Lisa nunca había sentido algo más por una chica? Nunca me pasó por la cabeza preguntar algo así. Ni siquiera preguntar cuales eran sus gustos, las cosas solo fluyeron por si solas, llevándonos hasta aquí.

—Le dije que me contara más sobre ella. Me dijo que su nombre era ____, y mientras más me contaba de ella no pude evitar llorar al escucharla hablar de una manera tan... Especial —la sentí moverse a mi lado—. Solo tuve que escucharla en cada una de nuestras llamadas para asegurar lo que estaba pensando. Mi hija se había enamorado de ti, y ella ni siquiera se había dado cuenta.

Reí. ¿Cómo así? Lisa siempre parecía estár al tanto de sus propios sentimientos, no puedo imaginarla en una crisis por no saber lo que sentía.

—Lisa sabía que yo iba apoyarla sin importar que, ¿pero sabes que es lo que más me alegró? —negué— Que ella se me plantara en frente y me dijera, "Mamá, estoy enamorada de _____."

—Pero ella disfruto más decirle: "ya lo sabía".

Mire sobre mi hombro, el padre de Lisa ya estaba lo suficientemente cerca como para abrazar a su esposa, darle un beso en la cabeza y después verme a mí. Me estaba dando una pequeña sonrisa.

Ay dios, ya me gané al suegro.

—No voy a negar eso —ella soltó una pequeña risa para después mirarme—. ¿Puedo pedirte algo, _____?

—Lo que sea, señora.

—Cuida de ella, por favor. Sabemos que Lisa puede cuidarse sola, pero también sabemos que necesita de alguien que la ayude —ambos rieron—. Es nuestra bebé, y lo será aunque cumpla 30 años. Así que por favor, cuidala y amala por nosotros

—Esto suena como si ustedes se estuvieran despidiendo.

—Lo hacemos —dijo el hombre—. Nos estamos despidiendo de nuestra pequeña Lisa, de esa Lisa que necesitaba de nosotros para protegerla, de esa Lisa que necesitaba los abrazos de mamá y papá para dormir.

El hombre sonrió, mirando a su esposa quien siguió gustosa.

—Y le decimos hola a esa Lisa que necesita tus besos al despertar, y al irse a dormir. A esa Lisa que le brillan los ojos con solo verte. A esa Lisa que ahora necesita de ti —apreté mis labios. Trataba de no llorar al ver la sonrisa sincera de ambos—. Así que solo te pedimos que la ames y la cuides, por favor.

—Lo haré. Por el resto de mi vida.

El hombre sonrió —Eso espero, muchacha.

Dos brazos ya conocidos para mi envolvieron mi torso de repente. Sentía como aquel dulce aroma característico de Lisa inundaba mis fosas nasales. Cerré mis ojos, dando media vuelta.

—¿Qué es lo que espera?

Abrí mis ojos, encontrándome con su hermoso rostro. Sus ojos brillaban por las farolas cercanas, y juro que es lo más hermoso que haya visto en mi vida.

—Que no te hayas comido la cena tu sola.

Me reí mientras tocaba la punta de su nariz. Ella resoplaba indignada.

—Me ofendes.

La alarma de mi reloj comenzó a sonar. Ya eran las 12:00 AM, lo que obviamente significaba que ya era año nuevo.

—Te amo —dijo ella.

Sonreí, sintiendo sus brazos subir a mis hombros para después cubrir mi cuello. Por mi parte mis brazos fueron a su cintura, atrayendola aún más hacia mí cuerpo.

—Te amo—-le dije, para después darle un dulce beso.

Juro amarla por lo que me queda de vida.