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Su rostro se llenó de sorpresa cuando te vio escondida con Taeyang, su hijo, tras los sillones. Un plumón negro se movía con rapidez sobre tu brazo, siguiendo los patrones de tus tatuajes.
Tu rostro estaba lleno de emoción mientras veías a tu hijo dibujar sobre tu piel. Jennie al verte con tal expresión sonrió, y no dudo en grabar el momento.
"—Sí, sí. Espera, mijo te faltó una línea ahí. Sí, sí, justo ahí.
—¿Puedo hacerte un perro?"
Jisoo
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Llevaba bastante tiempo sin notar rastro de las dos, y se le hacía raro ya que todo el día estaban ambas de aquí para allá por la casa.
Una risa salió de sus labios al ver como Sun-hee rayaba toda tu espalda, tratando de seguir los trazos que ya estaban en ella. A pesar del desastre que estaba haciendo, tú estabas de lo más tranquila disfrutando del momento.
"—¿Lo disfrutas?
—No tienes ni idea. Es como un masaje."
Rosé
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Rosé recorría toda la casa en misión de encontrarlas, cosa que hizo al salir al patio trasero. Ambos estaban en la piscina de la cual el agua era ahora de colores.
Min-ho estaba sobre un flotador, coloreando los tatuajes de tu brazo. Tú s muy feliz le señalabas cada uno de ellos. Una sonrisa cariñosa apareció en sus labios mientras los veía con amor.
"¿Qué haría sin ellos? Son los amores de mi vida."
Lisa
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Se confundió cuando escucho risas provenientes de tu oficina, por lo que no dudo ni un segundo en asomarse por la puerta para saber que era lo que pasaba.
No esperaba encontrase con María, su hija, pintando de puro color rosa aquel tatuaje en tu abdomen. Lisa no se pudo resistir y con una sonrisa emocionada se acercó ayudar a su hija.
